Ahora, los visitantes pueden disfrutar de los mayores atractivos de la Ciudad de la Eterna Primavera y dormir en el campo.
(Perú 21).- Amanecer en la compañía moche. Ver, al despertarse, el cielo claro, las tradicionales casitas de quincha y barro, los algarrobos que asoman discretos y dominando el hermoso escenario, la Huaca de la Luna. Ese es el paisaje que uno puede apreciar en este rincón de Trujillo, a solo 15 minutos de la ciudad de la Eterna Primavera, donde alguna vez se desarrolló la gran cultura Mochica, cuyas huellas permanecen en el lugar.
En efecto, en la campiña moche está ubicado el complejo arqueológico Huacas del Sol y la Luna, cuyo museo, que hace poco abrió sus puertas al público, recibe a nada menos que 400 turistas por día.Para vivir una completa experiencia moche, De Sol y Barro, Huaca de la Luna Sanctuary Losges es una excelente alternativa. Ese hotel, de categoría boutique, se ubica al frente de la Huaca de la Luna.
Los visitantes que llegan al hospedaje pueden disfrutar desde un interesante recorrido por la Ruta del Caminante Moche, Chan Chan o el complejo arqueológico El Brujo, hasta exquisitos platos peruanos de la zona, escenificaciones de ceremonias moche, espectáculos de marinera y un muy bien surtido bar con cocteles nacionales y creaciones propias, como La Sacerdotisa, hecho en honor a la Señora de Cao.
Las suites de este hotel son casitas hechas de barro y quincha que armonizan con el lugar. Cada una posee todas las comodidades para una grata estadía, jacuzzi, aire acondicionado, terrazas independientes, TV, frigobar y, algunas, hasta chimenea. Además, los hospedajes tienen una piscina, una plaza moche –donde se recrean las ceremonias de esa cultura- y diversos servicios como la movilidad.
Todo en De Sol y Barro busca que los visitantes vivan una experiencia plena en la campiña moche, una alternativa a los hoteles de la ciudad de Trujillo donde se puede* disfrutar del aire del campo* en ambientes decorados con motivos étnicos y que, pese a ello, no dejan de lado la modernidad.
(Perú 21).- Amanecer en la compañía moche. Ver, al despertarse, el cielo claro, las tradicionales casitas de quincha y barro, los algarrobos que asoman discretos y dominando el hermoso escenario, la Huaca de la Luna. Ese es el paisaje que uno puede apreciar en este rincón de Trujillo, a solo 15 minutos de la ciudad de la Eterna Primavera, donde alguna vez se desarrolló la gran cultura Mochica, cuyas huellas permanecen en el lugar.
En efecto, en la campiña moche está ubicado el complejo arqueológico Huacas del Sol y la Luna, cuyo museo, que hace poco abrió sus puertas al público, recibe a nada menos que 400 turistas por día.Para vivir una completa experiencia moche, De Sol y Barro, Huaca de la Luna Sanctuary Losges es una excelente alternativa. Ese hotel, de categoría boutique, se ubica al frente de la Huaca de la Luna.
Los visitantes que llegan al hospedaje pueden disfrutar desde un interesante recorrido por la Ruta del Caminante Moche, Chan Chan o el complejo arqueológico El Brujo, hasta exquisitos platos peruanos de la zona, escenificaciones de ceremonias moche, espectáculos de marinera y un muy bien surtido bar con cocteles nacionales y creaciones propias, como La Sacerdotisa, hecho en honor a la Señora de Cao.
Las suites de este hotel son casitas hechas de barro y quincha que armonizan con el lugar. Cada una posee todas las comodidades para una grata estadía, jacuzzi, aire acondicionado, terrazas independientes, TV, frigobar y, algunas, hasta chimenea. Además, los hospedajes tienen una piscina, una plaza moche –donde se recrean las ceremonias de esa cultura- y diversos servicios como la movilidad.
Todo en De Sol y Barro busca que los visitantes vivan una experiencia plena en la campiña moche, una alternativa a los hoteles de la ciudad de Trujillo donde se puede* disfrutar del aire del campo* en ambientes decorados con motivos étnicos y que, pese a ello, no dejan de lado la modernidad.
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