viernes, 17 de septiembre de 2010

TRUJILLANOS QUE NO DEBEMOS OLVIDAR

Por: Iván La Riva Vegazzo
http://ivanlariva.blogspot.com/

Hago un alto en mis viajes para rendir homenaje a un grupo de trujillanos que no debemos olvidar por su trascendencia en la historia de nuestra ciudad. Sé que hay muchos más personajes, por eso ofrezco, seguir investigando.
Entusiasmado por conocer más sobre la historia de nuestra ciudad he tenido una experiencia más que interesante. Concuerdo con quien sostiene que ”La historia no se narra, no se mira, no se escucha, no se toca. La historia se vive y se siente vivir” y estos personajes, cuyas tumbas encontré, así lo hicieron. Vivieron la historia de Trujillo. Nos toca la noble tarea trabajar porque su ejemplo no se pierda en el tiempo y porque sus apellidos acrecienten nuestro sentido de trujillanidad. Paso a nombrar alguno de ellos, y estoy plenamente convencido que hay muchos más:

EN EL PABELLÓN SAN PEDRO:
En el nicho 7 se halla la tumba de don Manuel Cabero y Muñoz, último Marqués de Bellavista, casado con doña Rosa Cabero y Tagle, cuya tumba está a su lado, en el nicho 3. Gran artífice del Primer Grito de la Independencia el 29 de diciembre de 1820. Fue Alcalde de primer voto de esta ciudad y como tal presidió la ceremonia en el Salón Consistorial, convirtiéndose en el primer alcalde republicano en el Perú. Según el historiador Nicolás Rebaza, este personaje fue asesor consejero del Marqués de Torre Tagle y amigo de don José de San Martín. Fue propietario de las haciendas Tomabal, San Juan, San Ildefonso, Santa Elena, Calunga, El Carmelo y Tanguche en los valles de Virú y Santa.

En el mismo pabellón, en el nicho 60, se encuentra la tumba del Coronel Esteban Ríos, alcalde de la ciudad, quien antes de la ocupación chilena convocó, en abril de 1881, a una patriótica reunión popular en la que se formaron tres batallones, principalmente formados por la juventud estudiosa de los colegios san Juan y Seminario de san Carlos y san Marcelo. Estos fueron, el batallón “Libres de Trujillo” al mando del Coronel de la Guardia Nacional don Justiniano Borgoño defendió al Perú en los campos de San Juan y Miraflores. El Batallón numero 1 de la Guardia Nacional estuvo al mando del propio Coronel don Esteban Ríos y el batallón numero 2 estuvo al mando del médico Nicolás Carlos de Vega.

En el nicho 15 descansan los restos de don Pedro José Soto y Velarde, Párroco de Huamachuco y Vicario de la provincia las dos veces que Bolívar llegó a dicha ciudad andina quien gustaba detener discusiones filosóficas con el Vicario. Este sacerdote celebró la misa de despedida al Ejercito Libertador que marchó desde Huamachuco a vencer en Junín y Ayacucho. Cuenta Nicolás rebaza que en esa oportunidad, valorando las cualidades de Bolívar le dijo que era “…valeroso como Alejandro, prudente como Cesar y sagaz como Ciro”. A su vez, el Libertador le contestó: “…en la América no necesitamos de los españoles; pues en ella tenemos eclesiásticos que dignamente pueden ocupar una mitra como el Sr. Vicario”.

EN EL PABELLÓN SAN JUAN CANCIO
Encontré la tumba de don Hipólito Bracamonte, nicho 30, Marqués de Herrera y Valle Hermoso, Conde Valdemar de Bracamonte y dueño de las haciendas de Chiclin y Sausal en el valle Chicama, por disposición testamentaria manumitó a todos los esclavos de su propiedad disponiendo que vivieran como hombres libres dedicados al trabajo debidamente remunerado. Con este hecho histórico podemos decir con orgullo que en La Libertad, la esclavatura obtuvo su manumisión antes que la otorgada por el presidente Ramón Castilla en el Perú (1854) y Abraham Lincoln en los EE.UU (1863).

En el nicho 47, se halla la tumba de don Silvestre de la Cuadra, en cuya lápida se lee claramente: “Uno de los fundadores de la Independencia de su Patria, a la que sirvió desde 1820, con éxito y desprendimiento”. Este personaje, con el grado de capitán fue comisionado por Torre Tagle para apresar a Tolrá, quien había llegado desde Quito para apresar al Marques. Ocupó militarmente Huanchaco reduciendo a la fuerza española e integró el ejercito patriota que derroto a las fuerzas realistas en Otuzco (1821)

En el mismo pabellón, nicho 54, yace el General de Brigada José María Lizarzaburu, “Fundador de la Independencia del Perú”. Recordemos que este personaje perteneció al primer Cabildo del Trujillo libre en el cargo de Regidor, y como tal apoyó decididamente a Torre Tagle y la causa libertadora. Fue también administrador del Tesoro y vivía en la Casa de la Tesorería donde la ciudad de Trujillo ofreció un suntuoso baile al Libertador.

EN EL PABELLÓN SAN ALFONSO
En el nicho 12, descansan los restos de un personaje que Trujillo no debe olvidar, me refiero a don Pedro Martín Olivos, secretario de la Prefectura y profesor de literatura en el colegio San Juan quien escaso de medios económicos, cedió su casa, su único patrimonio para que fuera vendida y el producto engrosara la colecta para los Fondos de la ciudad para enfrentar la Guerra con Chile.

EN EL PABELLÓN SAN PABLO
Encontré la tumba del Coronel de la Guardia Nacional don José María Cortijo, quien según el historiador Manuel Haro, este trujillano fue miembro del ejército de Andrés Avelino Cáceres con quien luchó en la batalla de Huamachuco y luego de ésta, al mando de una montonera que él mismo financió, se dedicó a hostilizar a los chilenos en la serranía otuzcana. Posicionado de las alturas, en los desfiladeros y pasos cordilleranos, despeñaba enormes “galgas”, atacando sorpresivamente al enemigo.

EN EL PABELLON SAN ROQUE
Este pabellón se encuentra más al interior, en el nicho 45 descansa don José Arcila Hurtado quien tuvo una heroica intervención contra la innoble actitud del teniente chileno Truziyos quien, el 28 de julio de 1881, destruyó el escudo nacional que se encontraba en medio de las torres de la Catedral de Trujillo siendo increpado públicamente por este valiente trujillano, quien le arrojó algunas piedras. Este hecho le mereció ser tomado prisionero. Siendo juzgado por un Consejo de Guerra, Arcila en su defensa le dijo al Cnel. Martínez, Jefe del Estado Mayor “…póngase usted en mi lugar señor coronel y que en vez de ser el ataque al escudo peruano hubiese sido el escudo chileno ¿Qué habría hecho usted?”. El coronel Martínez, valorando la actitud de Arcila le respondió: “Lo que usted ha hecho Arcila es un cumplimiento de su deber, si todos fueran como usted, nosotros no estaríamos aquí. Esta Ud. en completa libertad”.

Y así transcurrieron interesantes momentos en que reencontré con la historia de Trujillo, prometiéndome regresar para seguir hurgando en el rico historial que posee nuestro cementerio, el que bien podría convertirse en un museo como en otras ciudades importantes que valoran su pasado.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

me d a gustolo que usted rescata amigo pero quiero decirte que el batallon libres d e trujillo s e formo en el año 1979 cabe recalcar que la batalla de sanjuan en chorrillos fue el 13 de enero de 1881 y usted dice que s e formo en abril de 1881 ....