El prófugo ex empresario deberá responder por los delitos de corrupción, fraude y falsedad ideológica, tras fallida maniobra en Motupe.Crousillat ya tiene citación, pero la Policía lo sigue investigando. (Martín Pauca).
(Perú 21) Pese a su avanzada edad, José Enrique Crousillat parece empeñado en aumentar a su historial judicial más investigaciones y delitos. Tras su temeraria acción en Lambayeque para intentar tomar la administración de Canal 4, la Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Motupe le inició una investigación por haber obtenido de manera irregular un certificado domiciliario en Motupe.
La titular del despacho fiscal Marlene Mariños Lecca inició las pesquisas para determinar las presuntas responsabilidades penales del prófugo, quien este miércoles 31, a las 3 p.m., deberá acudir a la sede del Ministerio Público en Motupe para rendir su primera declaración. Es previsible que el ex empresario no acuda a la citación.
POR INVESTIGAR. En esta investigación, signada con la Carpeta Fiscal N° 198-2010, José E. Crousillat es investigado por los presuntos delitos de corrupción de funcionarios, falsedad ideológica y fraude procesal en agravio del Estado.
Junto a él también se es investigado el destituido jefe de Catastro de la Municipalidad Distrital de Motupe, Miguel Faya, quien firmó el documento que certificaba, de forma irregular, que el ex socio de Vladimiro Montesinos residía en esa localidad. Por este hecho, Faya es investigado por usurpación de funciones, falsedad ideológica y corrupción.
ALQUILER ‘BAMBA’. Información obtenida por Perú.21 da cuenta de la declaración de la arrendataria de Crousillat, Nelly Quiroz, quien el 22 de marzo manifestó que el 21 de febrero se acercó a su vivienda una persona que se identificó como José Enrique Crousillat, quien le solicitó el alquiler de un cuarto de su vivienda, por el que pagó S/. 120 de los S/. 300 que consignaba el contrato.
El 5 de marzo, este personaje aún no identificado, se presentó en la vivienda con su “tío” y le pidió a Nelly Quiroz tomarse una foto con él a lo que la arrendataria accedió sin saber, según declara, que se trataba del verdadero Crousillat.
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