
Un reciente estudio elaborado en Finlandia incide en los beneficios que la ingesta de estos vegetales reporta al organismo, en especial al corazón. Más allá del rico aporte de fibra, vitaminas y de antioxidantes, las frutas y las verduras pueden reducir las posibilidades de que los niños sufran del corazón cuando sean grandes.
El estudio dice que comer frutas y verduras durante la infancia puede evitar o prevenir la arteriosclerosis, un endurecimiento y estrechamiento de las arterias (por donde pasa la sangre hasta el corazón), que pierden flexibilidad debido a que en su interior se deposita lo que se denomina “placa”, compuesta por colesterol, grasa y otras sustancias de la sangre.
Este hecho sucede a través de un largo proceso que puede durar años e incluso décadas, por ello el estudio se centra en demostrar que ya desde la infancia la dieta puede ayudar a prevenir esta enfermedad.
Se recomiendan cinco raciones de frutas y verduras al día, con ello estamos cuidando nuestra salud y la de nuestros hijos.
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