
El monopolio masculino de los superhéroes en el cómic está tocando a su fin con la llegada de nuevas autoras, que reivindican la presencia de mujeres en sus argumentos, y con más personajes femeninos, algunos creados por grandes de la historieta, como Alan Moore.
Las viñetas perfilan a nuevas mujeres, lejos de las superheroínas que vivían a la sombra de sus antecesores como "Superwoman" o "Spiderwoman", que son protagonistas de sus propias aventuras y que aportan un enfoque "más realista", ha explicado a Efe María Teresa Valderrama, de la editorial Sins Entido.
"En el cómic ocurre como en todos los ámbitos en los que la mujer ha ido tomando su papel poco a poco, incluso más que el hombre", ha declarado Valderrama, quien asegura que estas obras han tenido una "excelente aceptación" porque "hacen que el lector tenga más puntos de referencia".
Un ejemplo de esta tendencia es "Persépolis", la obra de la iraní Marjane Satrapi sobre la situación política en tiempos de la revolución, que fue llevada al cine y llegó a ser candidata a la mejor película de animación en los Oscar de 2008.
"Persépolis" es la obra estrella de la colección "Nómadas" de Norma Editorial, que ejemplifica su contenido: "novelas gráficas que explican historias sociales" y "una colección de mujeres", según Álex Fernández, su editor.
"Nómadas" también ha viajado a África con la saga "Aya de Yopougon", en la que Marguerite Abouet -junto al dibujo de Clément Oubrerie- muestra otra cara del día a día en África a través de tres amigas del barrio de Yopougon, en Costa de Marfil. Tres jóvenes que habitan un espacio donde no todo es guerra y que quieren vivir sus vidas.
Pero también hay espacio para historias de mujeres contadas por hombres. "Olimpita", de Hernán Migoya y Joan Marín, se adentra en la vida de una pescadera de origen andaluz que sufre malos tratos; y "Lucille", de Ludovic Debeurne -una de las grandes promesas de la "nouvelle B.D" francesa-, está protagonizada por una joven que padece anorexia. (Agencias)
Las viñetas perfilan a nuevas mujeres, lejos de las superheroínas que vivían a la sombra de sus antecesores como "Superwoman" o "Spiderwoman", que son protagonistas de sus propias aventuras y que aportan un enfoque "más realista", ha explicado a Efe María Teresa Valderrama, de la editorial Sins Entido.
"En el cómic ocurre como en todos los ámbitos en los que la mujer ha ido tomando su papel poco a poco, incluso más que el hombre", ha declarado Valderrama, quien asegura que estas obras han tenido una "excelente aceptación" porque "hacen que el lector tenga más puntos de referencia".
Un ejemplo de esta tendencia es "Persépolis", la obra de la iraní Marjane Satrapi sobre la situación política en tiempos de la revolución, que fue llevada al cine y llegó a ser candidata a la mejor película de animación en los Oscar de 2008.
"Persépolis" es la obra estrella de la colección "Nómadas" de Norma Editorial, que ejemplifica su contenido: "novelas gráficas que explican historias sociales" y "una colección de mujeres", según Álex Fernández, su editor.
"Nómadas" también ha viajado a África con la saga "Aya de Yopougon", en la que Marguerite Abouet -junto al dibujo de Clément Oubrerie- muestra otra cara del día a día en África a través de tres amigas del barrio de Yopougon, en Costa de Marfil. Tres jóvenes que habitan un espacio donde no todo es guerra y que quieren vivir sus vidas.
Pero también hay espacio para historias de mujeres contadas por hombres. "Olimpita", de Hernán Migoya y Joan Marín, se adentra en la vida de una pescadera de origen andaluz que sufre malos tratos; y "Lucille", de Ludovic Debeurne -una de las grandes promesas de la "nouvelle B.D" francesa-, está protagonizada por una joven que padece anorexia. (Agencias)
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