Por: Iván La Riva Vegazzoivanlariva@hotmail.com
Enterado que en la antigua Andamarca ayacuchana, cuna de los danzantes de tijeras, hoy distrito Carmen Salcedo, provincia de Lucanas, se representa la muerte del Inca Huáscar en sus fiestas del Yaku Raymi, motivó mi interés aclarar este tema, pues sostengo que el ultimo inca cuzqueño fue victimado en los Andes liberteños.
Antiguas tradiciones andamarquinas consideran que la antigua fortaleza de Caniche (Ayacucho) fue durante la época inca un lugar de reclusión y castigo. Y que volviendo del Cusco, luego de realizar matanzas y sacrilegios, el ejército atahualpista que llevaba cautivo al inca Huáscar, encontró allí el lugar más seguro para tener a su prisionero libre de las acechanzas de sus leales. La tradición relata que los rucanas se opusieron a los vejámenes y maltratos que sufría el inca cautivo, quien luego de ser ejecutado, su cuerpo decapitado fue arrojado al río llamado actualmente Negromayo (Yanamayo en quechua) que discurre al pie de la antigua fortaleza. Los andamarquinos de Ayacucho muestran a los visitantes los lugares donde la tradición señala que esto ocurrió.
Se debe tener presente que en el Perú tenemos una Andamarca en Concepción (Junín); otra cerca de Churín (Lima); asimismo Santa Cruz de Andamarca en Huaral (Lima); Andaymarca Pukutascca en Tayacaja (Huancavelica), y la comunidad Jichoccollo-Antamarca en Ilave (Puno). También hay dos poblados llamados Andamarca en Oruro, Bolivia: Santiago de Andamarca y Belén de Andamarca.
No pocos historiadores aseguran que la Andamarca histórica pudo estar en el norte del Perú, en lugares donde no existe ninguna localidad de ese nombre. Se afirma que la antigua Andamarca habría estado dentro de la zona comprendida entre Cajamarca, Huamachuco y el Callejón de Huaylas, suponiendo que entre esos lugares era conducido el inca cautivo para ser sometido a la voluntad de su rival vencedor.
Muchos estudiosos sostienen que la batalla de Chontacaxas, donde fue vencido y capturado el inca Huáscar, ocurrió en el norte del Perú, cerca de Huamachuco o de Huánuco. William H. Prescott, en su libro Historia de la conquista del Perú (1847), basándose en las crónicas del conquistador Miguel de Estete, señaló que “Huáscar, desde su derrota había sido detenido como prisionero… hallábase entonces en Andamarca, a poca distancia de Caxamalca” y que “el desgraciado príncipe fue ahogado, según se dice, en el río de Andamarca”.
Raúl Porras Barrenechea, precisó que Andamarca estaba en un lugar distinto al sugerido por Prescott. Explicaba que al preparar su expedición hacia el Cusco, los españoles tomaron provisiones “en Andamarca, que se hallaba siete leguas al sur de Huamachuco”.
Por mi parte, sostengo que Huáscar fue muerto en tierras liberteñas, en territorio del señorío del Gran Wamachuco, en la huaranga de Andamarca, una de las cinco que constituían aquel reino. Allí fue muerto y su cuerpo fue arrojado al río conocido como Andamarca, en el actual distrito de Mollebamba.
Baso mi hipótesis en lo que Charles Wiener escribe en su libro “Perou et Bolivie”. Este viajero, por el año 1.880, llega a Huamachuco y prosigue viaje hacia el sur por el Camino Inca. Llegado a la antigua huaranga de Andamarca, hoy Mollebamba, cruzó el río Tablachaca, por su frágil puente. Wiener recuerda: “Huascar, último rey legitimo, fue degollado cerca del puente por orden de su hermano sublevado Atahualpa, quien luego del crimen, subió al trono en que lo sorprendió Francisco Pizarro. No se halla en toda la historia de los señores soberanos de estas regiones un segundo ejemplo de felonía. El primer signo de decadencia moral de esta gran raza fue seguido de su caída. Los indios conservan recuerdo del asesinato de su rey, y al pasar por estos parajes hacen 12 veces el signo de la cruz. Después de pasar el puente se purifican las manos mojándolas en las aguas del río. Simple y dramático espectáculo que ofrece esta raza que, desde hace cerca de cuatro siglos, se esfuerza en lavar la mancha de sangre con que se ensuciaron algunos malhechores…”
Mas tarde, Antonio Raimondi, refiriéndose a los españoles que cruzaron la zona al mando de Pizarro escribe: “…siguieron los expedicionarios a un pueblo que llamaban Andamarca y que se conoce actualmente con el nombre de Mollebamba. Este lugar, situado entre Mollepata y la hacienda Angasmarca, en el camino a Huamachuco, es de gran importancia en la historia antigua, por que allí es donde se cree que haya sido muerto el Inca Huascar”.
Con estas dos ultimas versiones, como con las de Prescott y Porras Barrenechea podemos asegurar que el escenario del fratricidio más trágico del Perú, se llevó a cabo en tierras liberteñas. Concluyo asegurando que Huáscar murió el lo que hoy es Mollebamba, distrito de la provincia de Santiago de Chuco.
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