El primer contacto que tuve con los Pallares Mochicas se remonta a mi niñez, allá en las alturas de la Sierra de La Libertad. Sería en una de las láminas dibujadas por mi abuelo- que vería y a la vez quedaría impregnado, de la belleza de aquella fabácea. Mi abuelo buscando palabras para que yo comprendiera, término indicándome que ese pallar fue tan importante para sus ancestros que hasta lo utilizaron como mensajero. Fue allí que sacó de su biblioteca otras laminas, igualmente dibujadas por él, donde estaban diseñados los “huacos” y a su vez sobre su superficie habían guerreros corriendo con "tijeras". Mi abuelo adelantándose me diría que no eran tijeras, sino bolsas, las cuales contenían los pallares. Me pareció tan fascinante lo que mi abuelo iba enseñándome y recuerdo su mensaje: Siembra un pallar y podrás conocer el mensaje.
El Pallar Mochica (Phaseolus lunatus) es originario de la Costa Peruana. Sus semillas son de forma ovalada cuasi fetal podría decir; de color blanco con manchas oscuras y viceversa. Varios estudiosos le han dedicado tiempo para sus investigaciones. Esta fabácea fue tan importante en la antigüedad que los Mochicas (100-800 d.C.) los enmarcaron en su cosmovisión representada en sus ceramios. El Pallar Mochica es uno de los legados más importantes de nuestros Ancestros Andinos, fue cultivado hace mas de 5000 años.
Hoy en día, el Pallar Mochica, es casi desconocido por la población juvenil del Perú. Con el desconocimiento de su existencia, el Pallar Mochica podría perderse de la memoria de las futuras generaciones. Sin embargo existen diferentes estudios inspirados en él. Los cuales abarcan desde un sistema de escritura, pasando por medios de oráculo hasta la representación paralela del guerrero en carreras rituales vinculadas a ritos con fines agrícolas.
Mis investigaciones personales dan por resultado que los Pallares Mochicas fueron utilizados dentro de un sistema de medición del tiempo con fines agrícolas. Investigación aun en proceso que los resultados pronto los compartiré
Nos ha tocado vivir en un sistema económico que nos oprime más, que nos ofrece sueños mediáticos para sumergirnos al consumismo desmesurado a un costo muy elevado: degradación ambiental y social. Mientras por un lado las cifras económicas son alentadoras, por otras latitudes el sistema que nos dice que todo va bien, se ensaña desatando una anarquía para parir guerras y más guerras.
Las semillas para que germinen tienen que conocer la oscuridad, y de esta oscuridad germinan y se elevan a la luz, hacia la vida, hacia un nuevo ciclo de existencia. Cultivar los Pallares Mochicas engloba una filosofía de vida. Al igual que se cultiva un Pallar, buscando el momento preciso para germinarlo, la cantidad necesaria de agua, y sobre todo la comunicación espiritual entre el Pallar y nosotros, se cultiva nuestra vida garantizando productividad y continuidad. Si aplicaríamos el cultivo del Pallar Mochica a nuestras vidas, tengo la esperanza que se germinaría una nueva generación. Somos dualidad y complementariedad, vida y muerte, arriba y abajo, hombre y mujer; el blanco y el negro del Pallar Mochica. Somos conscientes de los impactos de nuestras decisiones y elecciones. Si a un Pallar Mochica le quitas el agua, si le niegas la luz, si lo agredes y si se corta todo vinculo de comunicación, es fácil predecir su futuro. Lo mismo pasa con lo social.
Pero al igual que los Pallares Mochicas, los seres humanos podemos resurgir de la oscuridad y poder renacer, no todo está perdido. Es allí que surge esta iniciativa de tejer una red de PALLARES MOCHICAS. Cada Pallarcito se convierte en un mensaje de paz, equidad, unión, comprensión, esperanza, de recordar y respetar a nuestros ancestros Andinos; que otros mundos son posibles. Es así que camino con mis Pallares y los comparto con personas extraordinarias como tú querido lector; personas que se cuestionan porque el mundo está patas arriba. Espero que algún día nos encontremos por la ruta de la vida y así como intercambiamos los saludos, intercambiemos estos Pallares como mensaje que si fue posible lo que sembramos.
