El Departamento de Amazonas, cuenta con una geografía que por sus características, lo ubica como uno de los más interesantes a ser explorado. La Laguna de Los Cóndores esta ubicada a 38 Km. de Leymebamba. Pero para acceder a esta laguna es necesario hacerlo a Caballo. Esta experiencia de viaje me tomo 03 días; donde la ida y regreso fue a caballo y el día principal a pie. Realice esta salida en plena época de Lluvia, donde machete en mano tuvimos que abrir trocha al borde de la Laguna.
Caminar sobre el barro y que este te llegue a las rodillas mientras los pies se te van entumeciendo poco a poco, la neblina que de un momento a otro cubre toda la superficie y como esta se retira suavemente donde lentamente las siluetas de los Apus van apareciendo...Fueron razones que convirtieron a este viaje en una de las aventuras mejor experimentadas en mi vida.
LAGUNA DE LOS CONDORES. Es un compartir visual de este viaje.
Los agradecimientos oportunos a mi amigo Rolando German Carranza quien fue el que me facilito el contacto con Sinecio (Conductor y un nuevo amigo), así como también las botas de goma; sin estas botas habría sido imposible ejecutar la excursión.. Créanme, las botas son vitales…
Leymebamba, seria nuestro punto de partida. Su plaza mayor es un reflejo de los cambios estilísticos arquitectónicos. La balaustrada de sus balcones guarda el sudor y brillo de las mañanas dominicales.
En esta aventura tendría por acompañantes a Inticha, quien cabalgaría a Moro, Sinecio, amigo que nos conduciría y haría el camino entre el Bosque de Nubes. El cabalgaría al Bayo.
El Tayta Inti fue uno de nuestros aliados el primer día. Normalmente debería haber llovido, pero el Inti nos acompaño augurándonos así un buen tiempo para seguir adelante. En ciertos tramos tuvimos que dejar que los caballos bajen solos. Las lajas y la verticalidad de las gradas harían el descenso muy riesgoso. A nuestras espaldas y flanqueados por la fina neblina iba desapareciendo los signos de ocupación humana.
Los diferentes sonidos de las herraduras nos indicarían la aproximación de nuevos parajes. Dentro de la envargadura del placer de fusionarse en el paisaje, Inticha me diría que estos lugares le recordaban las Estepas Mongoles. Dos sandwiches de sardinas y te caliente seria nuestro almuerzo del primer día. Nuestro equipaje se impregnaría de los aromas de estas tierras. Retomariamos la ruta trazada en la memoria de Sinecio; a pie para amortiguar los efectos secundarios del cabalgar.
Mi mente quedaría colmada al saber que no había fronteras, la naturaleza se habría ante mis ojos, el gélido viento besaría mis pensamientos.
-¿Don Víctor, tendrá usted un cigarrillo?. Me preguntaría Sinecio al encontrar en medio del infinito de esos parajes a dos comuneros, viejos amigos de él. Es de costumbre de la gente de los Andes acompañar con un cigarrillo al momento de picchar. No tengo un cigarrillo, pero creo que tengo algo que les gustara. Respondi.
Encendí un Puro de origen de Tarapoto. Me permitieron picchar con ellos, compartimos la hoja de la coca, calero y el Puro. Ellos llegarían por la noche a Leymebamba.
Picchar con ellos, fue una experiencia reconfortante. Su aceptación de participar en el rito fue uno de los momentos mas agradables de este viaje.
- Aquí los de Discovery Channel se quedaron dos horas filmando, lo llamaron el "Bosque de piedras. Me comenta Sinecio, indicándome que se quedaron fascinados de la fauna y flora de este bosque. El Amaru es la planta protagonista.
El punto mas alto: 3720 msnm. Desde este punto se divisa el acceso a Llaqtaqocha. Este sector se caracteriza por el descenso abrupto, la vegetación cambia, el clima es calido y humedo.
Hemos cabalgado continuamente 08 horas. Al descender de los caballos las rodillas tiemblan y duelen un poco. Tenemos sed y hambre.
-Hace treinta años Don Uillen vino por aquí con su ganado y construyo esta cabaña. Me comenta Cenicio. Décadas más tarde esta cabaña seria el refugio de los que participaron del rescate de los fardos funerarios.
Inmerso en las nubes, del otro lado la Laguna de Los Cóndores.
DIA 02
Después de un fugaz desayuno partiríamos entre la fina y constante lluvia hacia el mundo de los ancestros.
