Vecinos advierten que situación podrían empeorar ya que no existe la protección necesaria para controlar el embate de la naturalezaPor Renzo Guerrero de Luna Zárate
(El Comercio)
La casa de Manuel Risco ya no tiene puerta de entrada y, por ende, de salida. El maretazo de la madrugada del sábado se llevó la fachada de su hogar y también el malecón que le precedía, además de postes de electricidad, tubos de desagüe y basura, mucha basura. Sus vecinos de la cuadra 26 de la calle Lambayeque en el distrito de las Delicias zona Norte A no corrieron la misma suerte, pero igual están preocupados porque saben que con un nuevo embate de la naturaleza podrían perderlo todo.
Son casi 100 familias las que por precaución se quedaron sin luz eléctrica. Dicen que llevan tres años luchando para que se mejore su situación, pero que nadie se responsabiliza por colocarles un muro de contención, ya sea de piedras o en su defecto de cemento. Sin embargo, ahora urgen de alguna medida de seguridad ya que se pronostica que el mal tiempo durará una semana.
La misma realidad atraviesan los vecinos de Buenos Aires, quienes también despertaron por culpa del fuerte oleaje. La bravura del mar se llevó aparte de lo que quedaba del muro de contención de la playa que lleva el mismo nombre del barrio. Además, pese a la distancia de más de 150 metros, dos viviendas sufrieron la destrucción de los jardines que adornan su fachada. Pudo ser peor, pero desde hace algunos días, debido a la subida del mar, se prepararon con sacos de arena para evitar cualquier tragedia. Unos 20 mil pobladores podrían correr riesgo si es que la aumenta la marea.
El jefe regional del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), Eduardo Fiestas, señaló que se vienen reuniendo con los alcaldes para que vean cuáles son las medidas a tomar, ya que muchos lugares carecen de protección.
Indicó que el fuerte oleaje se extiende a lo largo del litoral norte del país.
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