El sistema pretende suministrar servicios de navegación y comunicaciones para los usuarios de la región de Asia-Pacífico para el 2012.
Beijing (Reuters) . China lanzó este fin de semana el tercero de una serie de 35 satélites, diseñados para crear su propia red de posicionamiento global para el 2020 y alcanzar a países con una presencia más consolidada en el espacio.
La red, conocida como Beidou o COMPASS, pretende suministrar servicios de navegación y comunicaciones para los usuarios de la región de Asia-Pacífico para el 2012, y tendrá cobertura mundial para el 2020, según la página oficial del programa.
China está tratando de alcanzar a Estados Unidos o Rusia en el espacio, donde ya operan satélites para mapas, previsión del tiempo y seguridad estatal.
SUSPICACIAS
En las capitales occidentales se siguen con recelo las crecientes capacidades tecnológicas militares chinas.
Más satélites podrían dar a China la capacidad de rastrear y atacar buques extranjeros en el mar, ayudándola si alguna vez estallara una guerra contra la autónoma Taiwán, según han argumentado expertos militares.
China se juega gran parte del orgullo nacional con su programa espacial, que ganó importancia cuando puso su primer “taikonauta” en órbita en el 2003, y planea hacer aterrizar una nave en la Luna en el 2012.
Sus esfuerzos espaciales han llevado a su rival India a ampliar sus propias capacidades en el sector.
Beijing (Reuters) . China lanzó este fin de semana el tercero de una serie de 35 satélites, diseñados para crear su propia red de posicionamiento global para el 2020 y alcanzar a países con una presencia más consolidada en el espacio.
La red, conocida como Beidou o COMPASS, pretende suministrar servicios de navegación y comunicaciones para los usuarios de la región de Asia-Pacífico para el 2012, y tendrá cobertura mundial para el 2020, según la página oficial del programa.
China está tratando de alcanzar a Estados Unidos o Rusia en el espacio, donde ya operan satélites para mapas, previsión del tiempo y seguridad estatal.
SUSPICACIAS
En las capitales occidentales se siguen con recelo las crecientes capacidades tecnológicas militares chinas.
Más satélites podrían dar a China la capacidad de rastrear y atacar buques extranjeros en el mar, ayudándola si alguna vez estallara una guerra contra la autónoma Taiwán, según han argumentado expertos militares.
China se juega gran parte del orgullo nacional con su programa espacial, que ganó importancia cuando puso su primer “taikonauta” en órbita en el 2003, y planea hacer aterrizar una nave en la Luna en el 2012.
Sus esfuerzos espaciales han llevado a su rival India a ampliar sus propias capacidades en el sector.
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