- Petroglifos que forman parte de la unidad física de Llaqtacocha (Pueblo de la laguna). Bajo la constante lluvia y caminando sobre el fango, nos damos cuenta como la tala de árboles y el pastoreo ha afectado seriamente las estructuras de las viviendas que fueron construidas por los Chachapoyas. Preferible ser prudentes y guarecerse un momento, las golondrinas revoloteaban sin cesar...
La segunda etapa y la más adrenalica empezaría aquí. Atravesar y caminar al borde de la laguna. La madera de este puente de palos se vuelve ultra resbaladiza por la lluvia y la acumulación de hongos. A este punto la profundidad es de un metro, pero el agua es tan fría que congela hasta las ideas...
Machete en mano tendríamos que hacer la trocha. Desde hace 05 meses nadie había pasado por aquí, la flora en esta zona crece muy rápido. La laguna tranquila a nuestro costado derecho, arriba Llaqtacocha.
En la segunda mitad de la década de los 90's empezaron el rescate de las momias post intervención de huaqueros. Para esto tuvieron que implementar una infraestructura que permita el acceso del personal que transportaría sobre los hombros a los fardos funerarios.
Las escaleras estaban totalmente resbalosas llenas de musgo. Un mal paso y seria quizás el ultimo…
Este tramo pasamos literalmente pegados a las embarrosas laderas, la lluvia caia torrencialmente sobre la piedra caliza. Sobre las cornisas naturales los antiguos peruanos decidirían erigir la eterna morada de sus Mallquis.
Los que construyeron estos mausoleos simplemente desafiaron a la naturaleza.
Personajes en posiciones litúrgicas están plasmados sobre la roca madre. Como las semillas que necesitan del vapor de agua para germinar, los Mallkis se enraizaran en la memoria de los pueblos.
Para la posteridad. El regreso seria satisfactorio. Algunas huellas de las hojas de bambú en las palmas de las manos...
Aquella noche dormiríamos satisfechos. Nuestra aventura había alcanzado niveles jamás antes experimentados...
DIA 03
EL REGRESO
Cinecio había preparado pastas la noche anterior, el desayuno fue un Mate de Coca con dos panes. La memoria olfativa trajo recuerdos del fogón que utilizaba mi abuela para prepararnos el desayuno en los Andes Liberteños. La neblina le daría un aire mágico y místico a estos parajes...
El bosque de piedras, ichu y amarus...Leymebamba a la vista, retornare pronto...
Al retornar a Leymebamba, la lluvia nos dio la bienvenida. Que suerte la nuestra.
Madre, parecíamos unos verdaderos aventureros…
Alazán fue mi caballo, ¡Muchas gracias Alazán!.
Caminar sobre el barro y que este te llegue a las rodillas mientras los pies se te van entumeciendo poco a poco, la neblina que de un momento a otro cubre toda la superficie y como esta se retira suavemente donde lentamente las siluetas de los Apus van apareciendo...Fueron razones que convirtieron a este viaje en una de las aventuras mejor experimentadas en mi vida.
LAGUNA DE LOS CONDORES. Es un compartir visual de este viaje.
Los agradecimientos oportunos a mi amigo Rolando German Carranza quien fue el que me facilito el contacto con Sinecio (Conductor y un nuevo amigo), así como también las botas de goma; sin estas botas habría sido imposible ejecutar la excursión.. Créanme, las botas son vitales…
Leymebamba, seria nuestro punto de partida. Su plaza mayor es un reflejo de los cambios estilísticos arquitectónicos. La balaustrada de sus balcones guarda el sudor y brillo de las mañanas dominicales.
En esta aventura tendría por acompañantes a Inticha, quien cabalgaría a Moro, Sinecio, amigo que nos conduciría y haría el camino entre el Bosque de Nubes. El cabalgaría al Bayo.
El Tayta Inti fue uno de nuestros aliados el primer día. Normalmente debería haber llovido, pero el Inti nos acompaño augurándonos así un buen tiempo para seguir adelante. En ciertos tramos tuvimos que dejar que los caballos bajen solos. Las lajas y la verticalidad de las gradas harían el descenso muy riesgoso. A nuestras espaldas y flanqueados por la fina neblina iba desapareciendo los signos de ocupación humana.
Los diferentes sonidos de las herraduras nos indicarían la aproximación de nuevos parajes. Dentro de la envargadura del placer de fusionarse en el paisaje, Inticha me diría que estos lugares le recordaban las Estepas Mongoles. Dos sandwiches de sardinas y te caliente seria nuestro almuerzo del primer día. Nuestro equipaje se impregnaría de los aromas de estas tierras. Retomariamos la ruta trazada en la memoria de Sinecio; a pie para amortiguar los efectos secundarios del cabalgar.
