lunes, 10 de mayo de 2010

Cultivos orgánicos sí pueden ser rentables

Mientras algunos defienden la alta rentabilidad que pueden ofrecer las semillas genéticamente modificadas, el mundo —y el Perú— aumentan sus ganancias gracias a los cultivos ecoamigables

(EL Comercio) Sin duda alguna, los humanos del siglo XXI se están cansando de los efectos negativos que genera la vorágine tecnológica y están empezando a preocuparse por la preservación del medio ambiente. Esa tendencia, preponderante sobre todo en Europa y Estados Unidos, está acompañada de ecológicos hábitos alimenticios que, a su vez, han ocasionado, como es de suponer, que en diez años se duplique el área de cultivos que respetan el ecosistema.
Aunque son solo 35 millones de hectáreas en el mundo —el equivalente a casi todo el suelo forestal de la selva del Perú— las certificadas como favorables para los cultivos orgánicos, ya han generado un movimiento comercial superior a los 45 mil millones de euros y registran un crecimiento sostenido.
Según la International Federation of Organic Agriculture Movements (Ifoam), la región latinoamericana posee 8,1 millones de hectáreas, lo que representa el 23% del total de estas, que generan 600 millones de euros. El Perú se acerca al tercer lugar dentro de ese 23% con 446 mil hectáreas cultivadas, el doble de lo que tenía certificado hace menos de cinco años, y con exportaciones en productos orgánicos superiores a los US$160 millones.

“BOOM” ECOLÓGICO
Aunque la palabra “boom” está ya muy repetida en distintos rubros ligados a las exportaciones, Vanessa Ingar, coordinadora del programa de promoción de Biocomercio de Prom-Perú, no duda en utilizarla para calificar el expansivo crecimiento que en los últimos cinco años vienen registrando las exportaciones de productos orgánicos cultivados en suelo peruano.
Explica que las exportaciones de este sector crecen a un ritmo del 30% anual, gracias a la demanda creciente que tienen en los países desarrollados los productos naturales que cuentan con una certificación sobre la forma en que fueron sembrados y cosechados. “Se está buscando la otra cara de la moneda, aquella que garantiza una mejor salud. En parte, esto se explica por la presencia de una abundante población anciana en Europa”, detalla.
Ya en el 2007 Prom-Perú hablaba de la existencia de más de 30 cadenas de supermercados (o biosupermercados) preocupadas por ofrecer productos que no provengan de semillas genéticamente modificadas. Los clientes de estos minoristas, tanto en Estados Unidos como en Europa, están habituados a pagar un precio 20% más alto por este tipo de alimentos .
El Perú ha sabido ganar un lugar dentro de esos compradores, añade Ingar, con productos como el café, el cacao, el banano y el mango.
En el caso del café orgánico, Prom-Perú estima que hemos pasado de exportar 8,6 millones de kilos en el 2005 a 24,3 millones de kilos en el 2009. No en vano, la Asociación Americana de Cafés Especiales entregó este año el premio del Mejor Café Especial del Mundo a un café orgánico peruano. Y, en el caso del banano, añaden, nuestro país espera exportar en el 2010 83,3 millones de kilos, frente a los 42,8 millones de kilos negociados en el 2005.

PASO SEGURO
El auge de este tipo de cultivo, según Jorge Jave Nakayo, director de Producción Orgánica del Senasa, se observa no solo en la cantidad de productos exportados, sino también en la cantidad de agricultores que se dedican a esta labor y buscan las certificaciones respectivas. De acuerdo con sus estadísticas, en el último año se ha incrementando en 20% el número de productores de este tipo de cultivo (actualmente son 55 mil) y constantemente reciben pedidos de diversas empresas para obtener las certificaciones respectivas. Las oportunidades de inversión en cultivos nuevos en la costa, señaló, han contribuido a impulsar este dinamismo.
En el Perú, agregó, se ha contado siempre con cultivos más tecnificados en la costa que en la selva. Sin embargo, hoy se nota un mayor interés por cultivos bioamigables tanto en Piura como en Ica.
La mayor extensión de terreno con productos orgánicos es Madre de Dios, donde los campesinos recolectan castaña silvestre, pero es Junín, gracias a la cantidad de hectáreas de café y cacao cultivadas, el que lidera los niveles de producción. Jorge Jave añadió que los otros departamentos con volúmenes importantes son: Loreto, con el cultivo del palmito; Cajamarca, con el mango; San Martín, con el café; y Piura, con el banano.
Pero eso no es todo. De acuerdo con las estadísticas que anualmente publica Ádex, en el Perú también se tienen en cuenta otros productos que, si bien en valores FOB no alcanzan a destacar, van ganando terreno y fama en el mercado internacional. En este grupo están las hierbas aromáticas, el camu camu, la maca, la trucha, el limón, la lúcuma, el ají, la algarroba, la panela, la kiwicha, la quinua, el orégano, el maíz morado, la menta, la uña de gato y el algodón. “Incluso hasta figura una empresa de pisco orgánico”, agrega Vanessa Ingar.

