viernes, 13 de enero de 2012

Varones pueden volverse adictos al juego desde la adolescencia, advierten

Lima (ANDINA).- Los varones pueden volverse ludópatas o adictos al juego desde la adolescencia, advirtió hoy el Ministerio de Salud (Minsa), al recomendar a los padres de familia prestar atención al tiempo libre y dinero que en estas vacaciones manejan sus hijos.
Si bien algunos adolescentes serán matriculados en academias deportivas, de idiomas o arte, otro grupo estará en cabinas de Internet, inmersos en juegos en línea o gastando sus propinas en máquinas tragamonedas para niños y otros juegos que incentivan a la apuesta, alertó.
Gloria Grados, jefa del Departamento de Adicciones del Hospital Víctor Larco Herrera, refirió que el exceso de tiempo libre sin orientación, sumado al uso de las propinas para los juegos, puede generar que los menores de edad se inclinen por la adicción al juego o ludopatía.
“Es importante que los padres de familia tengan una relación horizontal con sus hijos, que conversen con ellos y les den calidad de tiempo”, indicó la especialista.

Si bien no existen estadísticas sobre casos de ludopatía en el país, la especialista señala que en los hospitales psiquiátricos, la demanda es cada vez mayor.
Por ejemplo, en el Larco Herrera, el médico tratante de las adicciones atiende a 12 pacientes, de los cuales uno o dos presentan patología al juego.
Aunque la cifra parezca pequeña, hay que resaltar las condiciones en las que llegan los ludópatas al tratamiento, pues la mayoría presenta entre 10 a 15 años con esta adicción, e incluso están involucrados en problemas legales y judiciales.
De igual forma, muchos consumen alcohol, marihuana, cocaína, tabaco, entre otras sustancias nocivas.
La ludopatía es más común en hombres. Ellos suelen iniciarse en este trastorno en la adolescencia, pues se trata de una etapa de vulnerabilidad en la que reciben la presión del grupo.
En cambio, las mujeres lo hacen entre 40 a 50 años de edad, cuando son profesionales e invierten su tiempo libre en ir a los casinos y salas de juego.
Grados explicó que los ludópatas primero ingresan a la fase de ganancias, cuando reciben un premio importante, lo cual los engancha al juego.
Posteriormente, se inicia la fase de pérdidas progresivas, donde las personas estructuran su vida en torno al juego, asumen riesgos considerables, como pedir dinero prestado o hasta perder su propio empleo.
La tercera fase es la desesperación. En esta etapa juegan frenéticamente, apuestan grandes cantidades de dinero y comenten actos que lindan con la ilegalidad, como firmar cheques falsos, estafas y muchas veces se involucran con prestamistas ilegales.
Por ello, la especialista aconsejó prestar atención a la conducta de los adolescentes. Si presentan ansiedad, pierden interés en las cosas que le gustan, o se encuentran irritables, entonces deben preguntarse qué les ocurre a sus hijos.

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