Aunque el promedio de incendios aumentó a cuatro casos por día, según cifras oficiales del cuerpo de bomberos voluntarios, aún existe un notorio déficit de hidrantes de agua que sirvan para controlar los eventuales siniestros, de regulares y grandes proporciones, que a diario se registran en diversas zonas de la ciudad por imprudencia o descuido de la población.
En toda la provincia de Trujillo, apenas 221 grifos contra incendios se han instalado en zonas estratégicas de mayor afluencia de gente como mercados, colegios y hospitales. De esta cifra, 23 hidrantes han sido colocados en el centro histórico de la ciudad, y la cantidad restante ha sido distribuida en otros sectores de la periferia.
El jefe departamental de la compañía de bomberos, comandante Eduardo Moreno Mesta, alertó sobre la carencia de válvulas de agua en la ciudad y expresó que la falta de estos objetos también influye en las arriesgadas intervenciones de rescate que efectúan los ‘hombres de rojo’ para extinguir los siniestros.
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