EL SIGUIENTE NIVEL
La demanda internacional por frutas y verduras ecoló-gicamente amigables para consumo directo concentran solo cerca del 30% del mercado orgánico. Existe otro tipo de formas de comercializar estos productos, según las investigaciones de Prom-Perú, que también ofrecen oportunidades para los agricultores peruanos.
Entre esos grupos se considera al uso de productos orgánicos como insumos en el rubro farmacéutico, especialmente en multivitaminas (los insumos naturales son un mercado calculado en US$30 mil millones).
Asimismo, dichos estudios valoran con un alto potencial a los insumos orgánicos dentro del sector de cosméticos. La corriente que busca sustituir los ingredientes sintéticos por naturales (frutas y hierbas) es seguida por alrededor de 4.000 consumidores en solo cuatro países. En realidad, precisaron, cerca del 33% de los consumidores de cosméticos indicaron su interés por usar este tipo de productos.
En nuestro país, anotó Ingar, se exportó el año pasado US$160 millones entre los principales productos agrícolas, pero el valor del mercado asciende a cerca de US$250 millones si se considera también los insumos que se han brindado a las industrias antes mencionadas, como la farmacéutica o la textil. El potencial para crecer, afirma, es enorme.
Y no es para menos. La Comisión Nacional de Productos Orgánicos del Ministerio de Agricultura (Conapo) manifestó que, localmente, solo un 40% de las unidades agropecuarias utilizan fertilizantes químicos, el 42% insecticidas y el 17% semillas mejoradas. Asimismo, el organismo precisó que, hace un año, más del 90% de los agricultores no tenía maquinaria agrícola de avanzada. Sin embargo, los cultivos costeños de exportación, como las uvas o espárragos, sí cuentan con todos los sistemas de riego tecnificado.
Según las cifras que expone la Conapo en su plan de trabajo anual, en nuestro país existe un 20% de la superficie de labranza que está en barbecho (tierras que se dejan descansar del cultivo por un año o dos pero que se siguen arando para que recuperen su humedad y minerales) y otro 17% en abandono. Estas podrían ser recuperadas con un adecuado tratamiento natural del suelo, el agua y las semillas sin necesidad de emplear métodos químicos.
El lado positivo de contar con tan poca tecnificación en estas tierras es que, si aprueban los procesos de certificación internacional existentes, podrán empezar a exportar dentro de la categoría de productos de consumo —o insumos industriales— orgánicos.

FUTURO OPTIMISTA
Jorge Jave Nakayo afirmó que las superficies con manejo orgánico han crecido más del 42%, aun cuando el incremento de superficies en producción agrícola es moderado (11%), por lo que se tiene una tendencia positiva con una perspectiva más optimista que la que se maneja en todo el sector agrícola.
Sin embargo, no basta con mirar las cifras positivas para soñar con que se mantendrá la expansión de este sector. El especialista asegura que obtener las certificaciones es un paso minucioso que debe ser analizado con cuidado durante todo el proceso de cultivo.
En la actualidad, detalló, alrededor del 60% de las exportaciones orgánicas peruanas se destinan al mercado europeo, el cual exige gran variedad de requisitos que deben cumplirse para permitir la importación de estos productos. “A la fecha, las autoridades europeas deben autorizar, importador por importador, el ingreso de los productos orgánicos peruanos y para ello debe tramitarse una serie de documentos. El Perú está gestionando su ingreso a la lista de países terceros, porque de esta manera se facilitará la comercialización de productos orgánicos a este mercado importante”, señaló. ¿Cuándo será posible eso? La Senasa pronostica que, a más tardar el 2011, lograremos ser reconocidos en esa lista.
Además, comentó que cada organismo de certificación define sus propios procedimientos, que a veces pueden tomar hasta un año, pues incluyen el análisis de la información remitida, la realización de inspecciones y la emisión de las evaluaciones.
“Nuestro país es orgánico por “default”. Lo que falta es certificar que esos cultivos sean orgánicos. Es complicado porque la oferta está diseminada y se posee una calidad desigual, pero el potencial que existe es enorme y hay que aprovecharlo”, asegura Vanessa Ingar .

*DEFINICIONES
Orgánico 100%*Cuando los agricultores hablan de los productos orgánicos no solo se refieren a aquellos que no han recibido agua contaminada con residuos químicos o que utilizan un pesticida carente de químicos. Estos engloban mucho más características.
La definición preferida es la que ofrece el Departamento de Agricultura de Estados Unidos: son alimentos producidos con recursos renovables que permiten mejorar la calidad medioambiental para las futuras generaciones. La radiación iónica, la bioingeniería y el uso de sustancias químicas en los fertilizantes están completamente descartados en este tipo de cultivos, cuyo objetivo principal es mantener en buen estado el ecosistema.

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