La dieta alimenticia en el Perú y en otros lares de exportación, está integrada por una diversidad de gramíneas, verduras, frutas y bebidas, a los que se pueden añadir, las hierbas medicinales de naturaleza digestiva y curativa. La culinaria por ello, nos ofrece múltiples fusiones de potajes, cada uno en sus respectivas variantes y presentaciones; que van desde la preparación con productos del incario, los menjunjes y manjares africanos y aquellos propios del mestizaje en general, en las expresiones del: Chifa, las pastas y otras comidas, provenientes de la península europea y el medio oriente.
Según los registros históricos, los antiguos peruanos, emplearon numerosas técnicas de cultivo y conservación de los alimentos de acuerdo a las respectivas zonas geográficas del Imperio; siendo las más significativas: la adaptación, la fertilización, el riego, las acciones contra las plagas y la variedad de especies. El ingenio de los esclavos africanos, contribuyó a crear nuevos platos, a partir de la maceración de algunas carnes y la preparación de dulces.
En nuestra realidad, se aprecian una infinidad de platos elaborados con productos oriundos de la Región, entre ellos: Papa, chirimoya, yuca, quinua, maca, piña, tomate, maíz, tomate, ají, sauco, palta, lúcuma, pescados, cuyes, alpaca, pacae, maní, cochayuyu, tumbo, kiwicha, coca, olluco, camote y otros; ya sea en sus formas de: cremas, purés, chupes, salteados, estofados, ensaladas, jugos, extractos, pachamancas y demás exquisiteces.
Por ello, tanto los lugareños como los turistas, destacan el valor nutritivo y la combinación de sabores en la culinaria peruana; proyectando a otras naciones y sociedades, esa muestra de sana exportación, que permiten disponer en preferencia, la comercialización de los productos peruanos.
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