Mas allá del plástico, el dinero invisible
Por: Bethoven Medina Sánchez
bemesan@hotmail.comCiertamente, ya no es novedad que las tarjetas plásticas (débito-crédito-compras) que usan las instituciones conformante del Sistema Financiero Nacional y asimismo algunas otras agentes del mercado de capitales, reemplacen al dinero. Todo esto está ocurriendo por los avances tecnológicos en las telecomunicaciones. Así como conversar con alguien que se encuentra a kilómetros de distancia, viéndolo y oyéndolo en tiempo real, era antes inimaginable y sólo posible en la ficción, era impensable también que la evolución del dinero experimentaría importantes cambios a fines del siglo pasado. Los avances de la cibernética hacen posible forma de pagos virtuales. De manera que, el dinero virtual y su puesta en el mercado es posible a los avances de las telecomunicaciones y la cibernética.
Hace 10 años las Tarjetas (Dorada, platino, Max, etc.) eran privilegio de las instituciones bancarias. No hace mucho el sistema de cajas rurales y cajas municipales insertaron en el mercado virtual mediante las tarjetas ( VISA, Master card, Global, entre otras). Ahora estamos en esta “cuarta era” en la historia del dinero, que ya empezó con el uso masivo de los plásticos.
Entonces, ya podemos hablar de dinero electrónico. Este se crea para mejorar los servicios bancarios como el depósito directo de cheques y transferencias electrónicas de fondos realizados con la tarjeta. Los tiempos modernos han revolucionado el mundo financiero, que se consolida con la Internet y el ingreso de novedades como las tarjetas de débitos y, la tarjeta inteligente o smat card.
Si ya era común ver a poseedores de tarjetas efectuando pagos desde su celular. Ahora les comunico que, ya llegó al Perú la tecnología para cerrar importantes negocios, es decir cotizar ordenar una compra y cobrarla o pagarla con toda confianza, utilizando un teléfono móvil sin necesidad de una tarjeta.
Las transnacionales de tarjetas han desarrollado un sistema para que las empresas efectúen transacciones de altos volúmenes monetarios, a través de un teléfono móvil. Es decir usando un teléfono móvil, sin necesidad de una tarjeta, se puede cotizar, ordenar una compra y cobrarla o pagarla con toda confianza.
Para ello, cuenta con estrictos niveles de seguridad para evitar fraudes o robos. Por otro lado, el equipo móvil, debe contar con un número de PIN (Número de Identificación Personal), que validaría la transacción autenticando a quienes la realizan. Por el momento, es el sector empresarial y, en pocos años este sistema de transacción se extendería al mercado de consumo.
Hace 10 años las Tarjetas (Dorada, platino, Max, etc.) eran privilegio de las instituciones bancarias. No hace mucho el sistema de cajas rurales y cajas municipales insertaron en el mercado virtual mediante las tarjetas ( VISA, Master card, Global, entre otras). Ahora estamos en esta “cuarta era” en la historia del dinero, que ya empezó con el uso masivo de los plásticos.
Entonces, ya podemos hablar de dinero electrónico. Este se crea para mejorar los servicios bancarios como el depósito directo de cheques y transferencias electrónicas de fondos realizados con la tarjeta. Los tiempos modernos han revolucionado el mundo financiero, que se consolida con la Internet y el ingreso de novedades como las tarjetas de débitos y, la tarjeta inteligente o smat card.
Si ya era común ver a poseedores de tarjetas efectuando pagos desde su celular. Ahora les comunico que, ya llegó al Perú la tecnología para cerrar importantes negocios, es decir cotizar ordenar una compra y cobrarla o pagarla con toda confianza, utilizando un teléfono móvil sin necesidad de una tarjeta.
Las transnacionales de tarjetas han desarrollado un sistema para que las empresas efectúen transacciones de altos volúmenes monetarios, a través de un teléfono móvil. Es decir usando un teléfono móvil, sin necesidad de una tarjeta, se puede cotizar, ordenar una compra y cobrarla o pagarla con toda confianza.
Para ello, cuenta con estrictos niveles de seguridad para evitar fraudes o robos. Por otro lado, el equipo móvil, debe contar con un número de PIN (Número de Identificación Personal), que validaría la transacción autenticando a quienes la realizan. Por el momento, es el sector empresarial y, en pocos años este sistema de transacción se extendería al mercado de consumo.
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