(ANDINA).- Aún hoy en día, Rosalia Lombardo parece una niña pequeña durmiendo. Con su tez levemente oscurecida y el moño amarillo que corona su cabello rubio, atrae todos los días a numerosos visitantes. Aunque esté muerta desde hace unos 90 años.
La pequeña, que descansa en un sarcófago de vidrio en la catacumba de los capuchinos en el sur de Palermo, murió a principios del siglo pasado a causa de la famosa gripe española, que mató entre 1918 y 1920 al menos a 25 millones de personas. Hoy en día es considerada "la momia más bella del mundo".
Que la magia de su expresión infantil se haya mantenido se debe a dos personas: el padre de Rosalia y el embalsamador Alredo Salafia. Cuando su hija murió en 1920 debido a la gripe, su padre, el general Mario Lombardo, no pudo superar su muerte. Le parecía impensable no volver a ver a la niña.
Atravesado por el dolor, se dirigió a un amigo de la familia, el embalsamador Alfredo Salafia, conocido más allá de Sicilia. Este logró no sólo el milagro de "la momia más bella del mundo", sino que convenció a los monjes capuchinos de Palermo de colocar a la niña en las catacumbas cuando ello ya no solía ser permitido.
Trece años después, cuando tenía 64 años, Salafia se llevó el secreto de la momia perfecta a la tumba debido a un infarto. Unos 75 años después de su muerte un antropólogo italiano de Palermo logró descifrar el secreto.
Dario Piombino Mascali, de la Universidad de Palermo, quien trabaja en el centro de investigación del Tirol Sur EURAC, encontró entre las pertenencias de Salafia un manuscrito en el que el maestro de la momificación revela su secreto. "Desde 1999 estaba investigando la solución del secreto de Rosalia", explicó Piombino Mascali, que también conoce a la familia de la niña, a dpa. El descubrimiento del manuscrito "New special method for the preservation of the entire human cadaver in the state of permanent freshness" fue por tanto un éxito personal y emocional. La importancia de haber podido descifrar las técnicas de embalsamado de Rosalia va sin embargo mucho más allá.
"Se trata de un descubrimiento médico histórico de enorme importancia", dijo el investigador. "La solución usada para Salafia para el embalsamamiento es uno de los primeros ejemplos del uso de formaldehído para estos fines". Hoy en día sigue siendo la solución base para el embalsamado. Salafia inyectó una mezcla enriquecida con sulfato de zinc y cloruros compuesta de glicerina y formalina -una solución fluida de formaldehído- así como una solución de alcohol con ácido salicílico en las venas de Rosalia, refirió DPA.
"Para reemplazar la sangre por la solución de conservación colocó una cánula en una arteria del muslo superior y luego colocó el recipiente con el líquido sobre el cuerpo de Rosalia", dijo el investigador. La fuerza de gravedad hizo el resto. La sangre fue eliminada a través de un corte en las venas.
"Antes sólo se sabía que Salafia había reemplazado la sangre por otro líquido. Ahora sabemos que fue un precursor del embalsamamiento moderno", señaló el investigador entusiasmado. "En primer lugar, fue el primero que prestó atención al aspecto estético y que renunció a los venenos perjudiciales para los embalsamadores como el arsénico y el mercurio", explicó Piombino.
El jefe de su instituto, Albert Zink, responsable de la sección de momias de EURAC, comprobó mediante rayos X que mediante el sulfato de zinc se mantuvieron todos los órganos internos. "Con ello Rosalia es seguramente una de las momias más importantes del siglo XX".
Entre las momias maestras de Alfredo Salafia se encuentran además de Rosalia Lombardo las del político italiano Francesco Crispi (1819- 1901) y el arzobispo de Palermo Pietro Michelangelo Celesia (1814- 1904). El informe completo de los descubrimientos fue publicado en marzo de 2009 en la revista "Virchows Archiv" bajo el título "The Salafia method rediscovered".
La pequeña, que descansa en un sarcófago de vidrio en la catacumba de los capuchinos en el sur de Palermo, murió a principios del siglo pasado a causa de la famosa gripe española, que mató entre 1918 y 1920 al menos a 25 millones de personas. Hoy en día es considerada "la momia más bella del mundo".
Que la magia de su expresión infantil se haya mantenido se debe a dos personas: el padre de Rosalia y el embalsamador Alredo Salafia. Cuando su hija murió en 1920 debido a la gripe, su padre, el general Mario Lombardo, no pudo superar su muerte. Le parecía impensable no volver a ver a la niña.
Atravesado por el dolor, se dirigió a un amigo de la familia, el embalsamador Alfredo Salafia, conocido más allá de Sicilia. Este logró no sólo el milagro de "la momia más bella del mundo", sino que convenció a los monjes capuchinos de Palermo de colocar a la niña en las catacumbas cuando ello ya no solía ser permitido.
Trece años después, cuando tenía 64 años, Salafia se llevó el secreto de la momia perfecta a la tumba debido a un infarto. Unos 75 años después de su muerte un antropólogo italiano de Palermo logró descifrar el secreto.
Dario Piombino Mascali, de la Universidad de Palermo, quien trabaja en el centro de investigación del Tirol Sur EURAC, encontró entre las pertenencias de Salafia un manuscrito en el que el maestro de la momificación revela su secreto. "Desde 1999 estaba investigando la solución del secreto de Rosalia", explicó Piombino Mascali, que también conoce a la familia de la niña, a dpa. El descubrimiento del manuscrito "New special method for the preservation of the entire human cadaver in the state of permanent freshness" fue por tanto un éxito personal y emocional. La importancia de haber podido descifrar las técnicas de embalsamado de Rosalia va sin embargo mucho más allá.
"Se trata de un descubrimiento médico histórico de enorme importancia", dijo el investigador. "La solución usada para Salafia para el embalsamamiento es uno de los primeros ejemplos del uso de formaldehído para estos fines". Hoy en día sigue siendo la solución base para el embalsamado. Salafia inyectó una mezcla enriquecida con sulfato de zinc y cloruros compuesta de glicerina y formalina -una solución fluida de formaldehído- así como una solución de alcohol con ácido salicílico en las venas de Rosalia, refirió DPA.
"Para reemplazar la sangre por la solución de conservación colocó una cánula en una arteria del muslo superior y luego colocó el recipiente con el líquido sobre el cuerpo de Rosalia", dijo el investigador. La fuerza de gravedad hizo el resto. La sangre fue eliminada a través de un corte en las venas.
"Antes sólo se sabía que Salafia había reemplazado la sangre por otro líquido. Ahora sabemos que fue un precursor del embalsamamiento moderno", señaló el investigador entusiasmado. "En primer lugar, fue el primero que prestó atención al aspecto estético y que renunció a los venenos perjudiciales para los embalsamadores como el arsénico y el mercurio", explicó Piombino.
El jefe de su instituto, Albert Zink, responsable de la sección de momias de EURAC, comprobó mediante rayos X que mediante el sulfato de zinc se mantuvieron todos los órganos internos. "Con ello Rosalia es seguramente una de las momias más importantes del siglo XX".
Entre las momias maestras de Alfredo Salafia se encuentran además de Rosalia Lombardo las del político italiano Francesco Crispi (1819- 1901) y el arzobispo de Palermo Pietro Michelangelo Celesia (1814- 1904). El informe completo de los descubrimientos fue publicado en marzo de 2009 en la revista "Virchows Archiv" bajo el título "The Salafia method rediscovered".
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