Por: Benito Jáuregui Rosas
benito_jauregui@hotmail.com
La primera semana de febrero arribaron a la ciudad de Trujillo la Directora General de Turismo del Principado de Asturias – España, doña María Elisa Llaneza Álvarez, en compañía del empresario Luis Manuel Mateos Sánchez, quienes llegaron ávidos de conocer la riqueza cultural del Perú traducidas en monumentos arqueológicos, costumbres y comidas, especialmente en las regiones de La Libertad y Lambayeque.
Para mi fue un honor y un placer haberles conducido durante su visita por estas tierras del norte peruano durante cuatro intensos días en los cuales experimentaron muchas vivencias, entre ellas las inusuales lluvias que arreciaron las ciudades del norte y con lo cual se llevaron un mejor entendimiento de lo que en el pasado, nuestros ancestros los mochicas y chimúes, habrían tenido que afrontar para sobreponerse a los embates del fenómeno del niño.
Durante su primer día de visita conocieron el balneario de Huanchaco, Chan Chan y Huaca de la Luna, lo cual significó para doña María una agradable y sorprendente experiencia dada la antigüedad de los monumentos, su excelente estado de conservación y su colorido. Jamás imaginó que esto podría encontrar en Trujillo.
“… Es para mi sorprendente lo que he podido observar, los milenarios caballitos de totora de Huanchaco, el gigantesco Palacio Nik An con todos sus diseños geométricos y sobre todo Huaca de la Luna, que es sin lugar a dudas uno de los monumentos más valiosos del Perú. Ustedes tienen un gran potencial, esto prácticamente recién empieza, imagino que en una década todo el mundo hablará de Huaca de la Luna como un atractivo de primer nivel”.
Y no le faltaba razón, pues justamente por estos días los directores del proyecto Huaca de la Luna han iniciado las gestiones para incluir este monumento en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, que por su profundo significado y grandeza arquitectónica estamos seguros que logrará su cometido.
El segundo día, con humedad y todo recorrimos la ciudad visitando casonas, templos y museos; tamaña sorpresa que se llevaron nuestros ilustres visitantes al ingresar a la Casa Urquiaga, Casa Emancipación y Palacio Iturregui, hasta hicieron la broma de comprar una de estas mansiones por su exquisita arquitectura y sus amplios espacios interiores. La visita al museo del Juguete fue como retornarles a la niñez, las muñecas, carritos y otros juguetes les recordaron momentos gratos de su infancia.
“La ciudad es muy bonita, muy colonial, ordenada y, hasta donde pudimos observar, segura; hemos caminado por las calles del centro, visitado la zona comercial de la avenida España y nos sorprendió mucho la cantidad de calzado que se oferta en las galerías. Aún así a la ciudad le falta ese toque de diversión de otras ciudades, por ejemplo las terrazas, restaurantes o bares al aire libre que pueden significar grandes oportunidades de inversión y de entretenimiento para los turistas. Los patios de casonas servirían muy bien para este fin”.
Aquella quinta noche del mes volvió a llover a cántaros y al siguiente día, precisamente el “Día del Pisco”, nos esperaba la travesía al complejo El Brujo y Chiclayo. Partimos al promediar las ocho de la mañana por la vía totalmente húmeda, ni qué decir de la ruta hacia El Brujo, por razones de mejoramiento de la vía principal tomamos la carretera Cartavio – Nazareno, un tramo que por el simple hecho de atravesarlo en plena lluvia se convirtió en una aventura, nuestro automóvil de turno prácticamente se dejaba llevar por la corriente y el fango de la vía. Luego de casi dos horas de viaje, por fin pudimos ingresar a los dominios de la Señora de Cao.
Disfrutaron mucho de Huaca Cao Viejo, muy bien protegido por la cubierta de geomembrana, no dejaba de sorprenderles lo bien conservado de los frisos y murales policromados y sobre todo el mausoleo de la Señora de Cao. Asimismo les pareció muy agradable la combinación del paisaje.
