lunes, 8 de agosto de 2011

EL RETO DE LA BENEFICENCIA (¿PORQUÉ CERRARON LA IMPRENTA Y LOTERÍA?)

Por Manuel Rodríguez Romero

manuelbrr@hotmail.com



La semana que pasó por fin se cumplió la ley de transferir la Sociedad de Beneficencia Pública de Trujillo a la Municipalidad Provincial de Trujillo. En tal sentido, tras haberse realizado el proceso de transferencia, fue instalado el jueves último pasado el nuevo directorio, que preside Walter Ramos Barón.

El nuevo directorio además de Walter Ramos Barón, lo integran Emilia Urbina Ganvini y Rafael Aldave Herrera en representación de la Municipalidad Provincial de Trujillo; además Henry Rebaza Iparraguirre y Walter Rebaza Vásquez, gerentes Salud y Educación, respectivamente, del Gobierno Regional de La Libertad.

La Sociedad de Beneficencia Pública es una entidad autogestionaria, encargada de conducir programas de atención integral a niños, adolescentes y adultos mayores con problemas de salud mental en situación de riesgo.

Es su función, además, atender a niñas y adolescentes víctimas de la explotación comercial para lograr su desarrollo sostenido y buscar su reinserción familiar, social y educativa, mediante la solidaridad de los ciudadanos y la gestión eficiente y eficaz de sus centros productivos que permiten generar recursos financieros.

Pero a la vez es su función brindar y promover atención integral a niños, adolescentes y ancianos que se encuentren en situación de extrema precariedad económica y en riesgo, propiciando la generación y el mejoramiento de las condiciones que aseguren su desarrollo personal.

La Sociedad de Beneficencia Pública capta, canaliza y /o aplica el aporte voluntario de la colectividad para los servicios de salud y de bienestar social, así como cumplir estrictamente con la voluntad de los donantes, instituyentes y aportantes en los fines sociales establecidos de acuerdo a la política social de ayuda, desinteresada a los grupos más necesitados.

Una de las tareas inmediatas del nuevo directorio, tras una primera etapa de diagnóstico institucional, es poner en marcha un proceso de reingeniería institucional a fin de mejorar la producción y productividad de las áreas de la Beneficencia Pública que en los últimos 15 años han experimentado una notable baja a tal punto, por ejemplo, han dejado de funcionar los servicios gráficos y el Ramo de Lotería.

No debe ocurrir lo de gestiones anteriores en que, por ejemplo, los inmuebles eran dados en “alquiler” a personas por algún favor político, amistad o compadrazgo. Los alquileres deben sincerarse y el Colegio Belén o Hermanos Blanco debe contar con una eficiente administración.



Las áreas productivas de la Beneficencia Pública de Trujillo son: Inmuebles, Cementerios, Servicios Funerarios, educación, etc. y han dejado de funcionar los Servicios de Impresión y Lotería, que deben volver a producir en busca de rentas para cubrir los servicios que ofrece la institución.

Ramos Barón al anunciar su juramentación, para este viernes 12, dijo que lo primero que hará será conocer la situación real en que se encuentra la institución centenaria. Fue claro al decir que la BPT “no seguirá viviendo solo del alquiler de los inmuebles y del cementerio”.

Tendrá que buscar mayores ingresos para ofrecer más servicios, para ello tocará las puertas de la empresa privada para que aporten en obras, con deducción del pago de sus impuestos. Tendrá que investigar porqué se cerró Servicios Gráficos conocer y la situación de los inmuebles que en 1995, según el margesí, eran de 167 y ahora al parecer hay menos de cien.

Sin embargo la tarea prioritaria del nuevo directorio es modernizar la administración para optimizar los servicios buscando rentabilidad no solo económica sino también rentabilidad social, a favor de los grupos de personas excluidas del desarrollo. Este es el reto del nuevo directorio.

1 comentarios:

hecola dijo...

Que bien que se haya transferido la BPT. Lo que esperan los ciudadanos de Trujillo, es que esta institución, no este dirigida por personas carnetizadas a un partido politico,ni políticos que buscan intereses para su partido,ni hacer de esta institución la que de dádivas a personas que necesitan ayuda, para consolidar un partido político. Este tipo de instituciones deben estar dirigidas por personas notables de la ciudad, despolitizadas, no políticas y con alto grado de vocación de servicio.