El 56 por ciento de adolescentes del Perú han sido acosados de diversas formas a través del Internet y el 71% ha visto fotos o videos pornográficos alguna vez en su vida, según una encuesta de carácter nacional realizada por la Red Peruana de Lucha contra la Pornografía.
El sondeo fue realizado entre abril del 2007 y setiembre del 2008 y recogió entrevistas a cinco mil alumnos de 13 a 16 años de edad de 89 colegios de todo el país.
El presidente de dicha Red, Dimitri Senmache, indicó que los jóvenes usualmente reciben acosos de todo tipo por parte de desconocidos -que pueden ser incluso sus compañeros de clase- que, de alguna manera, obtienen sus correos electrónicos.
Estos acosos pueden ser desde los insultos, amenazas y chantajes, hasta la búsqueda de información y datos personales, todo a través del servicio de Hotmail, Hi5, Facebook, Messenger y otros.
Senmache manifestó que los adolescentes generalmente no reportan estos hechos a sus padres porque creen que si lo hacen, éstos tomarán medidas severas, como prohibirles el acceso a Internet o cambiar el ambiente privado de la computadora a uno más abierto.
“Muchas veces (las computadoras) están en el cuarto de los padres o algún ambiente cerrado, donde el niño que ingresa tiene total privacidad y puede hacer lo que quiera. Tienen la idea de que si les cuentan a su mamá sobre los acosos, los van a culpar y no los dejarán entrar a Internet o moverán la computadora a un lugar menos privado”.
El sondeo fue realizado entre abril del 2007 y setiembre del 2008 y recogió entrevistas a cinco mil alumnos de 13 a 16 años de edad de 89 colegios de todo el país.
El presidente de dicha Red, Dimitri Senmache, indicó que los jóvenes usualmente reciben acosos de todo tipo por parte de desconocidos -que pueden ser incluso sus compañeros de clase- que, de alguna manera, obtienen sus correos electrónicos.
Estos acosos pueden ser desde los insultos, amenazas y chantajes, hasta la búsqueda de información y datos personales, todo a través del servicio de Hotmail, Hi5, Facebook, Messenger y otros.
Senmache manifestó que los adolescentes generalmente no reportan estos hechos a sus padres porque creen que si lo hacen, éstos tomarán medidas severas, como prohibirles el acceso a Internet o cambiar el ambiente privado de la computadora a uno más abierto.
“Muchas veces (las computadoras) están en el cuarto de los padres o algún ambiente cerrado, donde el niño que ingresa tiene total privacidad y puede hacer lo que quiera. Tienen la idea de que si les cuentan a su mamá sobre los acosos, los van a culpar y no los dejarán entrar a Internet o moverán la computadora a un lugar menos privado”.
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