miércoles, 13 de junio de 2012

Invasión y destrucción de los geoglifos en la Quebrada Santo Domingo

Por: Gori Tumi Echevarría López y Víctor Corcuera Cueva
A pesar de la denuncia efectuada por la Asociación Peruana de Arte Rupestre (APAR) el 16 de febrero del 2012, el sitio arqueológico de Quebrada Santo Domingo, ubicado en la margen izquierda del valle de Moche, Distrito Laredo, Provincia de Trujillo, ampliamente reconocido por el Ministerio de Cultura, el Proyecto Especial de Irrigación CHAVIMOCHIC y la comunidad científica, continua siendo impunemente invadido y convertido en un área de vivienda y cultivo destruyendo irremediablemente una variedad de sitios arqueológicos y paisajes naturales. La evidencia arqueológica, en parte ya perdida y en franco proceso de destrucción, incluye talleres líticos, edificaciones, material cerámico en superficie y especialmente un enorme y poco estudiado campo de geoglifos, cuyas características los hacen únicos en el Perú y América. No se entienden las razones por la cual todavía se permite que este patrimonio siga siendo destruido sistemáticamente, especialmente porque se ha venido denunciando el hecho desde el año 2004 cuando el mismísimo Proyecto CHAVIMOCHIC arrasó, con maquinaria pesada, parte de la zona arqueológica intangible; hechos que fueron verificados directamente por el Instituto Nacional de Cultura -ahora Ministerio de Cultura- en el campo. El caso actual de invasión al sitio arqueológico parece ser otro capítulo de desidia del Ministerio, la Municipalidad de Laredo o del Estado en la preservación de esta evidencia. A pesar que el Ministerio de Cultura ha verificado nuevamente el atentado y la invasión, aún se espera que se efectúen los actos legales correspondientes, conducentes a expulsar a los invasores de este sitio arqueológico, ejerciendo así la defensa legítima del patrimonio cultural de la nación. Otro hecho que causa suspicacia, es el desinterés del Proyecto CHAVIMOCHIC sobre el uso de las zonas aledañas de influencia del Proyecto, como son los terrenos también invadidos al Nor-Oeste (fuera de la zona arqueológica) y los caminos auxiliares y de servicio del proyecto. Es como si el Proyecto CHAVIMOCHIC alentara la destrucción del patrimonio arqueológico permitiendo a las invasiones destruir todo vestigio cultural, para luego poder usufructuar esta zona como si fuera un terreno baldío tal como hizo el 2004.El Proyecto CHAVIMOCHIC debe probablemente estimar como una molestia el sitio arqueológico ya que evita la multiplicación de las zonas de monocultivo agroindustrial que están invadiendo el valle de Moche y que están beneficiando la agricultura de exportación, de alta inversión, que no está beneficiando al pequeño agricultor ni a la población general sea el caso. Pero independientemente de nuestras apreciaciones sobre el papel del Ministerio de Cultura y el Proyecto CHAVIMOCHIC, el hecho real es que el sitio arqueológico está siendo destruido, y si no se hace algo vamos a perder evidencia cultural extraordinaria y única. Parte de los actos destructores advertidos incluyen la construcción de un camino de penetración a la quebrada, el sembrado de parcelas de monocultivo, el sembrado de plantones de frutales sobre un área extensa en la pampa de la quebrada, el transporte y repartición de agua, y la parcelación e instalación de predios y cabañas. Todos estos actos han afectado contundentemente al sitio con la destrucción irremediable e irrecuperable de talleres líticos, edificaciones circulares y paravientos y geoglifos que han sido ya destruidos o se encuentran a punto de serlo. Muchos de los materiales de estas edificaciones arqueológicas (estructuras, paravientos y geoglifos hechos con piedras superficiales) han sido usados en la construcción de muros y base de las chozas invasoras y ahora es muy difícil advertir su procedencia. Parte de los geoglifos que están siendo destruidos son únicos dentro de su tipología arqueológica, ya que se encuentran elaborados con clastos o piedras de campo colocados alineados sobre la superficie del terreno en la quebrada; diferenciándose grandemente de aquellos producidos mediante la técnica “reductiva”, es decir por el retiro de la capa de suelo superficial para lograr los trazos, y de los geoglifos en técnica “aditiva” que se hicieron con capas de piedra menudas, tipo cascajo, sobre la superficie de la pampa. No existe otro sitio arqueológico como Quebrada de Santo Domingo en todo el Perú, no con la variación y calidad gráfica figurativa de sus geoglifos, donde se incluyen además caminos y líneas antiguas, cuya presencia conjunta y concentrada, y en la escala expuesta, constituyen detalles sobresalientes y poco conocidos de estas expresiones de pensamiento nacional. No podemos perder Quebrada Santo Domingo por una invasión, no podemos perder este sitio, es demasiado importante para pasarse por alto, para ejercer nuestra desidia, nuestro desinterés o nuestro desapego. Si perdemos los geoglifos y la arqueología de Quebrada Santo Domingo vamos a arrepentirnos toda nuestra historia, por no tener conciencia hoy de la importancia crucial de la evidencia arqueológica en la recuperación de nuestra memoria colectiva, de nuestra tradición cultural legitima; de las obras de nuestros padres y ancestros que hicieron posible la conquista de nuestros país, la riqueza del valle de Moche y que prepararon nuestro camino cultural y civilizatorio hasta hoy.

1 comentarios:

MMASSAT dijo...

Será un sitio arqueológico más que pierda Perú por falta de responsabilidad de sus autoridades quien la justifican llorando que no tienen los "recursos" necesarios para cumplir con sus oficios?
POR FAVOR NO! La Quebrada de Santo Domingo posee vestigios de TODAS las etapas de ocupación humana de la región. Su investigación completa, su conservación y un acceso educativo para el público, todo como para los sitios cercas y valiosos tal como Menocucho, Cerro Oreja, Cerro Arena, La Huaca de los Reyes han estado descartados en favor de intereses más personales.
Basta en confortar la idea en el mundo que la historia del Perú empezó con los Incas y su lamentable conquista. Haz saber que las Huacas de la Luna y del Sol, Chan Chan solo son parte de los últimos capítulos de una muy larga historia de “lo nuestro.” Desde Francia hago el grito para “LA LIBERTAD” y para su pueblo quien manifestara su fortaleza exigiendo la protección del suyo.