Por: Ubaldo Tejada GuerreroAnalista Global
utguerrero31@yahoo.es
El Perú sigue siendo el país mas diagnosticado, con una serie de alternativas que por su falta de voluntad política, la casta política republicana manda al terreno de la fosilización y de las oportunidades perdidas, dentro de un neoliberalismo fracasado, donde las cortinas de humo del presidente Alan García, dicen algo como que “la empresaria que inventó el robo del pulmón de una exhibición del cuerpo humano para vender más entradas no merece la nacionalidad peruana y ojalá renunciara a ella. Seguir leyendo el artículo, ¿Merecen llamarse peruanos, los que hoy rematan el patrimonio a las transnacionales? ¿La moral y la política deben estar divorciadas en el Estado?
Una derecha sólida en lo fundamental: mantener el capitalismo salvaje http://www.prensaescrita.com/diarios.php?codigo=PER&pagina=http://www.larepublica.pe y una izquierda de espaldas al pueblo, que no acaba de comprender que divididos no son nada, mientras el partido Aprista, viejo conocedor de las maniobras políticas, comanda la estrategia de la derecha buscando la aprobación de un paquete de reformas constitucionales que incluirá la renovación parcial del Congreso (por tercios o por mitades), el retorno a la a las dos cámaras y la eliminación del voto preferencial. Y haciendo uso de la neoliberal constitución de 1993, plantea que de no conseguir los 80 votos requeridos para aprobar las reformas, la Carta Magna permite la celebración de un referéndum cuando solo se alcance la mayoría simple de 61 votos en el hemiciclo.
Solamente debemos notificar al pueblo peruano que En el padrón oficial del PAP existen 345 mil militantes apristas, con lo cual estaría asegurada la cantidad de firmas necesaria para la consulta popular de eliminación de voto obligatorio y renovación del Parlamento por mitades.
Lo cierto es el control totalitario de los poderes por parte del APRA, le permitirá sin ninguna oposición navegar preparando la continuidad del modelo neoliberal. Pero lo más lamentable es que las mentes más lúcidas en el Perú, nunca vinieron del campo de la derecha, sino de la izquierda, así el sociólogo Romeo Grompone expresa respecto al APRA que “desenfadadamente busca la polarización social y que califica a toda la oposición como antisistema”, y con movimientos sociales cada vez más radicales en su manifestación, con pocos mecanismos de mediación ante el gobierno central y con demandas que se van superponiendo, se estaría en un clima muy peligroso para la gobernabilidad democrática.
Creo que esta coyuntura es la más crítica desde el retorno a la democracia. Pero las élites políticas y económicas no lo advierten suficientemente” (El Comercio - Año XXIII Nº 1180-18/07/09).
¿Una derecha fosilizada y servil?
La derecha busca derrotar a quien ose siquiera rozar sus potestades y principados encarnados en el neoliberalismo y su dios mercado, su estrategia es la demolición, añadiendo algunos elementos nuevos: como fomentar otras candidaturas para fragmentar el espacio electoral de cambio y no continuismo, inflar a Keiko Fujimori, impedir alianzas electorales del bloque popular para ser una alternativa de gobierno, y finalmente la eliminación del sufragio universal forma parte de esta estrategia. Se presenta como liberal lo que es exclusión.
En nombre de la libertad se quiere impedir la participación de los pobres, aunque parezca increíble, eso quieren los amantes del dinero, y en ello el partido aprista es todo un aparato anti histórico metido en el Estado.
Sino veamos lo sucedido con el sacerdote Marcos Arana cuando la derecha abre sus medios de comunicación para ligarlo a Elena Iparraguirre (Sendero Luminoso). Se acercan lo circos mediáticos de las ofertas electorales el 2010-2011, mientras la economía popular se desarrolla sobre los hombros de las Pymes que actualmente contribuyen con el 58,8% de la Población Económicamente Activa (PEA), de los cuales el 52,6% trabaja en microempresas, mientras que el 7,2% trabaja en pequeñas empresas y contribuyen con el 87,9% en la generación de empleos del sector empresarial y señalar su importancia por su número en el universo empresarial del país, 98,35% del total de empresas formales. Esta realidad no existe en el discurso político, por ello es factible la aparición de nuevos outsiders, por la carencia de liderazgos creibles.
