
La UNT está concertando con los representantes de la Región y las curtiembres la construcción de una planta para el tratamiento de las aguas residuales, producto de las operaciones de las curtiembres, al norte del Parque Industrial de Trujillo
Las curtiembres, lugar donde se convierte las pieles de los animales en cuero, tienen un proceso de cuatro etapas que son: limpieza, curtido, recurtimiento y acabado.
Según el director del Instituto de Investigación en Desastres y Medio Ambiente (IIDMA-UNT), Ing. Segundo Seijas Velásquez, los elementos químicos (sulfuro de sodio, soda caustica, cal, etc.) usados son muy tóxicos, sobretodo el cromo; éste podría causar mutaciones y daños irreversibles a la salud y el medio ambiente.
“Hay un principio fundamental en el tratamiento del agua: nunca se debe mezclar todas las sustancias, porque es más difícil tratarla”, sentenció Seijas
Aclaró que cada sustancia tendrá un tratamiento apropiado. Orientarán a las curtidurías a que empleen manufacturas limpias y tengan canales para cada tipo de efluente. Por ejemplo, el efluente del proceso de limpieza que contiene residuos de pelo, sulfuro y cal va ser tratado y condicionado para que vuelva ser reutilizado.
El cromo será tratado con carbón activado, producto que tiene la propiedad de retenerlo, el agua se mantendrá pura y podrá ser reutilizado en el proceso.
Seijas Velásquez mencionó además que los profesionales que integran este proyecto son de diferente rama, se trata de un grupo interdisciplinario: químicos, biólogos, Ing. Mecánicos, Ing. Industriales; cada uno realiza una tarea específica para que el trabajo sea más certero.
Redacción: Kelly Sánchez – Practicante de la Escuela de CC.CC-UNT