
Relacionista Público
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La visita del papa Benedicto XVI a España generó alegría y criticas: Los “indignados” protestaron en plazas madrileñas empujados por la crisis económica mientras miles de jóvenes y peregrinos de todo el mundo llenaban la plaza de Cibeles para escuchar la palabra y el pensamiento del líder de la iglesia Católica.
El cable trajo la noticia: el presidente español José Luis Zapatero regaló al papa una copia de la “Obra del obispo Martínez de Compañón sobre Trujillo del Perú en el siglo XVIII”, dibujos y acuarelas que mando hacer el prelado cuyo original guarda con celo por más de dos siglos la biblioteca del palacio real en la Zarzuela.
El mensaje era evidente: trasmitir el papel que jugó España en la instalación del catolicismo en América, una tarea ardua, escabrosa, sacrificada, representativa del pasado colonial español.
El donativo provocó más protestas. Los españoles no conocen la obra de Trujillo del Perú, ni siquiera tienen idea de su existencia, antes debió exhibirse en España y luego obsequiada, dicen, otros son indiferentes: no se puede echar de menos algo que se desconoce. Igual debe ocurrir con los trujillanos que poco conocemos del contenido de la obra de obispo navarro.
Jesús Domínguez Bordona prologa una edición facsimilar de la obra de Martínez de Compañón editada en Madrid en 1936; anota que la Obra de D. Baltasar Jaime Martínez de Compañón y Bujanda, obispo de Trujillo por sus esfuerzos y resultados debe ser incorporada a la serie de grandes exploraciones coloniales.
Martínez de Compañón nació en 1735 en la villa de Cabredo, Navarra; en 1767 fue presentado por Carlos III como chantre de la Metropolitana de Lima y asumió el obispado de Trujillo el 13 de mayo de 1779 en la vacante de D. Cayetano Marcellano Agramunt
El prelado recogió en nueve tomos, mapas, planos, acuarelas, dibujos, de la arqueología, arquitectura, fauna, flora, la realidad económica-social de los pueblos, de sus habitantes, de la diócesis trujillana en nueve años de pontificado.
Según Bordona destaca en la obra de Martínez de Compañón, la fundación de 20 pueblos (16,820 habitantes) y traslado de 17; construcción de 54 escuelas, seis seminarios, cuatro casas de educación para indios, reparación de 21 iglesias, construcción de seis caminos nuevos (180 leguas), tres acequias (16 leguas), siembra de cascarilla en Trujillo, Otuzco, lino en Chocope y Zaña, reedificación de la iglesia catedral, sagrario, construcción de una nave para enterramientos; descripción de la forma de vida, fiestas, juegos, costumbre, vestimentas de españoles, mestizos, negros, actividad productiva, labores de pesca, etc.
Además, el museo Arqueológico Nacional de España conserva una magnifica serie de vasos peruanos y otras antigüedades enviadas por Martínez de Compañón entre 1788 y 1790 al príncipe de Asturias que bien podría el gobierno peruano reclamar al igual que las acuarelas del obispo.
Los nueve tomos de la obra de Martínez de Compañón, se alistó su envío a España el 13 de diciembre de 1790 con oficio al secretario de Estado D. Antonio Portier, antes fueron revisados por el Intendente de Trujillo, el cabildo eclesiástico y por el virrey del Perú, Francisco Gil y Lemus; sin embargo, no llegaron a España antes de noviembre de 1803.
Una honra a Trujillo que el Santo Padre, tenga en sus manos la historia gráfica de nuestra ciudad del siglo XVIII, si deseamos mayor información de los manuscritos, los invitamos a conocer la exposición del Obispo Martínez de Compañón en la Casa de la Emancipación del jirón Pizarro 610-620, a partir del 25 de agosto del presente año.
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