martes, 31 de enero de 2012

PERÚ, OBJETO DE ESTUDIO ELUSIVO

Por: José Pérez Jiménez
pepesol2@yahoo.es

¿Cómo fue posible que un partido pequeño de acción letal, como lo fuera SL, saltara de pronto al escenario nacional y en poco tiempo jaqueara a todo el país? Según el fallecido antropólogo Carlos I. Degregori, SL significó una triple sorpresa: ni los sistemas de inteligencia y el Estado, ni los partidos políticos, ni la comunidad académica, lo vieron venir. Un conjunto de paradojas complica mucho más su comprensión. SL fue el único movimiento de guerrilla maoísta y el más letal grupo terrorista en América Latina (responsable del 46% de las víctimas, según la CVR). Degregori define a SL como un “híbrido ubicado entre la guerrilla clásica latinoamericana y los nuevos movimientos terroristas de [los] albores del siglo XXI”. ¿Cómo se explica que en nuestro Perú, apareciese un movimiento como SL cuando la violencia política -años previos- había alcanzado niveles por debajo de las los países vecinos? Así, por ejemplo, durante la etapa más álgida de la lucha campesina (1958 - 1964), producto del enfrentamiento, hubo 166 personas fallecidas, cifra extremadamente pequeña si se la compara con los 10 primeros días del mes de agosto de 1991.
En estos últimos días, se ha desatado una alarma especialmente frente los jóvenes adeptos del Movadef. Los medios de comunicación, con foto de Abimael Guzmán en mano, hicieron algunas encuestas con infelices resultados: “los jóvenes del Perú confunden al camarada Gonzalo con un director de cine”. Esto puso los pelos de punta, ¿por qué los jóvenes desconocen lo sucedido hace apenas veinte años atrás? Pero la cosa no quedó allí, también fueron infelices las declaraciones del Primer Ministro sobre los deudos de la violencia.
Lo que debemos entender es que no solo es un problema de textos escolares. Existe una tendencia a favor del olvido en nuestra historia. ¿En algún texto escolar se explica cómo se esfumaron de las arcas del Estado las toneladas de millones producto de la venta del guano muy cerca a 1879, al punto de que no hubo presupuesto para comprarles calzado a los marinos de Grau? ¿Existe en los textos pasajes claves sobre sanciones ejemplares a personajes corruptos de la política peruana? ¿Registrarán en un futuro, los libros, las promesas olvidadas de los Presidentes García y Humala para que nuestros niños formen su conciencia crítica? ¿Aparece en algún libro de geografía que el 75% de la Amazonia peruana o que el 50% del territorio de Cajamarca están concesionados para la exploración minera? ¿Se le dirá a los niños que en el Perú, a diferencia de nuestros países vecinos, no se regula la compra de tierras agrícolas por parte de la inversión extranjera?

No es la historia la que está mal. Es el timón del presente el que esconde las ganzúas y convierte en lienzo un garabato. Existe, lo que Porras Barrenechea llamó: “el culto a la impunidad”. Pese al carácter letal y las heridas que nos dejó SL, como dijo Degregori, es un objeto de estudio “opaco y elusivo”. El Informe de la CVR, la seriedad del estudio de campo, los resultados de las entrevistas, la comprensión de los motores ideológicos se los arrima de un solo manotazo y, de paso, se le regala publicidad a Movadef. ¿Dónde están los partidos políticos? En Lima, tras la venganza de Castañeda. En Trujillo, los nacionalistas, convocando a una marcha en contra del nombramiento del Gobernador. ¿Qué hicieron los “partidos y movimientos políticos” mientras SL avanzaba? Hicieron campañas electorales con orquestas de cumbia (la “cumbiacampaña”), acompañadas del baile del cuy, en vez de formar a sus “militantes”. En la tele, mayoritariamente se recomendaba que nada debiera de cambiar en un país con más de 200 conflictos sociales.
Espíritu carnavalesco de la política peruana que ha llevado al otrora gran APRA a mudar de la Marsellesa a “La vida es un carnaval”. Todo este conjuro nació bajo la convicción: “yo soy apolítico”. De a poco nos hacen tomar la sopa fría de la tecnocracia, sazonada con yerbas malas en contra de la izquierda. ¿Es puro azahar que el Presidente Humala compare a Gregorio Santos con Pol Pot? Una democracia es alternancia de derechas e izquierdas. ¿Tan difícil es andar en democracia?
Volviendo a Degregori, subrayemos con énfasis que, la violencia interna, “se desarrolló principalmente en zonas alejadas no sólo geográfica sino emocionalmente de Lima”. Según, la CVR el 75% de las víctimas del conflicto armado interno eran quechuahablantes; el 79% de las víctimas vivían en las zonas rurales; el 56% se dedicaba a actividades agropecuarias. Esta es la laguna del olvido: aquí empezó SL y de aquí no nos hemos movido.

0 comentarios: