Pablo Cayo Mendoza, despedido por haber trabajado en supuesto estado de ebriedad, habló en exclusiva con RPP sobre la polémica surgida por el fallo del Tribunal Constitucional en su favor.
"Soy el número uno de los pobres, que visiten mi casa no solo en la campaña, que se acuerden de los pobres", reclamó en RPP, Cayo al presidente del Consejo de Ministros, Yehude Simon, y algunos congresistas que condenaron la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) en su favor.
Cayo, quien laboraba como barrendero en Chorrillos fue despedido por la Municipalidad distrital por haber acudido a laborar en supuesto estado de embriaguez, sin embargo, el TC determinó su reincorporación, pues solo tenía "aliento alcohólico" y no había actuado con violencia en ningún momento.
El fallo del tribunal superior no solo generó una gran cobertura mediática sino también un debate público al ser criticado por algunos congresistas e incluso calificado de "vergonzoso" por el jefe del Gabinete.
A estas autoridades se dirigió hoy Pablo Cayo, quien les pidió "tener piedad" y comprender que es "un pobre más entre los pobres" que debe votar por uno de ellos para presidente de la República.
"Al señor primer ministro y a los señores congresistas les pido, soy un señor pobre, trabajador, que tengan un poco de piedad. Pido a ellos que se rectifiquen", expresó.
Asimismo, el hombre reiteró que solo tenía aliento a alcohol, pero no estaba borracho al saludar por el Día de la Madre a su jefa, quien interpuso la queja en la comuna chorrillana.
"El alcalde y sus secretarios son drásticos, por que soy antiguo, ganó un poco más y pertenezco al sindicato", manifestó Cayo, quien desde 1975 limpia las calles de ese distrito.
Finalmente, el trabajador dijo que espera que el alcalde de Chorrillos tenga buen corazón y comprenda que también es "un ser humano". (RPP)
"Soy el número uno de los pobres, que visiten mi casa no solo en la campaña, que se acuerden de los pobres", reclamó en RPP, Cayo al presidente del Consejo de Ministros, Yehude Simon, y algunos congresistas que condenaron la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) en su favor.
Cayo, quien laboraba como barrendero en Chorrillos fue despedido por la Municipalidad distrital por haber acudido a laborar en supuesto estado de embriaguez, sin embargo, el TC determinó su reincorporación, pues solo tenía "aliento alcohólico" y no había actuado con violencia en ningún momento.
El fallo del tribunal superior no solo generó una gran cobertura mediática sino también un debate público al ser criticado por algunos congresistas e incluso calificado de "vergonzoso" por el jefe del Gabinete.
A estas autoridades se dirigió hoy Pablo Cayo, quien les pidió "tener piedad" y comprender que es "un pobre más entre los pobres" que debe votar por uno de ellos para presidente de la República.
"Al señor primer ministro y a los señores congresistas les pido, soy un señor pobre, trabajador, que tengan un poco de piedad. Pido a ellos que se rectifiquen", expresó.
Asimismo, el hombre reiteró que solo tenía aliento a alcohol, pero no estaba borracho al saludar por el Día de la Madre a su jefa, quien interpuso la queja en la comuna chorrillana.
"El alcalde y sus secretarios son drásticos, por que soy antiguo, ganó un poco más y pertenezco al sindicato", manifestó Cayo, quien desde 1975 limpia las calles de ese distrito.
Finalmente, el trabajador dijo que espera que el alcalde de Chorrillos tenga buen corazón y comprenda que también es "un ser humano". (RPP)
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