BANGKOK (Reuters).- Las naciones ricas y pobres superaron el viernes sus profundas divisiones para lograr un acuerdo de oriente las negociaciones sobre cambio climático en el 2011, centrándose en asuntos más escabrosos.
El compromiso en Bangkok fue alcanzado tras casi cuatro días de conversaciones que según algunos países en vías de desarrollo eran necesarias para "recalibrar" las negociaciones de Naciones Unidas sobre cambio climático luego de un acuerdo alcanzado en diciembre pasado en el balneario mexicano de Cancún.
Los países en vías de desarrollo querían que la agenda recogiera el Protocolo de Kyoto para combatir el calentamiento global y las promesas de las naciones ricas de disminuir sus emisiones de gas, además de aclarar cuáles serían las fuentes de financiamiento para los países más pobres.
Pero muchos países ricos dijeron que algunas naciones en vías de desarrollo estaban simplemente tratando de desmontar lo acordado en Cancún y eso socavó las negociaciones este año.
Muchas naciones están descontentas de que gran parte del encuentro sostenido del 3 al 8 de abril en Bangkok se centró en discusiones sobre la agenda. Estados Unidos dijo que eso había estancado el ambiente y algunas naciones en vías de desarrollo tenían dudas sobre el resultado final.
Todos expresaron la urgencia de sacar las negociaciones adelante.
"Es menos prometedor hoy que cuando llegamos", dijo el negociador estadounidense Jonathan Pershing a periodistas. El funcionario dijo que algunos países querían renegociar las decisiones de Cancún.
"No creo que eso vaya a ser constructivo. Lo que se hizo evidente es que no podemos esperar más de lo mismo a medida que avancemos", añadió.
Tosi Mpanu Mpanu, jefe del Grupo de Africa, dijo que tenía sentimientos encontrados.
"Gracias a dios logramos una agenda. Es una lástima que demorara tanto. ¿Qué sugiere esto para el resto del año?", comentó.
Cancún es vista como una reunión que permitió salvar las negociaciones a menudo a punto de fracasar.
Allí las naciones acordaron frenar la pérdida de bosques tropicales, crearon esquemas para transferir tecnología limpia a los más pobres y ayudarlas a adaptarse a los impactos del cambio climático.
Además, las naciones más ricas se comprometieron a aportar 100.000 millones de dólares anuales en ayuda a partir del 2020.
Pero dejó de lado asuntos más complejos, como extender o no el Protocolo de Kyoto que compromete a casi 40 naciones industrializadas a recortar las emisiones de gases invernadero un promedio de 5,2 por ciento por debajo de los niveles de 1992 entre el 2008 y 2012.
Una segunda fase del Protocolo incrementa esos recortes para las naciones ricas.
El compromiso en Bangkok fue alcanzado tras casi cuatro días de conversaciones que según algunos países en vías de desarrollo eran necesarias para "recalibrar" las negociaciones de Naciones Unidas sobre cambio climático luego de un acuerdo alcanzado en diciembre pasado en el balneario mexicano de Cancún.
Los países en vías de desarrollo querían que la agenda recogiera el Protocolo de Kyoto para combatir el calentamiento global y las promesas de las naciones ricas de disminuir sus emisiones de gas, además de aclarar cuáles serían las fuentes de financiamiento para los países más pobres.
Pero muchos países ricos dijeron que algunas naciones en vías de desarrollo estaban simplemente tratando de desmontar lo acordado en Cancún y eso socavó las negociaciones este año.
Muchas naciones están descontentas de que gran parte del encuentro sostenido del 3 al 8 de abril en Bangkok se centró en discusiones sobre la agenda. Estados Unidos dijo que eso había estancado el ambiente y algunas naciones en vías de desarrollo tenían dudas sobre el resultado final.
Todos expresaron la urgencia de sacar las negociaciones adelante.
"Es menos prometedor hoy que cuando llegamos", dijo el negociador estadounidense Jonathan Pershing a periodistas. El funcionario dijo que algunos países querían renegociar las decisiones de Cancún.
"No creo que eso vaya a ser constructivo. Lo que se hizo evidente es que no podemos esperar más de lo mismo a medida que avancemos", añadió.
Tosi Mpanu Mpanu, jefe del Grupo de Africa, dijo que tenía sentimientos encontrados.
"Gracias a dios logramos una agenda. Es una lástima que demorara tanto. ¿Qué sugiere esto para el resto del año?", comentó.
Cancún es vista como una reunión que permitió salvar las negociaciones a menudo a punto de fracasar.
Allí las naciones acordaron frenar la pérdida de bosques tropicales, crearon esquemas para transferir tecnología limpia a los más pobres y ayudarlas a adaptarse a los impactos del cambio climático.
Además, las naciones más ricas se comprometieron a aportar 100.000 millones de dólares anuales en ayuda a partir del 2020.
Pero dejó de lado asuntos más complejos, como extender o no el Protocolo de Kyoto que compromete a casi 40 naciones industrializadas a recortar las emisiones de gases invernadero un promedio de 5,2 por ciento por debajo de los niveles de 1992 entre el 2008 y 2012.
Una segunda fase del Protocolo incrementa esos recortes para las naciones ricas.
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