Por: Alejandro Benavides Roldán
papeldevientoeditores@hotmail.com
Después de muchas críticas y contrastar los estándares internacionales sobre comprensión lectora, constatamos que vamos tocando suelo. En los últimos tres años se ha implementado el plan lector regional, máximo en un 20%, cifra precaria, para conseguir objetivos, esto en Trujillo. En provincias, el abandono es clamoroso, ello demuestra que a las autoridades administrativas el problema muy poco les importa. Si algunos centros lo implementan es por vocación, no se ha creado la necesidad pedagógica. El Ministerio de Educación, que debería ser el impulsor del plan, se derrite en una sopa de desinterés y abulia. Así como en el fútbol, no le vamos a ganar a nadie.Con este fenómeno que recién empieza, pensemos mejor, que los males son de crecimiento. Cuando se aplica vemos con alegría que el escritor y el educador encuentran una ventana coincidente, se percatan que el uno sirve al otro y viceversa. El escritor poco a poco va ocupando el status intelectual que merece, porque antes siempre lo ejercía después de muerto.Los editores tienen un nuevo y dinámico campo de acción, es por ello que deben hacer grandes campañas en pro de la popularización del libro: Calidad de materiales, textos completos, coordinación con los docentes y precios populares, caso contrario, este plan puede abortar y verse como un simple y lucrativo negocio, tal cual lo hacen las editoriales extranjeras y aquellas llamadas “grandes”, aprovechándose de muchos colegios que para llamarse de clase “A”, prefieren a estas, sin importarles contenidos dudosos y precios prohibitivos.
Si no ponemos ojos en lo nuestro, popularizamos los libros y enseñamos verdaderamente a leer, no vamos a avanzar en comprensión lectora, no se va a poder luchar contra la piratería y vamos a continuar siendo un país de simpáticos perdedores como dice el Alemán Amadeus Wackerbauer.
papeldevientoeditores@hotmail.com
Después de muchas críticas y contrastar los estándares internacionales sobre comprensión lectora, constatamos que vamos tocando suelo. En los últimos tres años se ha implementado el plan lector regional, máximo en un 20%, cifra precaria, para conseguir objetivos, esto en Trujillo. En provincias, el abandono es clamoroso, ello demuestra que a las autoridades administrativas el problema muy poco les importa. Si algunos centros lo implementan es por vocación, no se ha creado la necesidad pedagógica. El Ministerio de Educación, que debería ser el impulsor del plan, se derrite en una sopa de desinterés y abulia. Así como en el fútbol, no le vamos a ganar a nadie.Con este fenómeno que recién empieza, pensemos mejor, que los males son de crecimiento. Cuando se aplica vemos con alegría que el escritor y el educador encuentran una ventana coincidente, se percatan que el uno sirve al otro y viceversa. El escritor poco a poco va ocupando el status intelectual que merece, porque antes siempre lo ejercía después de muerto.Los editores tienen un nuevo y dinámico campo de acción, es por ello que deben hacer grandes campañas en pro de la popularización del libro: Calidad de materiales, textos completos, coordinación con los docentes y precios populares, caso contrario, este plan puede abortar y verse como un simple y lucrativo negocio, tal cual lo hacen las editoriales extranjeras y aquellas llamadas “grandes”, aprovechándose de muchos colegios que para llamarse de clase “A”, prefieren a estas, sin importarles contenidos dudosos y precios prohibitivos.
Si no ponemos ojos en lo nuestro, popularizamos los libros y enseñamos verdaderamente a leer, no vamos a avanzar en comprensión lectora, no se va a poder luchar contra la piratería y vamos a continuar siendo un país de simpáticos perdedores como dice el Alemán Amadeus Wackerbauer.
1 comentarios:
Sí y no, estimado Alejandro. Concuerdo contigo en la falta de interés de parte del Estado para promover de manera efectiva la lectura en las escuelas, pero también hay desinterés en muchos directores y docentes... Bueno, el problema es muy complejo. Tendremos que organizar un foro al respecto, pero podemos adelantar algunas reflexiones. Definitivamente las "grandes editoriales" han distorsionado radicalmente los objetivos del plan lector y lo han convertido en una lista de libros. Ello, obviamente con el beneplácito de muchos directivos, profesores y padres de familia (el porcentaje es muy alentador, en un país en el que cada sol es bienvenido). Peeeero, observemos lo positivo. Las editoriales se han preocupado por seleccionar títulos y autores acordes con los intereses de los lectores escolares (obviamente motivados por su interés de vender). Este "requisito" es rara vez cumplido por nuestros autores regionales. Pareciera que los nuestros escriben para sí mismos, para un lector abstracto...o se han intelectualizado demasiado y, por tanto, alejado del lector común y corriente. No digo con esto que no haya escritores "rescatables". Los hay, pero no en el número ni variedad que quisieran nuestros niños y jóvenes de las escuelas...
Por nuestra parte, hemos hecho el esfuerzo de apoyar la lectura de autores regionales. Eso a Alejandro le consta, pero más allá del apoyo comprometido, qué estamos haciendo/produciendo para "enganchar" a nuestros alumnos con la lectura? Uffff, y ni qué hablar de la comprensión lectora y de la famosa Prueba PISA...Continuará...
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