“…Es impresionante la forma cómo se han conservado los frisos y los colores, este mausoleo si que es impresionante y el contraste del paisaje es espectacular, muy pocas veces se observa océano, resto arqueológico y extensos cultivos, es fascinante. La momia de la Dama de Cao se encuentra muy bien conservada y eso es una ventaja comparativa fundamental; ustedes son muy afortunados de tener tanta riqueza. Sin embargo; pienso que podrían sacarle mayor provecho a partir de un mejor trabajo de planificación. La vía de acceso sería la prioridad en los trabajos que sus autoridades piensan realizar”.
Partimos luego directamente a Chiclayo; en el trayecto nos comentaban sobre lo rico que se come en Trujillo y les sorprendió la cantidad de la ración de los platos. Ya habían disfrutado del pisco sour en Trujillo y ese día por la noche, en Chiclayo, celebraron el “Día del Pisco” como se debe, con unas generosas copas bien heladas de nuestra bebida de bandera.
En la ciudad de la amistad las visitas de rigor fueron Huaca Rajada, el Museo Nacional de Sicán, que se visitó a oscuras por el corte de fluido eléctrico a causa de las lluvias, y el Museo Nacional Tumbas Reales de Sipán. Aunque intentamos ingresar a Túcume, el museo de sitio había sido prácticamente inundado por las lluvias y la zona arqueológica se encontraba en situación vulnerable; ellos lo entendieron y decidimos retornar a Chiclayo, luego de haber recorrido por avenidas convertidas prácticamente en ríos en las ciudades de Túcume y Ferreñafe.
“… el alto grado de conocimiento de la orfebrería nos demuestra que los lambayeques y mochicas fueron altamente desarrollados para su época, estos trabajos son finísimos, las máscaras, tocados y todos estos ornamentos son asombrosos. Sigo pensando que el potencial turístico del norte es muy grande. No nos equivocamos al elegir el norte como nuestro primer punto de visita en Perú, estamos muy contentos y sorprendidos”.
Sin embargo, doña María, de gran agudeza visual y habilidad cognitiva, también llamó la atención respecto a los trabajos de conservación y protección que se aplican en Chan Chan; esto a raíz de habernos encontrado en Túcume con una ciudadana inglesa que el día anterior no pudo visitar Chan Chan y ese día tampoco pudo ingresar a Túcume, ella manifestó lo siguiente:
“De suerte visitamos Chan Chan un día antes de las lluvias, hubiera sido muy penoso no haberlo visitado. Sin embargo, luego de haber estado en Huaca Rajada, felicito a quienes han tenido la idea de colocar coberturas aerodinámicas que conjugan muy bien con el monumento, estas son muy eficientes y la visita a pesar de la lluvia no se ve interrumpida. Esto mismo deberían aplicar en Chan Chan, no puede ponerse en riesgo un monumento de categoría mundial, mucho menos causar impotencia e insatisfacción a los visitantes, esto no ayuda mucho a la promoción del norte como destino.
Seguidamente agregó “es cierto que no podemos hacer nada contra la naturaleza en casos extremos como lo sucedido en Cusco, pero con lluvias esporádicas y de poca magnitud pienso que sólo es cuestión de aplicar un efectivo plan de manejo y protección que al parecer ni en Chan Chan ni Túcume lo están aplicando. Huaca Rajada y Huaca de la Luna, que también son de barro han sorteado muy bien estas lluvias, al final los ganadores siempre serán el visitante y la imagen del país como destino turístico”.
