En la muerte de Marco Antonio Corcuera, el último de los cinco grandes poetas liberteños (él penúltimo fue Héctor Centurión Vallejo) que el miércoles 9 de agosto del 2009 viajó a reunirse con sus cuatro hermanos: Horacio Alva Herrera, Wilfredo Torres Ortega, Carlos Humberto Berríos Carranza y Héctor Centurión Vallejo, fundadores del glorioso Grupo “Cuadernos Trimestrales” de Trujillo)Autor: Blasco Bazán Vera.
Héctor: poeta bueno
Poeta dulce,
Poeta noble
Con sabor a sal;
Que tus ojos grises
Cuando se cerraron
Lleváronse tiernos
El sabor del mar.
Tu noble figura
Tu apuesto avanzar
Hacen que te extrañe
El Delfín vivaz.
El día que volaste
Un erizo lloró
Y la madre perla
Sintiendo tu ausencia
Como niña en pena
Por ti indagó.
Vinieron las olas
Trayendo sobre ellas
Dos hermosos pulpos
Cientos de gaviotas
Que alzaban muy alto
Emblemas de paz.
Y en la enorme roca
Juntos como hermanos
Estaban Horacio,
Con Carlos Humberto,
Que apegado a Wilfredo,
Felices rieron
Al verte llegar.
Héctor, te dijeron
¿Y Marco Antonio, cómo está?...
Los tres comprendieron
El santo silencio y
Wilfredo con Horacio,
Héctor con Humberto.
Tomados de la mano
Se ausentaron luego,
En las mismas olas
De la eternidad.
De pronto
Volvieron sus ojos
Mirando hacia atrás
Era Marco Antonio
Que feliz llegaba
Y con él trayendo
La felicidad.
Te esperábamos, dijeron
Los cuatro titanes
Que la gente espera nuestro recital.
Los Cinco rasgaron
Las fibras del aire
Y ahí escribieron
Lo que sólo saben
Escribir los versos
Más bellos de paz.
Ahora los Cinco
Hombres Trimestrales
Se enrumbaron luego
Hacia el recital,
Donde un coro de ángeles
Ya entonaba bello
El himno más puro
Al verlos llegar.
Héctor con Wilfredo,
Carlos con Horacio
Al gran Marco Antonio
Tiernos le ordenaron
Comenzar, riendo,
En el salón celestial
La lectura eterna
De su gran Recital.
0 comentarios:
Publicar un comentario