jueves, 5 de noviembre de 2009

EL VALS PERUANO

Continúan los debates y aportes sobre nuestra música criolla, lo cual es para alegrarnos, la música también es parte muy importante de nuestra identidad. El artículo que les presentamos nos ha llegado gracias a la red, ha sido enviada por el señor Javier Fernando Pareja: javier_fernandop@hotmail.com.
Nos hemos limitado a reproducir el artículo que ha ocasionado un buen debate.
Trujillo di?


En libre opinión de: Raúl Valdivia Lizárraga (autor y compositor)

El vals peruano, tal cual se le conoce en la actualidad, es un género de música europea que después de la colonia –por los años 1,800- es traído a estas tierras. Es desde entonces que los valses venidos de Francia, España y otros países europeos, van latino americanizándose.

Como todos sabemos el vals europeo llegó a Perú e igualmente a otras costas del continente latino americano. Por ello, hay valses en Venezuela, en Argentina, en Méjico, en Ecuador y en otros países más, pero es en el Perú dónde ha tomado las características más saltantes y son esas las que lo han identificado y hecho popular a nivel internacional.

Con el tiempo, los valses llegados al Perú- fueron evolucionando y comenzando a tomar ciudadanía. Según los estudiosos, esto ocurrió aproximadamente por los años de 1872 al 1875 periodo en el que nacen dos valses que inician la etapa de la peruanización: “Recuerdos de Lima” de Walter Pease que era un solo de piano y “Ángel hermoso” letra de Abelardo Gamarra y música de su prima Zoila.

Es a partir del momento en que los compositores populares de nuestra patria, comienzan a crear sus propias canciones, apartándose así de los moldes y de las influencias musicales venidas del extranjero se puede decir que -de este modo- se echa a andar un ritmo peruano, propio.

En este proceso de peruanización del vals europeo, los compositores, los músicos y los intérpretes, siempre jugaron un papel muy importante. Como prueba señalaremos que en los primeros cien años se han escrito –aproximadamente- algo más de tres mil valses. Siendo entre los años de 1900 al 1970 los de mayor producción de valses.

Los compositores más importantes –según nuestro criterio- entre otros grandes valores son: Abelardo Gamarra, Alejandro Sáenz, Braulio Sancho Dávila, Pedro Bocanegra, Felipe Pinglo Alva, Pablo Casas Padilla, Samuel Joya Nery, Laureano Martínez Smart, Eduardo Márquez Talledo, Pedro Espinel Torres, Luís Abelardo Núñez, Lorenzo Humberto Sotomayor, Manuel Acosta Ojeda. Y quienes representan a las mujeres peruanas, en la creación popular son: Serafina Quinteras, Amparo Baluarte, Alicia Maguiña e Isabel Granda.

De otra parte, casi desde su “nacimiento” en nuestra patria, el vals, sin cambiar su clásico compás de 3x4, tiene tres versiones que se fueron haciendo cada día más notorias. La diferencias entre estos tipos de valses fue referida a la temática y ella –finalmente- tenía una marcada influencia en el ritmo y en la forma de cantarlo:
1) lento (armónico)
2) acompasado a ritmo (normal)
3) Rápido (jaranero).

El cancionero peruano está lleno de ejemplos que corroboran lo que estamos mencionando. Y ello consecuentemente, hace más valedero lo que aquí se opina.

Respecto al uso del término “valse” por los criollos tradicionalistas, hemos consultado con profesionales del estudio de la lengua y nos informan que no existe ninguna razón lingüística para que al vals se le llame “valse”. La razón que esgrimen nuestros criollos, es que esta es una forma de peruanizarlo. El mismo diccionario de la lengua castellana señala en su última versión, que “valse” es una forma irregular de llamar al vals, producto de un barbarismo o una –podríamos llamar- mala práctica. Además, cualquier persona curiosa puede informarse y verificar y/o ratificar lo que aquí se menciona y terminará llamando a nuestro ritmo peruano: Vals.

Lo digo con todo respeto, todo lo expuesto desvirtúa aquello que últimamente se menciona: como que hay que defender el vals tradicional, el cual debe estar ajeno a las armonías modernas y que éste debe ser acompañado sólo con notas naturales. Sin duda alguna lo dicen los músicos profesionales de marcada trayectoria como Carlos Hayre, Víctor Merino, Lucho Neves y otros calificados exponentes – incluida nuestra modesta opinión- la inclusión de armonías modernas no trastoca la esencia de la rica tradición cultural y musical que posee el vals peruano, por ello pensamos, no debe defenderse a ultranza el tradicionalismo en la música criolla, que es lo que no le permite adecuarse a los tiempos, aún sabiendo que todo está sujeto a la dinámica del cambio.

Pero con esta opinión –claro está- no quiere decir que estemos a favor del uso indiscriminado de las armonías y cortes de ritmo.

Finalmente y sin duda alguna, es el pueblo quien hace suyo este género musical y procura su aceptación y divulgación, con su preferencia, por ende es el que se lleva nuestro aplauso.

Pues a despecho de que las radioemisoras o los canales de TV o diarios, no difundan la música criolla, el pueblo se vale de cualquier motivo para tributarle un masivo apoyo incondicional. Por ejemplo: lo recientemente acontecido con la muerte de Arturo Cavero.

Han tenido que transcurrir algo más de cien años para que el vals europeo, pueda tener suficientes razones para llamarse como hoy se llama: VALS PERUANO, FUERA DE SUS FRONTERAS O VALS CRIOLLO O SIMPLEMENTE VALS, DENTRO DE ELLAS.

Por estas razones podremos decir que la música criolla peruana no morirá, a pesar de todas las dificultades por la que atraviesa.

Terminaremos pidiendo que nadie ceje en su empeño por llevar nuestra música criolla a un lugar preferente en el mundo cultural de nuestra patria y/o a nivel internacional.

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