
(Elcomercio.pe).- Esta semana la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sostuvo que los aumentos de sueldo ligados a la productividad promueven la creación de puestos de trabajo.
“Una estrategia para la rápida generación de empleo consiste en asegurar que la mayor riqueza se distribuya entre el trabajo y el capital, de tal manera que fomente la demanda interna”, estimó el secretario general de la Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (Unctad), Supachai Panitchpakdi. La lógica es que, si la población tiene más ingresos, consumirá más y esto fomenta la aparición de más empresas.
Es más, según la institución, los mayores sueldos también hacen que se incremente el potencial de la oferta de trabajo.
El organismo internacional rebate con ello la idea de que un alto desempleo es producto de un rígido mercado laboral que impide bajar salarios.
EXPERIENCIA PERUANA
Aunque la teoría propuesta por la ONU parece ser una buena salida, analistas dudaron de que se pueda aplicar en el Perú. Para Ricardo Vergara, miembro de Sace Consultores, esta idea en abstracto resulta atractiva, pero en la práctica no, dada la complejidad de la realidad peruana. Teniendo en cuenta la variación de la productividad –señala el especialista–, esto se podría convertir en un sobrecosto para las empresas.
“El problema principal en un país como el Perú es que hay muchas empresas pequeñas para las que un incremento mínimo del sueldo se transforma en un grave riesgo”, explica.
En tanto, Nolberto García, consultor del Consorcio de Investigación Económica y Social (CIES), asegura que estamos en un país donde no hay muchas políticas dirigidas para hacer crecer la productividad.
Este es un punto muy importante para el especialista, dado que impulsa la competitividad interna y externa y, de ese modo, se puede asegurar una mayor generación de empleo.
“Si uno quiere retribuir bien al trabajo, no tiene que hacerlo a un ritmo mayor al crecimiento de la productividad. Es mejor que esté por debajo para darle un espacio a la inversión”, agrega.
En ese sentido, García sostiene que la receta para disminuir el desempleo está en un mayor apoyo a la inversión privada.
Esta misma idea la comparte Gustavo Yamada, profesor de la Universidad del Pacífico, quien agrega que en el caso del Perú los indicadores de la demanda interna y del PBI siguen creciendo, por lo que la receta de la Unctad no debería ser aplicada. “El Perú está en el caso contrario. Estamos creciendo por encima de lo que podemos de manera sostenida [en vez de 6%, lo hacemos en 10%]. Sería muy cuidadoso al momento de aplicar este mecanismo para incrementar la demanda interna”, aclara.
Al respecto, Yamada remarca que estas condiciones –entre otras– impulsan el crecimiento del empleo decente en el país.
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