El presupuesto de 2010 dispone la partida de 187 millones de soles para el pago de personal y obligaciones sociales.(Perú 21) Un nuevo escándalo estalla en la gestión de Luis Alva Castro al frente del Congreso. Su administración ha modificado, por un lado, el Cuadro de Asignación de Personal (CAP), mientras que, por el otro, cuenta con un presupuesto de S/. 187’343,287 para el pago de planillas de personal y de obligaciones sociales en este año, cifra que implica un incremento de más de 20 millones de soles respecto al gasto ejecutado por este mismo concepto durante 2009.
La presenta nota se sustenta en información oficial que consta en el propio portal institucional, como la ejecución de gastos de los años anteriores y el presupuesto 2010, y en documentos a los que Perú.21 ha tenido acceso como el nuevo CAP y la actual planilla.
Al analizar los gastos corrientes en el Parlamento de 2008 y 2009 se observa un incremento de poco más de 5.6 millones. Sin embargo, la gestión del ex ministro aprista ha proyectado que el monto del incremento para este año respecto al gasto de 2009, sea casi cuatro veces mayor, es decir, más de 20 millones de soles (más de 7 millones de dólares). El punto a tomar en cuenta es que este incremento en la partida presupuestada para la planilla se da en un año electoral.
El presidente del Parlamento o sus colaboradores podrán señalar que el Presupuesto del Congreso para este año fue aprobado en sesión del Consejo Directivo. Sin embargo, Perú.21 ha podido verificar que no todos los presentes en aquella reunión de directivos y voceros estuvieron al tanto de los desagregados de dicho presupuesto, al punto que no recordaban que estos montos incluían también una partida para financiar la remodelación de la casa donde nació Víctor Raúl Haya de la Torre en Trujillo.
Pero los cambios en el aspecto laboral del Legislativo no han sido solo en el ámbito presupuestal. También se ha modificado el denominado CAP y con esto se ha beneficiado, entre otros, a personas del entorno de Alva Castro y a algunos funcionarios.
CASOS EMBLEMÁTICOS. Tal vez los casos más emblemáticos se expresen en sus secretarias, quienes han sido promovidas del nivel remunerativo 6 al 8 y ahora tienen un sueldo similar al que ganan los generales de Brigada del Ejército (S/. 7,794). Esto último, según el oficio suscrito por el presidente Alan García y el premier Javier Velásquez Quesquén en el que se devuelve con observaciones la autógrafa del proyecto sobre el bono para las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.
Para eludir el reglamento interno de Trabajo del Parlamento que exige título profesional para el nivel 8, el nuevo CAP incorpora las plazas de ‘Asistente de la Alta Dirección’ en la Dirección General Parlamentaria y Dirección General de Administración. Sin embargo, pese al cargo, ambas laboran en el despacho del titular del Legislativo.
Otros casos que pueden destacarse son el de Erika Cassana Marino, quien se desempeñó como su secretaria en el Ministerio del Interior y hoy ya ha sido nombrada como técnico en el área de Protocolo, y el del trabajador de su despacho Alejandro Cruz Espinoza, nombrado recientemente como técnico en el Departamento de Comisiones.
Pero el CAP también permitirá algunas situaciones que pueden generar rechazo porque se asemejan a una especie de ‘cédula viva’. Por ejemplo, cuando el oficial mayor José Abanto retorne a su cargo de asesor de la Oficialía Mayor, mantendrá su nivel remunerativo 13 y su sueldo de S/.14,596. Para muestra un botón: el jefe del Departamento de Participación Ciudadana, Hugo Rovira Zagal, mantiene el nivel 13 a pesar de que ya no ocupa el cargo de Director General Parlamentario.
CUENTAS CLARAS. Al respecto, el presidente de la Comisión de Trabajo, Juan Carlos Eguren (UN), manifestó que desconoce lo ocurrido con el tema del presupuesto para la planilla y de los cambios en el CAP, y por ello urgió que Alva Castro sea transparente y dé las explicaciones del caso.
Por su parte, Fredy Otárola (Partido Nacionalista), demandó que la oposición cumpla su papel fiscalizador y “no se someta a la condescendencia a cambio de pasajes aéreos”.
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