Creer en los Reyes Magos es un ejercicio saludable tanto para los niños, que necesitan de la fantasía para su correcto desarrollo emocional, como para los adultos, que aprovechan estas fechas como momento de reunión familiar, según el psiquiatra José Cabrera.
Para el experto, no fomentar esta fantasía en los niños supondría nada menos que "amputar su infancia". "Si le quitas la fantasía a los niños, amputas su infancia, sería como quitarles los cuentos. De ninguna manera se puede defender que sea traumático creer en los Reyes Magos, porque ya la realidad vendrá sola", aseveró.
Cabrera considera que la llegada de los Reyes Magos es incluso un "momento especial" para los adultos, que lo aprovechan para intercambiar regalos y reunirse con la familia. "Los Reyes Magos sirven para la reunión familiar, incluso para los mayores recibir la corbata o el perfume de todos los años es positivo", afirmó.
Señala que, a pesar de que los centros comerciales "se apuntan al carro de los Reyes Magos" para aumentar sus beneficios, no es buena idea apostar por los regalos sencillos o que no cumplan las expectativas de los menores, ya que los niños "ni saben ni les importa qué pasa en África y si allí pasan hambre o no".
No obstante, advierte de que los pedagogos sitúan en los 12 años el momento en el que los padres deben replantear la situación a sus hijos, nunca de forma directa, sino preguntando al menor "qué opina sobre los Reyes Magos".
Para el experto, no fomentar esta fantasía en los niños supondría nada menos que "amputar su infancia". "Si le quitas la fantasía a los niños, amputas su infancia, sería como quitarles los cuentos. De ninguna manera se puede defender que sea traumático creer en los Reyes Magos, porque ya la realidad vendrá sola", aseveró.
Cabrera considera que la llegada de los Reyes Magos es incluso un "momento especial" para los adultos, que lo aprovechan para intercambiar regalos y reunirse con la familia. "Los Reyes Magos sirven para la reunión familiar, incluso para los mayores recibir la corbata o el perfume de todos los años es positivo", afirmó.
Señala que, a pesar de que los centros comerciales "se apuntan al carro de los Reyes Magos" para aumentar sus beneficios, no es buena idea apostar por los regalos sencillos o que no cumplan las expectativas de los menores, ya que los niños "ni saben ni les importa qué pasa en África y si allí pasan hambre o no".
No obstante, advierte de que los pedagogos sitúan en los 12 años el momento en el que los padres deben replantear la situación a sus hijos, nunca de forma directa, sino preguntando al menor "qué opina sobre los Reyes Magos".
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