Relacionista Público
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La alcachofa era conocida por los griegos y los romanos. La leyenda dice que tomó el nombre de una muchacha seducida por el dios Zeus, dios del cielo y del trueno, conocido por sus míticas aventuras amorosas quien después de un “rapto” la transformó en su nombre actual.
En el siglo XV, la alcachofa fue consumida por los italianos, a Francia llegó por la reina Catalina de Medicis al casar con Enrique II y los conquistadores españoles la trajeron a América.
Los Medicis preferían comer corazones de alcachofa, a los sicilianos trozadas con aceite de oliva, los europeos del mundo moderno no tienen preferencias la ingieren en mitades, cuartos, fondos, purés o alcachofas marinadas; otros cheffs la presentan en estado natural o a la parrilla, con aceites o especies, en ensaladas, piqueos, encurtidos, acompañados de carnes y pescados o solas.
Sociedad Agrícola Virú (Savsa), es la pionera en la exportación de alcachofa peruana cultivada en terrenos comprados al Proyecto Chavimochic, la hortaliza se siembra hace tiempo en el valle del Mantaro, la diferencia es que Virú le da valor agregado exportándola hace una década en diversos formatos. La demanda del producto a EUA, Europa, Asia, Oceanía, es un éxito total al punto que llevó a don Miguel Nicolini, montar una fábrica para el procesamiento y envasado.
A fin de mes, en el museo Larco de Lima, se recordará el hito logrado por Savsa de vender en el exterior por primera vez el producto peruano esfuerzo que significa no sólo inversiones en la selección de las mejores semillas, modernos sistemas de riego para dotar de agua y nutrientes, sino también en prolijas investigaciones y tecnologías para asegurar productos de calidad.
No faltará en el ágape comentarios sobre las virtudes nutricionales y medicinales de la alcachofa: proteínas, calcio, fósforo, hierro, calorías, vitaminas, el poder de restaurar las funciones del hígado, de la vesícula o eliminar cálculos biliares, mejorar el apetito de los niños, sino también su alto contenido de insulina muy benéfica en la reducción de los niveles de azúcar en sangre, etc.
La alcachofa nacida en Egipto alimentada por el Nilo, viajera a través de los tiempos, encontró un medio natural para sentar raíces y reproducirse en el valle de Virú. La zona de Pur Pur, donde junto a los espárragos, la palta y los pimientos, se convierten en productos estrella de Chavimochic.
Mucho dinero fue invertido en Virú en desarrollar el negocio de la hortaliza. La constante innovación tecnológica asegurando productos de calidad, contribuyen al acelerado crecimiento de las exportaciones de la alcachofa viruñera logrando un desarrollo con inclusión generando miles puestos de trabajo en la zona.
En 1999, el Perú exportó 36 mil kg. por US$ 32 mil, los montos eran tan insignificantes que no aparecían en la estadística nacional; hoy somos el tercer exportador mundial de alcachofa después de China y Francia con 127 millones de kg. y US$ 96 millones en ventas. Sociedad Agrícola Virú cubre el 40% de la producción nacional. Al cierre del año, el éxito seguirá sonriendo por un crecimiento estimando del 20% para beneficio de la economía. Gran motivo para celebrar la primera década de la exportación peruana de la alcachofa y un reconocimiento al pionero de este emprendimiento empresarial, don Miguel Nicolini de la Puente.
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