Luego de visitar el “mercado de brujos”, doña María Llaneza y don Luis Mateos se disponían a recorrer la ciudad de Chiclayo en una caminata vespertina, antes de iniciar al siguiente día su recorrido por las ciudades de Arequipa, Puno y Lima. Ellos partieron, pero nos dejaron una gran lección: querer y valorar cada día más la herencia de nuestros antepasados, de sentirnos orgullosos, pero siendo responsables con su conservación para el disfrute de las nuevas generaciones.
benito_jauregui@hotmail.com
La primera semana de febrero arribaron a la ciudad de Trujillo la Directora General de Turismo del Principado de Asturias – España, doña María Elisa Llaneza Álvarez, en compañía del empresario Luis Manuel Mateos Sánchez, quienes llegaron ávidos de conocer la riqueza cultural del Perú traducidas en monumentos arqueológicos, costumbres y comidas, especialmente en las regiones de La Libertad y Lambayeque.
Para mi fue un honor y un placer haberles conducido durante su visita por estas tierras del norte peruano durante cuatro intensos días en los cuales experimentaron muchas vivencias, entre ellas las inusuales lluvias que arreciaron las ciudades del norte y con lo cual se llevaron un mejor entendimiento de lo que en el pasado, nuestros ancestros los mochicas y chimúes, habrían tenido que afrontar para sobreponerse a los embates del fenómeno del niño.
Durante su primer día de visita conocieron el balneario de Huanchaco, Chan Chan y Huaca de la Luna, lo cual significó para doña María una agradable y sorprendente experiencia dada la antigüedad de los monumentos, su excelente estado de conservación y su colorido. Jamás imaginó que esto podría encontrar en Trujillo.
“… Es para mi sorprendente lo que he podido observar, los milenarios caballitos de totora de Huanchaco, el gigantesco Palacio Nik An con todos sus diseños geométricos y sobre todo Huaca de la Luna, que es sin lugar a dudas uno de los monumentos más valiosos del Perú. Ustedes tienen un gran potencial, esto prácticamente recién empieza, imagino que en una década todo el mundo hablará de Huaca de la Luna como un atractivo de primer nivel”.
Y no le faltaba razón, pues justamente por estos días los directores del proyecto Huaca de la Luna han iniciado las gestiones para incluir este monumento en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, que por su profundo significado y grandeza arquitectónica estamos seguros que logrará su cometido.
El segundo día, con humedad y todo recorrimos la ciudad visitando casonas, templos y museos; tamaña sorpresa que se llevaron nuestros ilustres visitantes al ingresar a la Casa Urquiaga, Casa Emancipación y Palacio Iturregui, hasta hicieron la broma de comprar una de estas mansiones por su exquisita arquitectura y sus amplios espacios interiores. La visita al museo del Juguete fue como retornarles a la niñez, las muñecas, carritos y otros juguetes les recordaron momentos gratos de su infancia.
“La ciudad es muy bonita, muy colonial, ordenada y, hasta donde pudimos observar, segura; hemos caminado por las calles del centro, visitado la zona comercial de la avenida España y nos sorprendió mucho la cantidad de calzado que se oferta en las galerías. Aún así a la ciudad le falta ese toque de diversión de otras ciudades, por ejemplo las terrazas, restaurantes o bares al aire libre que pueden significar grandes oportunidades de inversión y de entretenimiento para los turistas. Los patios de casonas servirían muy bien para este fin”.
Aquella quinta noche del mes volvió a llover a cántaros y al siguiente día, precisamente el “Día del Pisco”, nos esperaba la travesía al complejo El Brujo y Chiclayo. Partimos al promediar las ocho de la mañana por la vía totalmente húmeda, ni qué decir de la ruta hacia El Brujo, por razones de mejoramiento de la vía principal tomamos la carretera Cartavio – Nazareno, un tramo que por el simple hecho de atravesarlo en plena lluvia se convirtió en una aventura, nuestro automóvil de turno prácticamente se dejaba llevar por la corriente y el fango de la vía. Luego de casi dos horas de viaje, por fin pudimos ingresar a los dominios de la Señora de Cao.
Disfrutaron mucho de Huaca Cao Viejo, muy bien protegido por la cubierta de geomembrana, no dejaba de sorprenderles lo bien conservado de los frisos y murales policromados y sobre todo el mausoleo de la Señora de Cao. Asimismo les pareció muy agradable la combinación del paisaje.
