
Ricardo Morales, codirector del proyecto arqueológico que se lleva a cabo en la zona, señaló que la idea nació tras la recomendación de varios especialistas que visitaron el sitio, argumentando que su importancia histórica, gran flujo de visitantes y belleza monumental motivarían el reconocimiento.
“Sería muy importante obtener este reconocimiento, porque ello implicaría que la comunidad internacional comprenda que el complejo es de real valor para conocer nuestro pasado y en función de ello miremos nuestro presente y futuro.”
Sostuvo, no obstante, que existen requisitos y problemas que deben ser superados para asegurar que el complejo ingrese a la lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad.
“Tres son los principales problemas: una antena ubicada sin licencia cerca de la huaca de la Luna, lo cual deforma la visión histórica; una ladrillera junto a lo que será el museo de sitio; y tres granjas ubicadas en el entorno y que no cuentan con programas ambientales.”
Por ello, dijo, se hace necesaria la elaboración de un plan maestro que permita la conservación y el manejo del monumento en el tema arqueológico, ecológico y turístico.
Refirió que dicho plan comprende 20 especialidades, entre arqueología, arquitectura, ingeniería estructural, medio ambiente, conservación, biología, educación y meteorología; y 120 proyectos de investigación, ejecución y monitoreo.
“Este plan maestro, valorizado en 40 mil dólares, será una herramienta de trabajo que dará todos los lineamiento teóricos y técnicos para el manejo del sitio, que es un requisito de la Unesco. Con esto aseguramos la conservación y exploración del monumento a largo plazo.”
Adelantó que el próximo mes enviarán una solicitud al Instituto Nacional de Cultura (INC) para que el complejo arqueológico sea incluido en la lista indicativa y posteriormente se presente su candidatura.
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