lunes, 2 de noviembre de 2009

Una noche de “Vida” en Lambayeque, con Fabiola de la Cuba y la Fiesta Muchik

Por: Jesús León Ángeles
Lambayeque apreció la belleza del arte en todas sus expresiones, durante la presentación del megaespectáculo “Vida”, que interpretó Fabiola de la Cuba. Géneros variados -con especial énfasis en la música criolla- fueron el deleite de quienes participaron en la III Fiesta Muchik.
Luces, colores, y efectos especiales, se unieron y lucieron en un impresionante escenario y en un sorprendente y maravilloso espectáculo desarrollado en el campus de la Universidad de San Martín de Porres. El público esperaba ansioso a Fabiola, mientras se deleitaba con las cabriolas de un caballo peruano de paso.
Las luces se apagaron y una obertura sinfónica anunció el inicio de una mágica noche. Demostrando su sensibilidad y entrega plena en cada proyecto que desarrolla, ataviada con un traje blanco, especial para la ocasión, Fabiola de la Cuba ingresó cantando “Yo vengo a ofrecer mi corazón”, de Fito Páez.
Tras el saludo respectivo y una mixtura peruana, dirigida por el maestro “Coco” Salazar, el festejo “Acurruncún” --en la voz de Fabiola-- arrancó las palmas de los lambayecanos y turistas llegados de Piura, Lima, Cajamarca y La Libertad. La fiesta de peruanidad siguió con el homenaje especial al extraordinario “Zambo” Cavero y su recordado “Contigo Perú”, de Augusto Polo Campos. “Siempre estará presente en el corazón de los peruanos y en especial esta noche en todas las peñas y fiestas por el Día de la Canción Criolla”, enfatizó Fabiola por el “Zambo” Cavero, a quien dedicó el espectáculo, al igual que a Mercedes Sosa.

Ataviada con un vestido rojo, Fabiola de la Cuba siguió con la interpretación del landó “Candela” de Lourdes Carhuas y “Gallo Camarón”, un vals con aires de marinera de la gran Chabuca Granda, presente siempre en los espectáculos de Fabiola.
Llegó el turno para homenajear a un lambayecano y Fabiola de la Cuba anunció una salerosa marinera norteña compuesta por José “Pelusa” Escajadillo Farro. “Sueño de Pochi” con una fabulosa coreografía, motivó más aplausos del respetable, que se solazaba con la música peruana en todo su esplendor.
Fabiola de la Cuba abandonó por un momento el majestuoso escenario, pero un alegre contrapunto de cajón y zapateo, arrancó las palmas y sonrisas del público que gozó con la creación de Marco Oliveros y Roberto Calumani. Hombres y mujeres con sus cajones, demostraron el sorprendente ritmo de nuestro “Patrimonio cultural”, como es considerado el cajón peruano.
Llegó el momento de la jarana y en escena apareció una foto gigante de un callejón de antaño para recrear un mix con los temas “La jarana de colón”, “Jarana” y “Callejón de un solo caño” de Augusto Polo Campos, Lucho de la Cuba, Victoria y Nicomedes Santa Cruz. El público aplaudía fascinado la producción y voz de Fabiola de la Cuba que ahora lucía un vestido negro con el que interpretó “Como una rosa roja”, un valse tango y continuó con la zamacueca “Llévate”.
La Cultura Mochica, base de esta titánica producción artística, tuvo un especial momento a través del “Homenaje Muchik” en el que se representó a los gobernantes mochicas en sus andas y una coreografía con personajes moches con el ballet del Instituto Nacional de Cultura (INC) de Trujillo.
Fabiola de la Cuba regresó a escena y esta vez con vestido morado para interpretar el tema andino “Valicha”, con la participación especial del taller de danzas de la USMP. Con la fuerza y emoción de una artista que ama la vida y quiere que el ser humano valore su esencia, Fabiola de la Cuba, cantó “Gracias a la Vida” de Violeta Parra. Previamente hizo mención a la desaparecida Mercedes Sosa, a quien también le rindió homenaje. Sentada en un columpio que fue izado, desde las alturas interpretó el bolero “Para dormir contigo”, de Armando Manzanero.
Era momento de regresar al Perú y qué mejor que con el “Tondero de Morropón” de Francisco Reyes Pinglo. Había llegado la hora de partir, y Fabiola agradeció a su público, auspiciadores, artistas y equipo de producción. Con todos en el escenario y con ese calor de su público, Fabioloa se despidió con el festejo “Vamo a Meneá”. “Gracias Lambayeque, los espero el próximo año en la IV Fiesta Muchik”, fueron las palabras finales de Fabiola en el cierre de una aventura que dejó a todos un mensaje de profunda identidad con lo nuestro. (Fotos: Andrea Swayne)

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