Por Roberto Ochoa B.
Editor de ANDARES
Fuente: Diario La República
Ahora que nos lamentamos por el magro presupuesto otorgado al Ministerio de Cultura, debería renacer el debate sobre la necesidad de integrar el sector Turismo a la flamante cartera ministerial otorgada a Juan Ossio.
Para nadie es un secreto que el turismo en el Perú depende de la cultura viva y de la arqueología. Desde Machu Picchu y casi todos los circuitos cusqueños, hasta el Señor de Sipán o la Huaca de la Luna, pasando por Kuélap, los geoglifos de Nasca, Caral y un largo etcétera. Pero con el nuevo ministerio, la arqueología y la cultura viva tendrán que compartir las migajas presupuestales.
Con el aporte presupuestal del sector Turismo y gracias al proceso descentralizador que experimentó el INC en los últimos años, tendríamos garantizado el desarrollo de nuevos proyectos de investigación arqueológica que impactan directamente en el turismo receptivo.
De paso, aliviaríamos la gestión del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), cuyo titular distrae su atención en el Turismo antes las negociaciones de nuevos tratados de libre comercio y de las gestiones para incrementar nuestras exportaciones no tradicionales.
Editor de ANDARES
Fuente: Diario La República
Ahora que nos lamentamos por el magro presupuesto otorgado al Ministerio de Cultura, debería renacer el debate sobre la necesidad de integrar el sector Turismo a la flamante cartera ministerial otorgada a Juan Ossio.
Para nadie es un secreto que el turismo en el Perú depende de la cultura viva y de la arqueología. Desde Machu Picchu y casi todos los circuitos cusqueños, hasta el Señor de Sipán o la Huaca de la Luna, pasando por Kuélap, los geoglifos de Nasca, Caral y un largo etcétera. Pero con el nuevo ministerio, la arqueología y la cultura viva tendrán que compartir las migajas presupuestales.
Con el aporte presupuestal del sector Turismo y gracias al proceso descentralizador que experimentó el INC en los últimos años, tendríamos garantizado el desarrollo de nuevos proyectos de investigación arqueológica que impactan directamente en el turismo receptivo.
De paso, aliviaríamos la gestión del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), cuyo titular distrae su atención en el Turismo antes las negociaciones de nuevos tratados de libre comercio y de las gestiones para incrementar nuestras exportaciones no tradicionales.
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