PORT FOURCHON, EEUU (Reuters) - El gigante energético BP intentaba el sábado concluir con éxito su más reciente intento por contener un derrame de crudo que sale desde un pozo submarino en el Golfo de México, mientras residentes de la zona se preparan para un desastre ambiental.
Mientras el crudo fluye sin control desde un pozo ubicado a 1,6 kilómetros bajo el mar en el Golfo, la firma con base en Londres luchaba por guiar a los robots submarinos para que inserten un tubo estrecho envuelto en una cubierta de goma en una tubería de 54 centímetros que ahora derrama petróleo, y desviarlo hacia una nave en la superficie.
"Ese trabajo actualmente está en desarrollo y esperamos comenzar las operaciones durante la noche", dijo el presidente de operaciones de BP, Doug Suttles, a periodistas en la noche del viernes.
Un portavoz de BP dijo en la noche del viernes que el proceso de instalación aún continúa. Eso fue muy poco alivio para la gente de la región, ansiosa por ver avances y temerosa de que su estilo de vida cambie a medida que la crisis se extiende.
Mientras personal de la Guardia Nacional presiona por tapar las brechas de una larga línea de barreras flotantes protectoras diseñada para mantener el petróleo lejos del enorme sistema de marismas, vital para Luisiana, los camaroneros varados por la crisis seguían buscando trabajos alternativos.
"Quiero vomitar ahora mismo", dijo Michael Gros, de 51 años, propietario de un bote camaronero y capitán de Larose, un pueblo en La Fourche Parish de Luisiana.
"He estado haciendo por 22 años a tiempo completo, realmente no sé hacer otra cosa", dijo en con un suave acento cajún. "Si no llega a nuestras marismas y las no las arruina, estaría muy impresionado. Una vez que la grama muere, desaparece", agregó.
El intento previo del gigante energético por detener el derrame -con un domo enorme- fracasó la semana pasada después de que una acumulación de hidrocarbonos congelados lo hizo inútil.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, criticó el viernes a todas las compañías involucradas en el derrame -BP, Halliburton y Transocean Ltd.- y dijo que no descansaría hasta que la filtración haya sido detenida.
El derrame comenzó después de una explosión del 20 de abril en la plataforma Deepwater Horizon, que dejó 11 trabajadores muertos. Amenaza con eclipsar el derrame del Exxon Valdez de 1989 frente a Alaska y convertirse en el peor desastre ecológico en la historia de Estados Unidos.
AMENAZAS AL TURISMO, VIDA SALVAJE
Las caletas pesqueras y el turismo, dos de los principales negocios de la Costa del Golfo, junto a las aves, tortugas marinas y otras especies salvajes están amenazadas por el creciente derrame de crudo.
Suttles de BP dijo que el clima ayudaría a la compañía a lidiar con el incidente durante el fin de semana y comienzos de la próxima.
"Tenemos mejores posibilidades cuando el clima es bueno, y la previsión para el fin de semana y el comienzo de la próxima semana parece muy favorable para usar todas las herramientas que tenemos disponibles", declaró.
"Por fortuna, hasta la fecha ha habido un impacto muy limitado a la costa", agregó. Los bañistas en el pueblo de Grand Isle, un centro pesquero y de vacaciones, estaban intranquilos.
Scott Gaudin, de 45 años y un ex trabajador petroquímico, ha visitado Grand Isle durante toda su vida con su esposa y sus dos perros, debido a que queda a tres horas de manejo desde su casa en Gretna. Gaudin pasó el viernes recolectando pedazos de lo que parece ser alquitrán negro endurecido en la playa.
Gaudin dijo que está convencido de que la espuma verdosa que se forma en la costa, al borde del mar, está contaminada con petróleo y que puede ver un ligero brillo en la superficie del agua mientras la marea bajaba.
"Les apuesto que si les hacen pruebas a esto, encontrarán petróleo", dijo mientras fregaba sus dedos con la espuma. Agregó que un agente de la policía le advirtió que no pescara en la orilla.
Mientras el crudo fluye sin control desde un pozo ubicado a 1,6 kilómetros bajo el mar en el Golfo, la firma con base en Londres luchaba por guiar a los robots submarinos para que inserten un tubo estrecho envuelto en una cubierta de goma en una tubería de 54 centímetros que ahora derrama petróleo, y desviarlo hacia una nave en la superficie.
"Ese trabajo actualmente está en desarrollo y esperamos comenzar las operaciones durante la noche", dijo el presidente de operaciones de BP, Doug Suttles, a periodistas en la noche del viernes.
Un portavoz de BP dijo en la noche del viernes que el proceso de instalación aún continúa. Eso fue muy poco alivio para la gente de la región, ansiosa por ver avances y temerosa de que su estilo de vida cambie a medida que la crisis se extiende.
Mientras personal de la Guardia Nacional presiona por tapar las brechas de una larga línea de barreras flotantes protectoras diseñada para mantener el petróleo lejos del enorme sistema de marismas, vital para Luisiana, los camaroneros varados por la crisis seguían buscando trabajos alternativos.
"Quiero vomitar ahora mismo", dijo Michael Gros, de 51 años, propietario de un bote camaronero y capitán de Larose, un pueblo en La Fourche Parish de Luisiana.
"He estado haciendo por 22 años a tiempo completo, realmente no sé hacer otra cosa", dijo en con un suave acento cajún. "Si no llega a nuestras marismas y las no las arruina, estaría muy impresionado. Una vez que la grama muere, desaparece", agregó.
El intento previo del gigante energético por detener el derrame -con un domo enorme- fracasó la semana pasada después de que una acumulación de hidrocarbonos congelados lo hizo inútil.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, criticó el viernes a todas las compañías involucradas en el derrame -BP, Halliburton y Transocean Ltd.- y dijo que no descansaría hasta que la filtración haya sido detenida.
El derrame comenzó después de una explosión del 20 de abril en la plataforma Deepwater Horizon, que dejó 11 trabajadores muertos. Amenaza con eclipsar el derrame del Exxon Valdez de 1989 frente a Alaska y convertirse en el peor desastre ecológico en la historia de Estados Unidos.
AMENAZAS AL TURISMO, VIDA SALVAJE
Las caletas pesqueras y el turismo, dos de los principales negocios de la Costa del Golfo, junto a las aves, tortugas marinas y otras especies salvajes están amenazadas por el creciente derrame de crudo.
Suttles de BP dijo que el clima ayudaría a la compañía a lidiar con el incidente durante el fin de semana y comienzos de la próxima.
"Tenemos mejores posibilidades cuando el clima es bueno, y la previsión para el fin de semana y el comienzo de la próxima semana parece muy favorable para usar todas las herramientas que tenemos disponibles", declaró.
"Por fortuna, hasta la fecha ha habido un impacto muy limitado a la costa", agregó. Los bañistas en el pueblo de Grand Isle, un centro pesquero y de vacaciones, estaban intranquilos.
Scott Gaudin, de 45 años y un ex trabajador petroquímico, ha visitado Grand Isle durante toda su vida con su esposa y sus dos perros, debido a que queda a tres horas de manejo desde su casa en Gretna. Gaudin pasó el viernes recolectando pedazos de lo que parece ser alquitrán negro endurecido en la playa.
Gaudin dijo que está convencido de que la espuma verdosa que se forma en la costa, al borde del mar, está contaminada con petróleo y que puede ver un ligero brillo en la superficie del agua mientras la marea bajaba.
"Les apuesto que si les hacen pruebas a esto, encontrarán petróleo", dijo mientras fregaba sus dedos con la espuma. Agregó que un agente de la policía le advirtió que no pescara en la orilla.
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