WASHINGTON (Reuters) - El presidente Barack Obama instó el jueves a los republicanos a ayudarlo a desarrollar una extensa reforma al sistema de inmigración de Estados Unidos, aún cuando buscan medidas de seguridad más rigurosas en la frontera.
Obama, quien enviará a 1.200 efectivos de la Guardia Nacional a la frontera entre Arizona y México, dijo en una conferencia de prensa en la Casa Blanca que "no vamos a solucionar" el dilema migratorio de Estados Unidos sencillamente enviando soldados.
El debate se ha intensificado en el último mes, debido a que Arizona aprobó una ley que exige a la policía que revise la situación de residencia de cualquiera que sospeche que se encuentra ilegalmente en Estados Unidos.
Obama quiere que se apruebe una nueva ley sobre inmigración este año o el próximo que crearía "un marco sobre migración humano, justo, ordenado en el que las personas puedan inmigrar a este país de manera legal".
Los demócratas controlan ambas cámaras del Congreso, pero sus mayorías no son lo suficientemente grandes como para superar los obstáculos que levantan los republicanos.
"Ni siquiera necesito que nos encontremos en la mitad. Avancen sólo un cuarto", dijo el martes Obama a los republicanos en una reunión en el Capitolio.
Parece improbable que se vaya a lograr una nueva ley este año, debido a las líneas de batalla política esbozadas para las elecciones legislativas de noviembre, en las que los republicanos esperan aumentar su cantidad de congresistas.
El Senado liderado por los demócratas rechazó el jueves una iniciativa de los senadores republicanos John McCain y Jon Kyl de Arizona y de John Cornyn de Texas, presentada como enmienda a un proyecto de gastos para las guerras en Afganistán e Irak, para enviar más soldados, agentes de patrullas e investigadores a la frontera con México.
Posteriormente el jueves, McCain convenció a sus correligionarios de la Comisión de Servicios Armados del Senado para que aprueben los refuerzos en la frontera como parte de un proyecto de ley de defensa separado.
"Al menos 6.000 efectivos de la Guardia Nacional deben ser desplegados para asistir a la patrulla fronteriza para detener la inmigración ilegal, los traficantes de drogas y contrabandistas de personas que atraviesan la frontera", dijo McCain, quien enfrenta a un duro rival conservador en su campaña por la reelección.
¿PUNTO MUERTO?
"Todos sabemos qué tenemos que hacer, es decir, una detallada" reforma a las leyes de inmigración, dijo el senador demócrata por Nueva York, Chuck Schumer.
Activistas de ambos extremos del debate dijeron que los planes de Obama para enviar soldados y buscar 500 millones de dólares para la seguridad podrían calmar a los críticos de los planes demócratas por buscar una reforma detallada a la inmigración, pero que es improbable que se supere el punto muerto en el Congreso antes de las elecciones de noviembre.
"Las posibilidades de mover algo este año son muy pocas", dijo Tamar Jacoby, quien dirige ImmigrationWorks USA, un grupo de presión a favor de la reforma en Washington.
"(Sin embargo,) creo que es un paso útil, porque pienso que muchos republicanos, demócratas de centro y estadounidenses están preocupados sobre la frontera", agregó.
Steven Camarota, director de investigación del Centro de Estudios de Inmigración -partidario de fortalecer la seguridad fronteriza-, dijo que enviar soldados era un "gesto simbólico".
"Obviamente, ellos no van a hacer que se cumpla la ley directamente, ellos sólo van a estar allí para respaldo. No es mucha gente. Pero muestra que él (Obama) está escuchando", sostuvo Camarota.
Obama dijo que los soldados ayudarían en labores de inteligencia, para lidiar tanto con el narcotráfico como con el contrabando de personas en la frontera, para aliviar el trabajo de los guardias fronterizos.
Obama, quien enviará a 1.200 efectivos de la Guardia Nacional a la frontera entre Arizona y México, dijo en una conferencia de prensa en la Casa Blanca que "no vamos a solucionar" el dilema migratorio de Estados Unidos sencillamente enviando soldados.
El debate se ha intensificado en el último mes, debido a que Arizona aprobó una ley que exige a la policía que revise la situación de residencia de cualquiera que sospeche que se encuentra ilegalmente en Estados Unidos.
Obama quiere que se apruebe una nueva ley sobre inmigración este año o el próximo que crearía "un marco sobre migración humano, justo, ordenado en el que las personas puedan inmigrar a este país de manera legal".
Los demócratas controlan ambas cámaras del Congreso, pero sus mayorías no son lo suficientemente grandes como para superar los obstáculos que levantan los republicanos.
"Ni siquiera necesito que nos encontremos en la mitad. Avancen sólo un cuarto", dijo el martes Obama a los republicanos en una reunión en el Capitolio.
Parece improbable que se vaya a lograr una nueva ley este año, debido a las líneas de batalla política esbozadas para las elecciones legislativas de noviembre, en las que los republicanos esperan aumentar su cantidad de congresistas.
El Senado liderado por los demócratas rechazó el jueves una iniciativa de los senadores republicanos John McCain y Jon Kyl de Arizona y de John Cornyn de Texas, presentada como enmienda a un proyecto de gastos para las guerras en Afganistán e Irak, para enviar más soldados, agentes de patrullas e investigadores a la frontera con México.
Posteriormente el jueves, McCain convenció a sus correligionarios de la Comisión de Servicios Armados del Senado para que aprueben los refuerzos en la frontera como parte de un proyecto de ley de defensa separado.
"Al menos 6.000 efectivos de la Guardia Nacional deben ser desplegados para asistir a la patrulla fronteriza para detener la inmigración ilegal, los traficantes de drogas y contrabandistas de personas que atraviesan la frontera", dijo McCain, quien enfrenta a un duro rival conservador en su campaña por la reelección.
¿PUNTO MUERTO?
"Todos sabemos qué tenemos que hacer, es decir, una detallada" reforma a las leyes de inmigración, dijo el senador demócrata por Nueva York, Chuck Schumer.
Activistas de ambos extremos del debate dijeron que los planes de Obama para enviar soldados y buscar 500 millones de dólares para la seguridad podrían calmar a los críticos de los planes demócratas por buscar una reforma detallada a la inmigración, pero que es improbable que se supere el punto muerto en el Congreso antes de las elecciones de noviembre.
"Las posibilidades de mover algo este año son muy pocas", dijo Tamar Jacoby, quien dirige ImmigrationWorks USA, un grupo de presión a favor de la reforma en Washington.
"(Sin embargo,) creo que es un paso útil, porque pienso que muchos republicanos, demócratas de centro y estadounidenses están preocupados sobre la frontera", agregó.
Steven Camarota, director de investigación del Centro de Estudios de Inmigración -partidario de fortalecer la seguridad fronteriza-, dijo que enviar soldados era un "gesto simbólico".
"Obviamente, ellos no van a hacer que se cumpla la ley directamente, ellos sólo van a estar allí para respaldo. No es mucha gente. Pero muestra que él (Obama) está escuchando", sostuvo Camarota.
Obama dijo que los soldados ayudarían en labores de inteligencia, para lidiar tanto con el narcotráfico como con el contrabando de personas en la frontera, para aliviar el trabajo de los guardias fronterizos.
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