(ANDINA).- El escritor Mario Vargas Llosa, presidente de la Comisión de Alto Nivel que gestionará y ejecutará el Museo de la Memoria, dijo hoy esperar que la construcción esté terminada el 2011, la misma que se levantaría en el Campo de Marte, en el distrito de Jesús María.
Según el diario español El País, Vargas Llosa consideró "una excelente noticia" que el Museo se edifique en el Campo de Marte.
“Queremos que la construcción esté en un punto irreversible para antes del fin de la legislatura (dos años). En América Latina nunca se sabe qué va a pasar después”, dijo el escritor al matutino hispánico.
“El museo tiene que reflejar los horrores que se cometieron de un lado y del otro (…) Todos en la comisión tenemos claro que el museo no puede en ningún caso servir de propaganda política para nadie, porque entonces se desnaturalizaría. La moral es más importante que la política”, recalcó.
“En la comisión hay distintas posiciones políticas, pero todos estamos de acuerdo en que es un proyecto ético", enfatizó el novelista.
Bajo el título "Perú consagra su memoria histórica", El País señala que Vargas Llosa dijo estar seguro que de levantarse alguna suspicacia sobre su labor en esta comisión, al final será despejada con el paso del tiempo.
En ese sentido, explicó que ete proyecto tiene “como ejemplos el museo judío en Berlín, el de Hiroshima” y destacó especialmente uno que lo “conmovió profundamente, el de Kigali, en Ruanda”, por su sobriedad que llama a la reflexión.
Vargas Llosa evocó que al visitar este recinto africano entró un grupo de escolares, “y me pareció sumamente importante que los niños sepan por qué en su país hubo una matanza que causó 800.000 muertos”,
“Para Perú me gustaría un recinto sobrio y aleccionador de adónde nos conduce esa locura de creer que pegando tiros, poniendo bombas y matando gente se resuelven los problemas sociales. Aspiro a que sea un museo vivo que promueva el debate y la reflexión entre los peruanos. La política en la pura actualidad se vuelve frívola y superficial”, enfatizó.
El literato remarcó que en el caso peruano, el museo debe explicar cómo se forja la violencia.
“Las matanzas tienen una planificación ideológica y unos responsables concretos. Es la visión fanática de ciertas ideas, la deshumanización del enemigo para liquidarlo sin contemplaciones, la que desencadena la barbarie. La civilización es una película que se quiebra fácilmente, por eso son necesarios museos de la memoria”, agregó.
Según el diario español El País, Vargas Llosa consideró "una excelente noticia" que el Museo se edifique en el Campo de Marte.
“Queremos que la construcción esté en un punto irreversible para antes del fin de la legislatura (dos años). En América Latina nunca se sabe qué va a pasar después”, dijo el escritor al matutino hispánico.
“El museo tiene que reflejar los horrores que se cometieron de un lado y del otro (…) Todos en la comisión tenemos claro que el museo no puede en ningún caso servir de propaganda política para nadie, porque entonces se desnaturalizaría. La moral es más importante que la política”, recalcó.
“En la comisión hay distintas posiciones políticas, pero todos estamos de acuerdo en que es un proyecto ético", enfatizó el novelista.
Bajo el título "Perú consagra su memoria histórica", El País señala que Vargas Llosa dijo estar seguro que de levantarse alguna suspicacia sobre su labor en esta comisión, al final será despejada con el paso del tiempo.
En ese sentido, explicó que ete proyecto tiene “como ejemplos el museo judío en Berlín, el de Hiroshima” y destacó especialmente uno que lo “conmovió profundamente, el de Kigali, en Ruanda”, por su sobriedad que llama a la reflexión.
Vargas Llosa evocó que al visitar este recinto africano entró un grupo de escolares, “y me pareció sumamente importante que los niños sepan por qué en su país hubo una matanza que causó 800.000 muertos”,
“Para Perú me gustaría un recinto sobrio y aleccionador de adónde nos conduce esa locura de creer que pegando tiros, poniendo bombas y matando gente se resuelven los problemas sociales. Aspiro a que sea un museo vivo que promueva el debate y la reflexión entre los peruanos. La política en la pura actualidad se vuelve frívola y superficial”, enfatizó.
El literato remarcó que en el caso peruano, el museo debe explicar cómo se forja la violencia.
“Las matanzas tienen una planificación ideológica y unos responsables concretos. Es la visión fanática de ciertas ideas, la deshumanización del enemigo para liquidarlo sin contemplaciones, la que desencadena la barbarie. La civilización es una película que se quiebra fácilmente, por eso son necesarios museos de la memoria”, agregó.
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