(RPP) La temperatura no está desarrollada en los bebés recién nacidos y de pocos meses, por ello en épocas de verano debemos preocuparnos para que no sufran un exceso de calor.
Pese a que los recién nacidos pueden enfriarse rápidamente, no es necesario que lo abriguemos en exceso. Es habitual ver a los bebés y niños en verano usando gorros, pero también polos de manga larga o mantas que los cubren por completo, esto sin duda los pondrá de mal humor.
Si nosotros tenemos calor, ¿ellos por qué no?
Los bebés que en verano van excesivamente abrigados pasan calor aunque no suden, por ello es importante que mantengamos una temperatura adecuada.
Es probable que si el bebé está pasando demasiado calor llore, o se encuentre apático y parezca agotado. Debemos estar atentos para ponerlo inmediatamente en una habitación fresca, quitarle ropa, darle líquidos o abanicarle suavemente para refrescarlo.
Algunos consejos:
• Viste al bebé con ropa de algodón
• Si son menores a seis meses, mantenlo hidratado con leche materna. En días calurosos es probable que reclamen más alimento
• Los niños menores a un año no deben estar expuestos al sol. Si esto no es posible, procura que le de luz indirecta y en los paseos cúbrelo con gorro, sombrilla y fotoprotectora indicados por un dermatólogo.
• En el hogar debemos mantener una temperatura adecuada. Para ello, refresca los dormitorios y espacios abriendo las ventanas y aleja a los niños de estancias calurosas.
En cuanto se refresquen, recuperarán su actividad habitual.
Pese a que los recién nacidos pueden enfriarse rápidamente, no es necesario que lo abriguemos en exceso. Es habitual ver a los bebés y niños en verano usando gorros, pero también polos de manga larga o mantas que los cubren por completo, esto sin duda los pondrá de mal humor.
Si nosotros tenemos calor, ¿ellos por qué no?
Los bebés que en verano van excesivamente abrigados pasan calor aunque no suden, por ello es importante que mantengamos una temperatura adecuada.
Es probable que si el bebé está pasando demasiado calor llore, o se encuentre apático y parezca agotado. Debemos estar atentos para ponerlo inmediatamente en una habitación fresca, quitarle ropa, darle líquidos o abanicarle suavemente para refrescarlo.
Algunos consejos:
• Viste al bebé con ropa de algodón
• Si son menores a seis meses, mantenlo hidratado con leche materna. En días calurosos es probable que reclamen más alimento
• Los niños menores a un año no deben estar expuestos al sol. Si esto no es posible, procura que le de luz indirecta y en los paseos cúbrelo con gorro, sombrilla y fotoprotectora indicados por un dermatólogo.
• En el hogar debemos mantener una temperatura adecuada. Para ello, refresca los dormitorios y espacios abriendo las ventanas y aleja a los niños de estancias calurosas.
En cuanto se refresquen, recuperarán su actividad habitual.
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