“…Es impresionante la forma cómo se han conservado los frisos y los colores, este mausoleo si que es impresionante y el contraste del paisaje es espectacular, muy pocas veces se observa océano, resto arqueológico y extensos cultivos, es fascinante. La momia de la Dama de Cao se encuentra muy bien conservada y eso es una ventaja comparativa fundamental; ustedes son muy afortunados de tener tanta riqueza. Sin embargo; pienso que podrían sacarle mayor provecho a partir de un mejor trabajo de planificación. La vía de acceso sería la prioridad en los trabajos que sus autoridades piensan realizar”.
Partimos luego directamente a Chiclayo; en el trayecto nos comentaban sobre lo rico que se come en Trujillo y les sorprendió la cantidad de la ración de los platos. Ya habían disfrutado del pisco sour en Trujillo y ese día por la noche, en Chiclayo, celebraron el “Día del Pisco” como se debe, con unas generosas copas bien heladas de nuestra bebida de bandera.
En la ciudad de la amistad las visitas de rigor fueron Huaca Rajada, el Museo Nacional de Sicán, que se visitó a oscuras por el corte de fluido eléctrico a causa de las lluvias, y el Museo Nacional Tumbas Reales de Sipán. Aunque intentamos ingresar a Túcume, el museo de sitio había sido prácticamente inundado por las lluvias y la zona arqueológica se encontraba en situación vulnerable; ellos lo entendieron y decidimos retornar a Chiclayo, luego de haber recorrido por avenidas convertidas prácticamente en ríos en las ciudades de Túcume y Ferreñafe.
“… el alto grado de conocimiento de la orfebrería nos demuestra que los lambayeques y mochicas fueron altamente desarrollados para su época, estos trabajos son finísimos, las máscaras, tocados y todos estos ornamentos son asombrosos. Sigo pensando que el potencial turístico del norte es muy grande. No nos equivocamos al elegir el norte como nuestro primer punto de visita en Perú, estamos muy contentos y sorprendidos”.
Sin embargo, doña María, de gran agudeza visual y habilidad cognitiva, también llamó la atención respecto a los trabajos de conservación y protección que se aplican en Chan Chan; esto a raíz de habernos encontrado en Túcume con una ciudadana inglesa que el día anterior no pudo visitar Chan Chan y ese día tampoco pudo ingresar a Túcume, ella manifestó lo siguiente:
“De suerte visitamos Chan Chan un día antes de las lluvias, hubiera sido muy penoso no haberlo visitado. Sin embargo, luego de haber estado en Huaca Rajada, felicito a quienes han tenido la idea de colocar coberturas aerodinámicas que conjugan muy bien con el monumento, estas son muy eficientes y la visita a pesar de la lluvia no se ve interrumpida. Esto mismo deberían aplicar en Chan Chan, no puede ponerse en riesgo un monumento de categoría mundial, mucho menos causar impotencia e insatisfacción a los visitantes, esto no ayuda mucho a la promoción del norte como destino.
Seguidamente agregó “es cierto que no podemos hacer nada contra la naturaleza en casos extremos como lo sucedido en Cusco, pero con lluvias esporádicas y de poca magnitud pienso que sólo es cuestión de aplicar un efectivo plan de manejo y protección que al parecer ni en Chan Chan ni Túcume lo están aplicando. Huaca Rajada y Huaca de la Luna, que también son de barro han sorteado muy bien estas lluvias, al final los ganadores siempre serán el visitante y la imagen del país como destino turístico”.
Luego de visitar el “mercado de brujos”, doña María Llaneza y don Luis Mateos se disponían a recorrer la ciudad de Chiclayo en una caminata vespertina, antes de iniciar al siguiente día su recorrido por las ciudades de Arequipa, Puno y Lima. Ellos partieron, pero nos dejaron una gran lección: querer y valorar cada día más la herencia de nuestros antepasados, de sentirnos orgullosos, pero siendo responsables con su conservación para el disfrute de las nuevas generaciones.
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