
Si pensaste darle un osito de peluche a tu pareja para San Valentín cambia rápidamente de idea porque según un estudio online realizado en 13 países de América Latina por la consultora OH! PANEL, los peluches son los objetos que el 14% de los encuestados no les gustaría recibir como obsequio por parte de sus parejas.
Algunas personas rotundamente los detestan, incluso han creado foros para demostrar su malestar. “Odio los peluches. Son un trasto más en la casa, un regalo sin utilidad. Me acuerdo que cuando mi padre se compró un auto le regalaron un leoncito de peluche para que lo pusiera ahí y le corté el pelo”, relata un usuario de un foro que habla sobre el tema.
Para regalarle un oso de peluche a un hombre deben pensarlo muy bien, en el blog zoofiesta su autor comenta “Personalmente me parecen innecesarios, eso de abrazar un oso de poliéster y colocarlo en tu cama para que haga una vigilia mientras duermes me da un poco de risa, y alguna vez me han regalado algunos de estos felpudos y casi siempre me he librado de ellos, regalándolos nuevamente para cerrar el círculo”.
Otro usuario agrega “Yo los odio con todas mis fuerzas por que dan alergia, se llena de polvo, quitan espacio y son tan inútiles, pero tengo un león sentado junto a mi pc ¡vergüenza!”.
Los peluches pueden ser el recuerdo de una relación negativa y pagan las consecuencias “yo también detesto los peluches, creo que una vez un enamorado en mis épocas de soltera, me regaló uno y por supuesto acabo como él: "en la basura", claro él seguro por otros motivos”, comentó una internauta. (Agencias)
Algunas personas rotundamente los detestan, incluso han creado foros para demostrar su malestar. “Odio los peluches. Son un trasto más en la casa, un regalo sin utilidad. Me acuerdo que cuando mi padre se compró un auto le regalaron un leoncito de peluche para que lo pusiera ahí y le corté el pelo”, relata un usuario de un foro que habla sobre el tema.
Para regalarle un oso de peluche a un hombre deben pensarlo muy bien, en el blog zoofiesta su autor comenta “Personalmente me parecen innecesarios, eso de abrazar un oso de poliéster y colocarlo en tu cama para que haga una vigilia mientras duermes me da un poco de risa, y alguna vez me han regalado algunos de estos felpudos y casi siempre me he librado de ellos, regalándolos nuevamente para cerrar el círculo”.
Otro usuario agrega “Yo los odio con todas mis fuerzas por que dan alergia, se llena de polvo, quitan espacio y son tan inútiles, pero tengo un león sentado junto a mi pc ¡vergüenza!”.
Los peluches pueden ser el recuerdo de una relación negativa y pagan las consecuencias “yo también detesto los peluches, creo que una vez un enamorado en mis épocas de soltera, me regaló uno y por supuesto acabo como él: "en la basura", claro él seguro por otros motivos”, comentó una internauta. (Agencias)
1 comentarios:
Pobrecitos! Me acuerdo cuando regalar peluches y chocolates era lo mejor!
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