A todo ello podemos agregar que en el Perú viven cerca de seis millones de jóvenes, de entre 14 a 25 años, y se calcula que el número de desempleados asciende a más de un millón, siendo la tasa de desempleo de 18 por ciento aproximadamente, señaló hoy la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Mientras los partidos políticos son una de las principales fuentes de presión para que los funcionarios públicos coloquen a un militante en un puesto de trabajo o para que un proceso de adquisición le favorezca a un determinado participante, allegado o miembro de un partido. El carné partidario se ha vuelto un símbolo del clientelismo político; o sea, de la corrupción.
Hay que apuntar que la presión puede venir desde miembros del partido fuera del aparato público, o de militantes ubicados en otras jerarquías públicas, como un ministro, un regidor, un gerente o un congresista (http://www.monografias.com/trabajos39/corrupcion-peru/corrupcion-peru3.shtml). ¿Qué ejemplo más vil para futuras generaciones?
Finalmente habría que preguntarnos porque no podemos salir del hoyo neoliberal en Perú, cuando hay “…..en América Latina con independencia de las denominaciones,……….una evidente e inmensa corriente antioneoliberal, antiglobalización y antiimperialista contra Estados Unidos. Ahora que cómo llamamos eso no creo que importe, lo cierto y el hecho concreto es que hay una situación de rebeldía que busca enfrentar al neoliberalismo, a las privatizaciones, a la apertura, a los tratados de libre comercio, o sea al imperialismo”. (Senador colombiano del progresista partido Polo Democrático Alternativo, Jorge Enrique Robledo Castillo http://www.recalca.org.co/?q=node/688)
La derecha busca derrotar a quien ose siquiera rozar sus potestades y principados encarnados en el neoliberalismo y su dios mercado, su estrategia es la demolición, añadiendo algunos elementos nuevos: como fomentar otras candidaturas para fragmentar el espacio electoral de cambio y no continuismo, inflar a Keiko Fujimori, impedir alianzas electorales del bloque popular para ser una alternativa de gobierno, y finalmente la eliminación del sufragio universal forma parte de esta estrategia. Se presenta como liberal lo que es exclusión.
En nombre de la libertad se quiere impedir la participación de los pobres, aunque parezca increíble, eso quieren los amantes del dinero, y en ello el partido aprista es todo un aparato anti histórico metido en el Estado.
Sino veamos lo sucedido con el sacerdote Marcos Arana cuando la derecha abre sus medios de comunicación para ligarlo a Elena Iparraguirre (Sendero Luminoso). Se acercan lo circos mediáticos de las ofertas electorales el 2010-2011, mientras la economía popular se desarrolla sobre los hombros de las Pymes que actualmente contribuyen con el 58,8% de la Población Económicamente Activa (PEA), de los cuales el 52,6% trabaja en microempresas, mientras que el 7,2% trabaja en pequeñas empresas y contribuyen con el 87,9% en la generación de empleos del sector empresarial y señalar su importancia por su número en el universo empresarial del país, 98,35% del total de empresas formales. Esta realidad no existe en el discurso político, por ello es factible la aparición de nuevos outsiders, por la carencia de liderazgos creibles.
A todo ello podemos agregar que en el Perú viven cerca de seis millones de jóvenes, de entre 14 a 25 años, y se calcula que el número de desempleados asciende a más de un millón, siendo la tasa de desempleo de 18 por ciento aproximadamente, señaló hoy la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Mientras los partidos políticos son una de las principales fuentes de presión para que los funcionarios públicos coloquen a un militante en un puesto de trabajo o para que un proceso de adquisición le favorezca a un determinado participante, allegado o miembro de un partido. El carné partidario se ha vuelto un símbolo del clientelismo político; o sea, de la corrupción.
Hay que apuntar que la presión puede venir desde miembros del partido fuera del aparato público, o de militantes ubicados en otras jerarquías públicas, como un ministro, un regidor, un gerente o un congresista (http://www.monografias.com/trabajos39/corrupcion-peru/corrupcion-peru3.shtml). ¿Qué ejemplo más vil para futuras generaciones?
Finalmente habría que preguntarnos porque no podemos salir del hoyo neoliberal en Perú, cuando hay “…..en América Latina con independencia de las denominaciones,……….una evidente e inmensa corriente antioneoliberal, antiglobalización y antiimperialista contra Estados Unidos. Ahora que cómo llamamos eso no creo que importe, lo cierto y el hecho concreto es que hay una situación de rebeldía que busca enfrentar al neoliberalismo, a las privatizaciones, a la apertura, a los tratados de libre comercio, o sea al imperialismo”. (Senador colombiano del progresista partido Polo Democrático Alternativo, Jorge Enrique Robledo Castillo http://www.recalca.org.co/?q=node/688)
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