Por otro lado, los Pallares Mochicas son como nosotros los Andinos, nos adaptamos a todo terreno. Los puedes cultivar en una maceta o directamente sobre tu jardín.
¡Cultiva un Pallar Mochica, Cultiva tu Vida!
El Pallar Mochica (Phaseolus lunatus) es originario de la Costa Peruana. Sus semillas son de forma ovalada cuasi fetal podría decir; de color blanco con manchas oscuras y viceversa. Varios estudiosos le han dedicado tiempo para sus investigaciones. Esta fabácea fue tan importante en la antigüedad que los Mochicas (100-800 d.C.) los enmarcaron en su cosmovisión representada en sus ceramios. El Pallar Mochica es uno de los legados más importantes de nuestros Ancestros Andinos, fue cultivado hace mas de 5000 años.
Hoy en día, el Pallar Mochica, es casi desconocido por la población juvenil del Perú. Con el desconocimiento de su existencia, el Pallar Mochica podría perderse de la memoria de las futuras generaciones. Sin embargo existen diferentes estudios inspirados en él. Los cuales abarcan desde un sistema de escritura, pasando por medios de oráculo hasta la representación paralela del guerrero en carreras rituales vinculadas a ritos con fines agrícolas.
Mis investigaciones personales dan por resultado que los Pallares Mochicas fueron utilizados dentro de un sistema de medición del tiempo con fines agrícolas. Investigación aun en proceso que los resultados pronto los compartiré
Nos ha tocado vivir en un sistema económico que nos oprime más, que nos ofrece sueños mediáticos para sumergirnos al consumismo desmesurado a un costo muy elevado: degradación ambiental y social. Mientras por un lado las cifras económicas son alentadoras, por otras latitudes el sistema que nos dice que todo va bien, se ensaña desatando una anarquía para parir guerras y más guerras.
Las semillas para que germinen tienen que conocer la oscuridad, y de esta oscuridad germinan y se elevan a la luz, hacia la vida, hacia un nuevo ciclo de existencia. Cultivar los Pallares Mochicas engloba una filosofía de vida. Al igual que se cultiva un Pallar, buscando el momento preciso para germinarlo, la cantidad necesaria de agua, y sobre todo la comunicación espiritual entre el Pallar y nosotros, se cultiva nuestra vida garantizando productividad y continuidad. Si aplicaríamos el cultivo del Pallar Mochica a nuestras vidas, tengo la esperanza que se germinaría una nueva generación. Somos dualidad y complementariedad, vida y muerte, arriba y abajo, hombre y mujer; el blanco y el negro del Pallar Mochica. Somos conscientes de los impactos de nuestras decisiones y elecciones. Si a un Pallar Mochica le quitas el agua, si le niegas la luz, si lo agredes y si se corta todo vinculo de comunicación, es fácil predecir su futuro. Lo mismo pasa con lo social.
Pero al igual que los Pallares Mochicas, los seres humanos podemos resurgir de la oscuridad y poder renacer, no todo está perdido. Es allí que surge esta iniciativa de tejer una red de PALLARES MOCHICAS. Cada Pallarcito se convierte en un mensaje de paz, equidad, unión, comprensión, esperanza, de recordar y respetar a nuestros ancestros Andinos; que otros mundos son posibles. Es así que camino con mis Pallares y los comparto con personas extraordinarias como tú querido lector; personas que se cuestionan porque el mundo está patas arriba. Espero que algún día nos encontremos por la ruta de la vida y así como intercambiamos los saludos, intercambiemos estos Pallares como mensaje que si fue posible lo que sembramos.
Por otro lado, los Pallares Mochicas son como nosotros los Andinos, nos adaptamos a todo terreno. Los puedes cultivar en una maceta o directamente sobre tu jardín.
¡Cultiva un Pallar Mochica, Cultiva tu Vida!
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