Compartimos con ustedes algunas imágenes.
Por: Marcela García Guerrero
Directora
Así los perciben quienes a combazo limpio están destruyendo lápidas, mausoleos, esculturas, bronces y todo lo que pueden en el patrimonio histórico del antiguo cementerio de Miraflores. O son foráneos que no tienen a ningún antepasado allí, o, simplemente la ignorancia y el afán por obtener algunos recursos a costa de los sentimientos de los deudos los hace cometer estas fechorías, que duele y mucho a los que sí tenemos a nuestros seres queridos en él, a los que nos preocupamos porque ese lugar que debería ser de recogimiento, también ha caído en las manos de seres insociables, totalmente desubicados.
No es romanticismo, no es sentimentalismo, es simplemente exigir respeto por los que descansan en él; a su vez exigirles o quizás enseñarles que la historia, tradición y arte de un bien cultural merece el respeto de todos, porque es parte de nuestro patrimonio.
Hace pocos días en un recorrido por el mismo, nos sorprendió ver la tumba de una persona que después de haber fallecido hace 100 años, aún tiene flores, esto significa que el ser humano aún sin haber conocido a sus antepasados, tiene un respeto y cariño por ellos. Pero más nos sorprendió el abandono y descuido del cementerio, pabellones con el piso destrozado, nichos quemados, otros sin el mármol, que en su momento fue mandado hacer con mucho amor por sus deudos.
Los jardines, están desapareciendo, en su lugar hay numerosas tumbas. Es increíble que un lugar diseñado con determinadas características, para cumplir un servicio a la comunidad, servicio que por cierto no es gratuito, las tumbas y nichos son vendidos a la sociedad para que entierren a sus difuntos. En el momento de adquirirlos eligieron la ubicación y el diseño de la zona, actualmente es otra cosa, está totalmente desbordado por la “urgencia” de contar con nuevos espacios, llámense “pabellones”, o ”tumbas”, en esto hay una informalidad que atenta contra todo sentido ético, legal y por último me atrevería a decir que sanitario.
Es urgente que las instituciones respectivas, convoquen a los colegios profesionales para que se hagan los arreglos respectivos, es más, tenemos conocimiento que ya existe una propuesta, del arquitecto Carlos Moreno, para un arreglo integral de este espacio. Esto no solo es responsabilidad de las autoridades, también es responsabilidad de la sociedad, exigir que nuestros bienes culturales e históricos se conserven, más aún en este caso, en el que todos tenemos algún miembro de nuestra familia que merece respeto.
Algunos ciudadanos responsables, están firmando un pronunciamiento, nos sumamos a ello, y esperamos que juntos podamos conseguir que el centenario CEMENTERIO DE MIRAFLORES, tenga la conservación que se merece. Que con carácter de Urgencia, las autoridades respectivas busquen un nuevo lugar para construir un campo santo alternativo que dado el crecimiento de la ciudad se necesita.
Por: Marcela García Guerrero
Directora
Así los perciben quienes a combazo limpio están destruyendo lápidas, mausoleos, esculturas, bronces y todo lo que pueden en el patrimonio histórico del antiguo cementerio de Miraflores. O son foráneos que no tienen a ningún antepasado allí, o, simplemente la ignorancia y el afán por obtener algunos recursos a costa de los sentimientos de los deudos los hace cometer estas fechorías, que duele y mucho a los que sí tenemos a nuestros seres queridos en él, a los que nos preocupamos porque ese lugar que debería ser de recogimiento, también ha caído en las manos de seres insociables, totalmente desubicados.
No es romanticismo, no es sentimentalismo, es simplemente exigir respeto por los que descansan en él; a su vez exigirles o quizás enseñarles que la historia, tradición y arte de un bien cultural merece el respeto de todos, porque es parte de nuestro patrimonio.
Hace pocos días en un recorrido por el mismo, nos sorprendió ver la tumba de una persona que después de haber fallecido hace 100 años, aún tiene flores, esto significa que el ser humano aún sin haber conocido a sus antepasados, tiene un respeto y cariño por ellos. Pero más nos sorprendió el abandono y descuido del cementerio, pabellones con el piso destrozado, nichos quemados, otros sin el mármol, que en su momento fue mandado hacer con mucho amor por sus deudos.
Los jardines, están desapareciendo, en su lugar hay numerosas tumbas. Es increíble que un lugar diseñado con determinadas características, para cumplir un servicio a la comunidad, servicio que por cierto no es gratuito, las tumbas y nichos son vendidos a la sociedad para que entierren a sus difuntos. En el momento de adquirirlos eligieron la ubicación y el diseño de la zona, actualmente es otra cosa, está totalmente desbordado por la “urgencia” de contar con nuevos espacios, llámense “pabellones”, o ”tumbas”, en esto hay una informalidad que atenta contra todo sentido ético, legal y por último me atrevería a decir que sanitario.
Es urgente que las instituciones respectivas, convoquen a los colegios profesionales para que se hagan los arreglos respectivos, es más, tenemos conocimiento que ya existe una propuesta, del arquitecto Carlos Moreno, para un arreglo integral de este espacio. Esto no solo es responsabilidad de las autoridades, también es responsabilidad de la sociedad, exigir que nuestros bienes culturales e históricos se conserven, más aún en este caso, en el que todos tenemos algún miembro de nuestra familia que merece respeto.
Algunos ciudadanos responsables, están firmando un pronunciamiento, nos sumamos a ello, y esperamos que juntos podamos conseguir que el centenario CEMENTERIO DE MIRAFLORES, tenga la conservación que se merece. Que con carácter de Urgencia, las autoridades respectivas busquen un nuevo lugar para construir un campo santo alternativo que dado el crecimiento de la ciudad se necesita.
0 comentarios:
Publicar un comentario