martes, 8 de marzo de 2011

LAS MUJERES EN EL SIGLO XXI

“Ser mujer es fascinante, constituye una aventura que requiere valentía, un desafío que nunca llega a aburrir”
Oriana Fallaci


Por: Marcela García Guerrero

EL 8 DE MARZO FUE DECLARADO COMO DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER EN LA SEGUNDA CONFERENCIA INTERNACIONAL DE MUJERES SOCIALISTAS EN 1911, EN COPENHAGUE- Y RATIFICADO EN 1999 EN BEIJING- CHINA.
Mucha agua ha corrido bajo el puente desde aquel, lejano y para nosotros casi mítico, día al parecer ser 1857, en el que un grupo de valerosas mujeres, obreras de la fábrica de blusas Triangle, se unieron para hacer un reclamo laboral como el de un salario justo, mejores condiciones de trabajo en ambientes adecuados. Frente a la intolerancia e incomprensión de los empresarios, se generó un caos que produjo un incendio en el que fallecieron 120 obreras. El día de la mujer tiene pues su origen en un drama en el que -como en la gran mayoría de los casos- repercute en las mujeres trabajadoras, en este caso, obreras. Ellas ofrendaron sus vidas, es cierto, pero UNIDAS, LUCHANDO POR UNA CAUSA JUSTA.
El siglo XX, está marcado por la lucha y conquista de espacios que nos eran negados. Este movimiento es mundial, se exigía entre otros, hacer respetar su derecho al estudio, al trabajo, a un salario justo y sobre todo a ser considerada como una ciudadana de primera es decir, tener derecho al voto. Antes de esto, la mujer era un apéndice del varón, primero del padre, o hermanos, y luego del esposo, ella no tenía derechos a disponer de sus propios recursos así hayan sido obtenidos por herencia. Amigos, no existíamos legalmente, aunque sí para procrear. Ese era el ROL INDISCUTIBLE DE LA MUJER. Y del que fue liberada en los años sesenta con la aparición de la bendita o pileu, o “Píldora anticonceptiva”. Se creó el arma para que la mujer con todo derecho decidiera elegir o no la procreación.
Pero ¿Qué pasaba en nuestra ciudad?, tenemos que conocer nuestra historia y a los o las que la construyeron. En la década de los cincuenta, un grupo de mujeres profesionales, la mayoría profesoras y abogadas (estas últimas, a pesar de haber estudiado a la par que los hombres no podían firmar como tales, tenían que pedir el favor a un amoroso abogado o colega ), como Asociación de Mujeres Abogadas Liberteñas, durante muchas noches de insomnio las doctoras María Julia Luna de Ciudad, Berta Santamaría, Rosa Estrada, Hilda Pereda Larco y las ya fallecidas Amable León de Flores, Marita Hoyle, Delia Zegarra de Demarco, Aurora Bazán de Correa, Sara Llosa y Magdalena Carrión, entre otras, a las que pido disculpas por no nombrarlas, trabajaron arduamente un documento, en el que se sustentaba el por qué la mujer tenía derecho a ser ciudadana. Fue un documento completo, casi un Proyecto de Ley, no por casualidad eran abogadas, y de prestigio; algunas de ellas nos representaron en el Congreso - cuando este tenía dignidad- .Otras, con su trayectoria de vida han aportado en la educación, política y cambio social no solo en Trujillo, también en otras regiones y en Lima. Ellas trabajaron por todas la mujeres del Perú, y recibieron aportes de jóvenes luchadoras y obreras. Su trabajo no fue en vano pues el 7 de Septiembre del año 1955, el dictador, Manuel A. Odría, firmó el decreto en el que se le daba el voto a la mujer peruana.
Mucho se ha avanzado desde entonces; a las jóvenes, posiblemente, no les han enseñado porque una forma de no reconocer nuestros derechos, es ocultándolos. Sin embargo, los logros de los cuales mi generación es parte, ha alcanzado a cierto estrato de la sociedad. Preguntémonos en la práctica ¿qué tenemos? Según una encuesta aplicada a jóvenes en Trujillo por una asociación que trabaja para ellos, los resultados obtenidos son realmente sorprendentes. Los chicos manifiestan su ambición por ser futbolistas, es su ideal, porque eso da mucho dinero; las mujeres en cambio aspiran ser una copia de las agua bellas, y de famosas modelos, esto les da prestigio y también dinero. La encuesta ha sido aplicada en los sectores C y D.

