Los martes atendía personalmente a la población
Trujillo, La Libertad.- Para evitar que vayan a especular que está utilizando sus reuniones con el pueblo para hacer proselitismo a favor de su hijo Richard -quien está postulando al Congreso de la República por las filas de Alianza para el Gran Cambio-, el alcalde de Trujillo, César Acuña Peralta, decidió suspender las audiencias públicas que venía ofreciendo los martes de cada semana en Palacio Municipal, hasta después de la elección presidencial.
En las audiencias, cada martes Acuña Peralta recibía en promedio unas 300 personas, las que lo buscaban para gestionar alguna obra vecinal, hacer denuncias diversas relacionadas al quehacer municipal o solicitarle algún apoyo personal.
El burgomaestre primero les daba la bienvenida en forma general en el Salón Consistorial de Palacio Municipal, para luego atenderlos de manera personalizada escuchándolos con mucha paciencia para darle una salida al problema planteado o solucionarlo de inmediato, algunas veces convocando a funcionarios ediles.
La mayoría de las personas lo buscaba para pedirle apoyo. Lo hacía desde las 7 de la mañana hasta acabar con el último ciudadano citado con antelación. Muchas veces se quedaba hasta pasada la medianoche.
“En una clara muestra de transparencia, el burgomaestre decidió suspender por voluntad propia, estos encuentros interpersonales con la población local hasta después del 10 de abril”, dio a conocer la gerente de Imagen Institucional de la Municipalidad Provincial de Trujillo, María Elena Pérez Orbegoso.
Trujillo, La Libertad.- Para evitar que vayan a especular que está utilizando sus reuniones con el pueblo para hacer proselitismo a favor de su hijo Richard -quien está postulando al Congreso de la República por las filas de Alianza para el Gran Cambio-, el alcalde de Trujillo, César Acuña Peralta, decidió suspender las audiencias públicas que venía ofreciendo los martes de cada semana en Palacio Municipal, hasta después de la elección presidencial.
En las audiencias, cada martes Acuña Peralta recibía en promedio unas 300 personas, las que lo buscaban para gestionar alguna obra vecinal, hacer denuncias diversas relacionadas al quehacer municipal o solicitarle algún apoyo personal.
El burgomaestre primero les daba la bienvenida en forma general en el Salón Consistorial de Palacio Municipal, para luego atenderlos de manera personalizada escuchándolos con mucha paciencia para darle una salida al problema planteado o solucionarlo de inmediato, algunas veces convocando a funcionarios ediles.
La mayoría de las personas lo buscaba para pedirle apoyo. Lo hacía desde las 7 de la mañana hasta acabar con el último ciudadano citado con antelación. Muchas veces se quedaba hasta pasada la medianoche.
“En una clara muestra de transparencia, el burgomaestre decidió suspender por voluntad propia, estos encuentros interpersonales con la población local hasta después del 10 de abril”, dio a conocer la gerente de Imagen Institucional de la Municipalidad Provincial de Trujillo, María Elena Pérez Orbegoso.
0 comentarios:
Publicar un comentario