sábado, 10 de abril de 2010

Postergan la construcción de Inambari

La empresa Egasur no solicitará al Gobierno la concesión definitiva en junio, como lo anunciaron inicialmente.
Obra no se realizará hasta que pobladores no la aprueben. (Difusión)


(Perú 21) El consorcio de capitales brasileños Egasur informó ayer que ha decidido postergar la construcción de la hidroeléctrica de Inambari, al no haber logrado la “licencia social’ que requería para iniciar las obras en todos los departamentos que forman la zona de influencia del proyecto: Madre de Dios, Cusco y Puno.
El anuncio lo hizo Evandro Miguel, presidente del proyecto, quien argumentó que “la realidad social y económica en el sur andino-amazónico del país obliga a adaptar la obra al ritmo de los procesos sociales y locales”.De acuerdo con la propia Egasur, en el eje integrado por los centros poblados de Cusco y de Madre de Dios ya han logrado un diálogo fluido con la población. Incluso, en Cusco se ha formado una comisión de alto nivel –integrada por el presidente regional, algunos alcaldes y líderes locales– que supervisa las negociaciones con las comunidades.

MÁS TIEMPO PARA NEGOCIAR. “Los problemas están en Puno y en Puerto Maldonado, donde el acercamiento ha resultado más difícil”, admitió Miguel. Por ello, agregó, solicitarán al Gobierno la ampliación de la concesión temporal, que tienen para hacer estudios en la zona, por un año más. El pedido formal lo concretarán ante el Ministerio de Energía y Minas en dos semanas.
Su licencia actual, otorgada por dos años, vence el 23 de junio próximo. Egasur –integrado por Electrobas, Furnas y OAS– había programado, inicialmente, entregar para esa fecha el estudio de factibilidad y, meses después, el de impacto ambiental. En diciembre planeaba empezar las obras, según lo manifestó en febrero el gerente general de Furnas, Valfredo Ribeiro.
Sin embargo, la negativa de la población, sobre todo de Puno, los ha llevado a evaluar el proyecto y avanzar más lento hasta ganar el consentimiento de la población.
Tomando datos del censo del INEI de 2007, estimaron que serían 3,261 personas las afectadas directamente con la inundación prevista para la construcción de la central, pero este número podría duplicarse si se tiene en cuenta que, con el auge de la minería informal y el narcotráfico, la migración hacia dicha zona ha aumentado.
SE EVALUARÁ. El viceministro de Energía, Daniel Cámac, dijo a Perú.21 que analizará los argumentos de la empresa. Agregó que la postergación “no es una sorpresa”, y descartó que el retraso en las obras vaya a afectar, en un futuro, el convenio de cooperación energética que negocian Perú y Brasil.

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