En pleno siglo XXI, en una sociedad de libre mercado, traigo a colación una frase del filósofo francés Pilles Lipovetsky, quien en una entrevista entre otras cosas dice . . . “cuanto más se evoca y se pone en escena la memoria histórica de la sociedad hipermoderna: celebramos lo que ya no queremos tomar como ejemplo”. . . esta profunda visión de una sociedad como la nuestra, plagada de celebraciones, según reza el mismo texto, es encorsetar o poner en un museo todo aquello que la vertiginosa sociedad consumista e individualista está generando en cada uno de nosotros. La sentencia es contundente, habida cuenta de que dicha fecha está plagada de buenas voluntades. . . de buenas intenciones públicas y buenas leyes que reconfortan nuestras angustias de buenas personas y satisfacen nuestras responsabilidades de buenos ciudadanos. . . pero la realidad, factura hecha por los humanos, no está nada de acuerdo con estas fabulosas declaraciones: la explotación laboral, la discriminación de género y la segregación racial, siguen aún vigentes en nuestra sociedad. Así entonces, la frase contundente de Lipovetsky, tras aguda reflexión de la modernidad, seguirá teniendo esa inexorable vigencia.
Es importante situarnos en nuestra realidad, no podemos esconder la cabeza como el avestruz, nos tocó y en algunos casos elegimos vivir en nuestro país con todas sus contradicciones y exclusiones, pero como mujeres pensantes y con sensaciones, tenemos que continuar en la lucha por encontrar nuestra libertad individual, para sentirnos a gusto con nostras mismas, porque pudimos superar las etapas de nuestra vida creativamente. Unidas para que otras mujeres peruanas, las olvidadas, puedan conseguir los medios que por derecho les corresponde para su realización individual y colectiva.
Por suerte en el Perú y en la región tenemos ejemplos de mujeres luchadoras; es nuestra responsabilidad darlas a conocer a las juventudes, porque la memoria histórica es la esencia de una nación y esta juventud necesita modelos nacionales, no estereotipos que nos vienen de fuera, ni los chabacanos nacionales que adormecen y llenan la cabeza de fantasías poco creativas, mas bien de fantasías irrealizables, lo que genera más frustración.
Construir la mujer del siglo XXI, les toca a ustedes jóvenes mujeres, yo solo les pido que sueñen y que se amen mucho, la autoestima es fundamental para lograr un proyecto colectivo, de una sociedad justa, equitativa para todos.

VI UNAS PALOMAS Y SOÑE QUE ME LLEVABAN EN SUS ALAS

2 comentarios:

Luzma dijo...

Es importante que las cosas se ubiquen en su sitio, y esta reseña me parece muy positiva para ello.
Que el comercio no se adueñe también de esta fecha conmemorativa y la convierta en un día para regalitos, moños y flores, sino que sea un espacio para la reflexión, la valoración, a nivel personal, emocional, laboral, profesional, familiar... para el encuentro, la proyección y el orgullo de ser lo que somos. Nada de sexo débil, todo lo contrario.
La mujer no sólo es el sexo opuesto al varón, es mucho más y tiene por serlo mucha dificultades, físicas, sociales, económicas, que son una realidad, le pese a quien le pese, y que en su necesidad de remontar va haciéndose más fuerte, más solidaria, más comprometida.
Un abrazo a todas las mujeres de mi tierra, y sigamos en la labor de crear conciencia y madurez cívica en nuestra región y nuestro país.

Anónimo dijo...

s importante que las cosas se ubiquen en su sitio, y esta reseña me parece muy positiva para ello.
Que el comercio no se adueñe también de esta fecha conmemorativa y la convierta en un día para regalitos, moños y flores, sino que sea un espacio para la reflexión, la valoración, a nivel personal, emocional, laboral, profesional, familiar... para el encuentro, la proyección y el orgullo de ser lo que somos. Nada de sexo débil, todo lo contrario.
La mujer no sólo es el sexo opuesto al varón, es mucho más y tiene por serlo mucha dificultades, físicas, sociales, económicas, que son una realidad, le pese a quien le pese, y que en su necesidad de remontar va haciéndose más fuerte, más solidaria, más comprometida.
Un abrazo a todas las mujeres de mi tierra, y sigamos en la labor de crear conciencia y madurez cívica en nuestra región y nuestro país.