Mi mente quedaría colmada al saber que no había fronteras, la naturaleza se habría ante mis ojos, el gélido viento besaría mis pensamientos.
-¿Don Víctor, tendrá usted un cigarrillo?. Me preguntaría Sinecio al encontrar en medio del infinito de esos parajes a dos comuneros, viejos amigos de él. Es de costumbre de la gente de los Andes acompañar con un cigarrillo al momento de picchar. No tengo un cigarrillo, pero creo que tengo algo que les gustara. Respondi.
Encendí un Puro de origen de Tarapoto. Me permitieron picchar con ellos, compartimos la hoja de la coca, calero y el Puro. Ellos llegarían por la noche a Leymebamba.
Picchar con ellos, fue una experiencia reconfortante. Su aceptación de participar en el rito fue uno de los momentos mas agradables de este viaje.
- Aquí los de Discovery Channel se quedaron dos horas filmando, lo llamaron el "Bosque de piedras. Me comenta Sinecio, indicándome que se quedaron fascinados de la fauna y flora de este bosque. El Amaru es la planta protagonista.
El punto mas alto: 3720 msnm. Desde este punto se divisa el acceso a Llaqtaqocha. Este sector se caracteriza por el descenso abrupto, la vegetación cambia, el clima es calido y humedo.
Hemos cabalgado continuamente 08 horas. Al descender de los caballos las rodillas tiemblan y duelen un poco. Tenemos sed y hambre.
-Hace treinta años Don Uillen vino por aquí con su ganado y construyo esta cabaña. Me comenta Cenicio. Décadas más tarde esta cabaña seria el refugio de los que participaron del rescate de los fardos funerarios.
Inmerso en las nubes, del otro lado la Laguna de Los Cóndores.
DIA 02
Después de un fugaz desayuno partiríamos entre la fina y constante lluvia hacia el mundo de los ancestros.
- Petroglifos que forman parte de la unidad física de Llaqtacocha (Pueblo de la laguna). Bajo la constante lluvia y caminando sobre el fango, nos damos cuenta como la tala de árboles y el pastoreo ha afectado seriamente las estructuras de las viviendas que fueron construidas por los Chachapoyas. Preferible ser prudentes y guarecerse un momento, las golondrinas revoloteaban sin cesar...
La segunda etapa y la más adrenalica empezaría aquí. Atravesar y caminar al borde de la laguna. La madera de este puente de palos se vuelve ultra resbaladiza por la lluvia y la acumulación de hongos. A este punto la profundidad es de un metro, pero el agua es tan fría que congela hasta las ideas...
Machete en mano tendríamos que hacer la trocha. Desde hace 05 meses nadie había pasado por aquí, la flora en esta zona crece muy rápido. La laguna tranquila a nuestro costado derecho, arriba Llaqtacocha.
En la segunda mitad de la década de los 90's empezaron el rescate de las momias post intervención de huaqueros. Para esto tuvieron que implementar una infraestructura que permita el acceso del personal que transportaría sobre los hombros a los fardos funerarios.
Las escaleras estaban totalmente resbalosas llenas de musgo. Un mal paso y seria quizás el ultimo…
Este tramo pasamos literalmente pegados a las embarrosas laderas, la lluvia caia torrencialmente sobre la piedra caliza. Sobre las cornisas naturales los antiguos peruanos decidirían erigir la eterna morada de sus Mallquis.
Los que construyeron estos mausoleos simplemente desafiaron a la naturaleza.
Personajes en posiciones litúrgicas están plasmados sobre la roca madre. Como las semillas que necesitan del vapor de agua para germinar, los Mallkis se enraizaran en la memoria de los pueblos.
Para la posteridad. El regreso seria satisfactorio. Algunas huellas de las hojas de bambú en las palmas de las manos...
Aquella noche dormiríamos satisfechos. Nuestra aventura había alcanzado niveles jamás antes experimentados...
DIA 03
EL REGRESO
Cinecio había preparado pastas la noche anterior, el desayuno fue un Mate de Coca con dos panes. La memoria olfativa trajo recuerdos del fogón que utilizaba mi abuela para prepararnos el desayuno en los Andes Liberteños. La neblina le daría un aire mágico y místico a estos parajes...
El bosque de piedras, ichu y amarus...Leymebamba a la vista, retornare pronto...
Al retornar a Leymebamba, la lluvia nos dio la bienvenida. Que suerte la nuestra.
Madre, parecíamos unos verdaderos aventureros…
Alazán fue mi caballo, ¡Muchas gracias Alazán!.
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