
En la sureña ciudad de Coronel, una de las más castigadas por el potente sismo y los posteriores tsunamis del 27 de febrero, Piñera tiene previsto informar junto al ministro de Hacienda, Felipe Larraín, el plan de financiamiento para la reconstrucción de las zonas más devastadas por la catástrofe.
El sismo de magnitud 8,8, el quinto de mayor fuerza en la historia moderna, dejó casi 500 muertos identificados, un centenar de desaparecidos y pérdidas brutas estimadas en unos 30.000 millones de dólares.
El Gobierno de Piñera, quien asumió hace poco más de un mes, ha calculado desembolsos por unos 10.000 millones de dólares para construir miles de viviendas de emergencia, escuelas, hospitales, puentes y redes viales muy dañadas.
Hasta la noche del jueves, Piñera y Larraín evaluaban la posibilidad de elevar del 17 al 19 por ciento un impuesto que grava a las grandes empresas, el que se mantendría por casi dos años, dijo una fuente del Gobierno a Reuters.
Se espera que Piñera haga el anuncio de las medidas pasadas las 11.00 hora local (1500 GMT), mientras miles de familias, especialmente en la costa del sur del país, viven en carpas, sin agua potable, ni luz, cuando la amenaza de lluvias es cada vez más latente bajo el otoño austral.
El Ministerio de Hacienda ya ordenó un reajuste del presupuesto de la Nación de 733 millones de dólares y envió al Congreso un proyecto de ley de donaciones, con el que se espera recaudar unos 155 millones de dólares.
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