Un revelador informe de la Dirección de Criminalística de la III Dirección Territorial Policial concluye que el papapán (pan hecho con harina de papa) que distribuye el Programa Nacional de Apoyo Alimentario (Pronaa)-La Libertad en la provincia de Chepén no es apto para el consumo humano.
Según el análisis, en cuatro de las muestras escogidas de manera aleatoria, el producto se encuentra rancio, por lo que se lo considera altamente peligroso en caso de ser ingerido.
Asimismo, se señala que la muestra analizada presenta caracteres organolépticos y físico- químicos (sabor, textura, olor, color) fuera de los parámetros establecidos en las normas técnicas de elaboración. Lo más alarmante es que el producto continúa distribuyéndose a varios centros educativos de la provincia de Chepén, como es el caso del colegio 80401 de Pacanguilla.
En ese lugar, un padre de familia, cuyo hijo presentó diarreas y mareos tras ingerir el producto, denunció el hecho a la policía el pasado 21 de abril. En compañía del representante del Ministerio Público, James Aguilar Rodríguez, se procedió a recoger las muestras, las cuales se remitieron al laboratorio regional de Criminalística.
Mientras tanto, ayer, a las 10 de la mañana, el fiscal de prevención del delito Douglas Ulco Rodríguez, en compañía de su adjunta, Karla Carrión Nevado, y miembros de la Dirección de Salud Ambiental y de Criminalística acudieron hasta el local donde se elabora ese producto.
“Lamentablemente, no hemos encontrado a nadie en la supuesta fábrica ubicada en la avenida Carlos Wiese”, dijo al tiempo de indicar que el dueño es una persona identificada como Pepe Huane Anaya, quien figura como propietario de la fábrica.
Agregó que verificarán que esa empresa tenga toda la documentación en regla, debido a que su producto está en observación.
La jefa del Pronaa, Elizabeth Rodríguez, se mostró sorprendida por la denuncia y dijo que no estaba al tanto de ella. La funcionaria se quedó desconcertada cuando se le indicó que la policía realizó un examen bromatológico al papapán que se distribuye en Chepén.
“Recién estoy tomando conocimiento del documento y voy a ponerme en contacto con los representantes de la empresa para tomar acciones. No conozco si la misma empresa reparte los 25 mil panecillos para toda La Libertad”, anotó.
No obstante, al ver el documento presentado por El Comercio, indicó que cuando un proveedor no cumple las exigencias, lo que se hace es pedir el pago de una penalidad. “Vamos a investigar este tema”, se comprometió la jefa del Pronaa.
(El Comercio)
Asimismo, se señala que la muestra analizada presenta caracteres organolépticos y físico- químicos (sabor, textura, olor, color) fuera de los parámetros establecidos en las normas técnicas de elaboración. Lo más alarmante es que el producto continúa distribuyéndose a varios centros educativos de la provincia de Chepén, como es el caso del colegio 80401 de Pacanguilla.
En ese lugar, un padre de familia, cuyo hijo presentó diarreas y mareos tras ingerir el producto, denunció el hecho a la policía el pasado 21 de abril. En compañía del representante del Ministerio Público, James Aguilar Rodríguez, se procedió a recoger las muestras, las cuales se remitieron al laboratorio regional de Criminalística.
Mientras tanto, ayer, a las 10 de la mañana, el fiscal de prevención del delito Douglas Ulco Rodríguez, en compañía de su adjunta, Karla Carrión Nevado, y miembros de la Dirección de Salud Ambiental y de Criminalística acudieron hasta el local donde se elabora ese producto.
“Lamentablemente, no hemos encontrado a nadie en la supuesta fábrica ubicada en la avenida Carlos Wiese”, dijo al tiempo de indicar que el dueño es una persona identificada como Pepe Huane Anaya, quien figura como propietario de la fábrica.
Agregó que verificarán que esa empresa tenga toda la documentación en regla, debido a que su producto está en observación.
La jefa del Pronaa, Elizabeth Rodríguez, se mostró sorprendida por la denuncia y dijo que no estaba al tanto de ella. La funcionaria se quedó desconcertada cuando se le indicó que la policía realizó un examen bromatológico al papapán que se distribuye en Chepén.
“Recién estoy tomando conocimiento del documento y voy a ponerme en contacto con los representantes de la empresa para tomar acciones. No conozco si la misma empresa reparte los 25 mil panecillos para toda La Libertad”, anotó.
No obstante, al ver el documento presentado por El Comercio, indicó que cuando un proveedor no cumple las exigencias, lo que se hace es pedir el pago de una penalidad. “Vamos a investigar este tema”, se comprometió la jefa del Pronaa.
(El Comercio)
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