jueves, 25 de marzo de 2010

Brack cuestiona que autoridades se atribuyan competencias y busquen ganar votos

Ministro se pronuncia sobre decisión de región Cusco de prohibir minería.

Lima, (ANDINA).- El ministro del Ambiente, Antonio Brack, cuestionó hoy la decisión del Consejo Regional del Cusco de prohibir la actividad minera en dicha jurisdicción y dijo que es un típico caso en que una autoridad se atribuye competencias, con el objetivo de ganar votos.
“Aquí no se puede tomar una decisión sin coordinar ni dialogar con el gobierno central. Esta es una decisión unilateral que posiblemente llevará a una cuestión de competencias constitucionales”, dijo.
Asimismo, manifestó que se trata de una típica decisión electoral, para ganar votos, de manera populista.
Comentó que el tema tiene que ser visto por el Ministerio de Energía y Minas con el fin de buscar una salida.
Brack se refirió así a la decisión del gobierno regional Cusco que aprobó una ordenanza declarando como área de no admisión de denuncios mineros a todo el territorio de ese departamento, medida que pondría en riesgo la ejecución de futuros proyectos en ese sector.

De otro lado, el ministro comentó sobre los problemas de la minería aurífera en Madre de Dios, donde un sector trabajadores ha anunciado un paro indefinido para el 4 de abril.
Manifestó que unos tres mil mineros que no poseen cuadrículas mineras están en conflicto con aquellos que si tienen derechos, y en esas circunstancias, y los primeros vienen recibiendo cierto apoyo, por ser un año electoral.
Informó que el Poder Ejecutivo se ha hecho presente para dialogar en la búsqueda de consensos.
Indicó que es posible construir un proyecto minero sostenible en esa región, pero que ello requiere ponerse de acuerdo, sin llegar a extremismos.
Reveló que el martes se reunió con representantes del gobierno regional Madre de Dios y que se han puesto a trabajar en forma integral, ya que la minería ha sido abandonada durante 40 años en dicha zona, lo que ahora está generando problemas.
Señaló que el oro que se comercializa en Madre de Dios suma por lo menos 1,600 millones de soles al año, pero que todo se transa de manera informal y sin pagar impuestos.

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