martes, 1 de febrero de 2011

MÁSCARAS

Por: Isabel Saavedra Córdova.
isabelsaavedra_c@hotmail.com

Acaban de pasar las fiestas de carnavales, pero aun vendrán mas reuniones con profusión de antifaces, disfraces…. Que en el fondo esconden algo.
Un miércoles de ceniza, vestido de humanidad, a cuya mesa ayunaron los martes de carnaval।

Máscaras, mascaradas, mascarines, mascaritas, Utilizaba el poeta
José Gálvez en su libro “Calles de Lima y Meses del año”, para reseñar los aditamentos que empleaban los Hispanos y mestizos en tiempos de carnavales en la época colonial, sostenía que lo utilizan como válvula de escape a sus nostalgias después de echar raíces en Lima.
Las mascaras en el antiguo Egipto tenían fin religioso, se esculpía el rostro con la cara del difunto y se colocaba al pie del ataúd en viaje a la eternidad; Las mascaras fueron llevadas al teatro en Roma (antigua) tras representar los cortejos fúnebres similares al país de los faraones.
También servían para ocultar el rostro en actos de diversión y pasión; y pasión; los sicoanalistas dicen que las mascaras hacen sentir libres a las personas tras el ocultamiento del rostro.
Se trata de una salida antidepresiva que adoptan las culturas y las podemos ver en todo su esplendor y color en los carnavales de Rio De Janeiro, Venecia, Puno, Ayacucho, Cajamarca.
En la Lima antigua, en carnavales proliferaron los amores prohibidos, de allí frases del virrey Montesclaros “Mal podría yo con todas, si los maridos no lograran imponerse a su cada una”
Las mascaras fueron las preferidas de los antiguos peruanos; sin embargo, los hispanos se inspiraron en los mascarones de las naves y en las fuentes de agua, las mascaras no solo fueron utilizadas en los carnavales si no también las utilizaban en fiestas para celebrar el nacimiento de príncipes, canonizaciones de santos, juramentos de nuevos monarcas. Según Gálvez hay poco registro de las fiestas de carnavales en la Lima Colonial. Ni en las memorias de los virreyes se les mencionan pues se trataba mas bien de fiestas populares, de barrios , en cambio si se indicaban las fiestas las actividades de los virreyes en carnavales, iban a la Chacarilla de san Bernardo o a la casa del noviciado. Sin embargo el estudio “diversiones publicas de Lima 1890-1920”, Fanny muñoz Cabrejos, sostiene que en la colonia existía un protagonismo afro peruano en los carnavales donde los juegos de agua pintura , harina , comparsas, el baile de diablos emplumados , imitaban a los osos, gavilanes y leones, en otras apariencias con bozales, eran considerados los carnavales mas barbaros y groseros por el tipo de música e instrumentos con las que se tocaba.
Por ello, a fines del siglo XVll se dictaron ordenanzas especiales para impedir el “juego indecente del carnaval” especialmente entre los negros y mulatos habitantes de los barrios de Abajo el Puente y Malambo, que continuaron en la república donde “los negros se convierten en la imagen de sensualidad y libertinaje sexual”

En tiempos reciente en el segundo gobierno de Manuel prado en 1950, se elimino el feriado de carnavales que duraban tres días: domingo, lunes y martes, estos últimos eran feriados.
Gálvez relata que en la Lima antigua, habían vistosas procesiones y cabalgatas de “mucho ridículo”, alcancías, hechas de barro con agua de olores y colores que eran lanzadas entre diversos bandos dando origen posiblemente a la costumbre de los carnavales ya entrada la época republicana habían personajes paganos, homéricos que en rendidos pleitos homenajeaban a los soberanos españoles procedidos de los días de cuaresma.
Habían cofradías de negros y mulatos que cambiaron a los días de la “carne suelta”; pero también el italianismo carnaval en los años del siglo XVlll ciudadanizada la palabra para reemplazarla casi por entero al de la carnestolendas.
Luego de las fiestas de carnaval y las mascaradas, venia la amargura de los arrepentimientos, el ayuno en pos del ahitamiento, Los carnavales celebrados en los días de cuaresma iniciada el miércoles de ceniza eran la última oportunidad de desfogue y desenfreno de los limeños antes de las fiestas de semana santa. Culminada los carnavales venían las procesiones, eran celebres las de santo Domingo (penitencia de la cuaresma) y san Agustín (jueves santo)
Con diferentes motivos y para cada personalidad, el ingenio humano se esconde detrás de cada mascara। El tiempo ideal son los carnavales। Con la mascara y ocultando el rostro podemos Ser libres por un momento sin autocensuras, ni remordimientos।
Viva los carnavales…!!!

1 comentarios:

Jorge Antonio Carbajal Ocampo dijo...

brillante artículo y brillante blog que tienen los trujillanos. Como puedo hacer para recibir sus articulos recientes ¿es posible?