domingo, 5 de octubre de 2008

A un mes de las elecciones norteamericanas: el debate se calienta con el tema de género

Por: Olenka Ochoa
San Diego, CA 2008


El país se paralizó con el debate televisado de los candidatos a Vice Presidentes, Sarah Palin y Joe Biden. En los círculos políticos, mediáticos y académicos es intensa la discusión, por un tema inesperado, la "cuota femenina". Ya que, para bien o para la mal, con la designación de la Gobernadora de Alaska, para la Vice Presidencia de la plancha Republicana, la disputa electoral que andaba un poco aburrida, salvo por la crisis financiera, se ha encendido y ha puesto en el ojo de la luz pública, la relevancia (o no) de la presencia de la mujer en la carrera hacia la Casa Blanca.

Y son diversos los principales focos de atención (y de broma) que recaen sobre la presencia repentina de una mujer en la última etapa electoral. Sobre la novel candidata las críticas son varias: Su conservadurismo político y religioso, su escaso conocimiento de la esfera internacional, su poca experiencia, y en especial una dosis de candidez, que la limitarían seriamente para ser la colaboradora más cercana del próximo Presidente. Por otro, se hace referencia al malestar de Hillary, que resulta creíble, pues qué otra mujer sino ella, se había preparado para tentar el sillón presidencial. Y claro, ni en sus más terribles pesadillas, Hillary podía pensar que una casi desconocida política podría arrebatarle el protagonismo, y sobre todo el honor de estar en la Casa Blanca, no como consorte, sino en un cargo ganado vía elecciones.

Hemos estado en diversos debates y conversas, con activistas, analistas y académicos, y no salen de su sorpresa por el denominado "fenómeno Palin". Desde un análisis electorero, se dice que ella fue designada para compensar la presencia un tanto desgastada, añeja y castrense de Mccain, el candidato republicano. Y así refrescar la plancha presidencial y darle un chance frente a la imagen arrolladora de Obama. Y por supuesto, además es mujer, y esto le daba su toque de género, a los Republicanos, reconocidos por su oposición a la agenda de las mujeres.

Los argumentos de la designación de Palin, son poderosos y válidos. Y han surtido efecto. Pues la presencia de la candidata, le ha puesto calor y color al proceso electoral, y sin querer, ha catapultado el tema de género a las primeras planas. Recordemos, que después de la derrota de Hillary frente a Obama, el "género" volvió al cajón del olvido.

Desde nuestro análisis además, creemos que Hillary perdió la oportunidad, porque ella lamentablemente representaba ahora, a ojos del ciudadano de a pie, al "establishment"; ya no era la política que traía una imagen de cambio. Por otro, como suele ocurrir, cuando está en competencia una mujer y la plataforma de las mujeres, surgen otras urgencias o demandas. En el caso de las primarias Demócratas, peso el tema de inclusión racial y generacional, que el de género. Pensamos también, que para buena parte de su posible "público cautivo", el affaire de su esposo, Bill Clinton, en ese entonces Presidente, y el perdón de Hillary, melló en mucho su liderazgo en las canteras femeninas y feministas.

En el caso de Palin, tenemos a una nueva figura, cuya experiencia se remonta a haber sido Alcaldesa, y ahora Gobernadora del Estado de Alaska. Y para políticos y analistas, resulta no satisfactorio el tiempo y los resultados de su camino en la gestión pública. Por otro, la candidata es abanderada no solo del conocido conservadurismo Republicano en materia económica y política, sino que también lo es, en temas de género. Por ello no llama la atención que en su cierre de su presentación, hablara de su compromiso con las familias y los niños, y casi se olvidara de su deber moral como mujer de impulsar el avance de sus congéneres.

Por ello no llama la atención que en estos días, la principal dirigenta de la Federación de Mujeres de USA, entidad poderosa aquí, anuncie públicamente, que su organización no apoya, ni apoyara a Sarah Palin.

Lo concreto es que Palin, resulta de lo mas conveniente y oportuno para los Republicanos, porque es una joven mujer, casi desconocida, y que no les provocara ningún dolor de cabeza, ni en el campo político, ni en el económico, menos en el de género. Palin también responde de maravilla a la imagen que el sistema patriarcal impone a las mujeres en el juego político: no promueve cambios en las relaciones de género, proyecta una imagen de ama de casa (siempre sale acompañada de su numerosa prole), tiene una hija adolescente en avanzado estado de gestación (que le sirve para mostrar su oposición al aborto) y además es simpática y dócil.

Sin embargo, debemos reconocer que en el debate, contra todos los pronósticos, a Palin se le vio confiada, tranquila, con una dosis de humor, y con solvencia ante las cámaras. Mientras que el favorito, Biden estuvo más bien opacado, y al parecer leyendo algunas notas, error garrafal en una discusión televisada. Todo el mundo preveía un Knockout y una derrota aplastante de la Palin, pero no ha sido así. Suponemos que Palin enfrentó el difícil el reto, asumiendo que para una desconocida, de todas maneras era un triunfo estar en la TV, debatiendo al más alto ante la opinión pública norteamericana. Y por supuesto, que así ha sido, ya que la teleaudiencia en esas horas de la noche (se inicio mas o menos a eso 6:30 p.m.) fue masiva. Pues el centro de la curiosidad era la presencia de esta joven mujer, y en su perfomance, y no lo hizo mal.

Obviamente, también reconocemos que ella no trae novedades frente a la política exterior americana, ni tampoco a las reglas económicas, menos tiene claro cuál es el camino para salir de la crisis financiera, que está golpeando duramente a las clases medias y obreras, y a los inmigrantes.

Pero debemos decir dos cosas finales. Primero, que el debate y el marketing político han estado centrados en los esfuerzos de sobrevivencia, de Obama y McCain, durante su trayectoria de vida; y realmente hay pocas esperanzas de grandes cambios en materia de política económica y exterior, incluido el tema migratorio. Algunas encuestas muestran que para el público, McCain tiene mayor credibilidad y experiencia frente a Obama, en ejes claves como la Seguridad y las Relaciones Internacionales. Paradójicamente, pensamos que la crisis financiera que explotó en pleno gobierno de Bush, podría favorecer un voto conservador. Pero, Mccain es un candidato difícil de digerir mediáticamente hablando, y privadamente se rumorea sobre su mal carácter y sus arranques de cólera.

Segundo: en las primarias desecharon a Hillary, que tenía todo el perfil requerido para ser la Primera Presidenta, y que traía además bajo el brazo la agenda de género. Ahora en la etapa concluyente del proceso electoral, las criticas arrecian sobre Palin, y en suma se dice que no esta preparada. Y nos preguntamos: No será que, como siempre, los estándares de medición de capacidades son más altos para las mujeres, respecto a los hombres? Hillary no tenía acaso la experiencia y el manejo político esencial para la Presidencia? Comparados Palin con McCain, quien parece más listo?

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